Prólogo
Aún recuerdo ese verano, aquel día, la brisa que corría y el viento que amenazaba, violento y enfadado. Aún recuerdo la tormenta que se aproximaba y las olas tan gigantescas que había a consecuencia de ello...
-Bueno, ya está-Dijo Joana. Esa tarde Nathan y Sam habían salido para comprar algo de cenar ya que nuestros padres no estaban y nos habían dejado alquilar una película.
El tocado que Joana hizo en mi pelo era precioso. La miré y sonreí. Joana era perfecta, era maravillosa y por mucho que quisiese odiarla no podía, ella era un ángel.
-Te ha quedado increíble-Dije. Ella me acarició los hombros mirándome orgullosa.
-Te haré este peinado para tu graduación, ya verás lo bella que vas a estar.
-No iré...
-¿Cómo que no?
-Nadie quiere acompañarme, soy la loca del agua,¿recuerdas?
-Esa gente solo piensa en sexo y en salir con amigos, no valoran tu inteligencia y menos tus gustos, créeme, es mejor ir sola que mal acompañada.
Asentí. Joana término de quitarme el tocado y bajamos al salón para ir poniendo la peli, justo cuando iba a encender la televisión se escuchó un trueno enorme. Joana y yo nos miramos y comenzamos a reírnos.
-Espero que no nos electrocutemos-Bromeó.
Me reí.
Nos asumamos como niñas pequeñas con ilusión a la ventana para ver cómo llovía.
-¡Ya hemos llegado!-Anunció Nathan. Entró al salón con Adam detrás. Los ayudamos con las bolsas. Nathan aprovechó y me revolvió el pelo.
-¡Oye!
Se rió a carcajadas y me derretí. Ese era el problema de estar enamorada de alguien que solo te veía como a una niña pequeña.
Sam me dio un beso en la frente.
-¿Has visto las olas que hay?-Me preguntó. Asentí y me senté en el sofá con una bolsa de papas.
Sam se sentó a un lado y Nathan a otro, con Joana en el otro.
-Va a estar así toda la semana-Dijo Nathan señalando a fuera.
Suspiré.
-¿Y esa cara de pena?
-Quería surfear mañana temprano.
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Cuando murió Joana.
Teen FictionCuando muere Joana, una joven surfista de apenas veinticinco años de edad, el mundo de Nathan se derrumba por completo, sus planes de futuro eran con ella, sus pasatiempos eran los de ella, su vida, era de ella. Sin embargo, la vida tiene que seguir...