• Prólogo •

14 0 0
                                    

Dicen que dos caminos están ya trazados y destinados a cruzarse, que la historia cada uno de nosotros está escrita y que solo es cuestión de tiempo para que empiece a tomar forma, yo no creía en eso, no creía y sigo sin creer que el chico con el cual me había peleado durante meses por mensajes sea el mismo chico que ahora esta sentado a mi lado y viendo frente a frente.

—Era divertido molestarte— dijo dando una cucharada grande a su helado.

—¿Te parecía gracioso burlarte de mí detrás de una pantalla?— sentencie.

—Si, fue como molestar a un niño pequeño en internet, nunca pensé que te conocería— pronuncio con un descaro que sabía que me molestaba.

—¿Y por qué yo? ¿Por qué el molestarme a mí?

Posó sus manos en la barbilla y comenzó a sobarla levemente.

—No lo sé, cuando Dain dijo que no era ese el trabajo que íbamos a realizar yo me enojé bastante y me dijo que todo había sido tu culpa.

—Dian tuvo mucho que ver lo mataré en cuanto lo vea— reí por lo bajo.

—Gracias por invitar a desgreñarlo y después matarlo, bonita.

—Vamos a buscarlo, estará ansioso de vernos.

MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora