Me maltrata | j.b

Segunda parte

Salí del baño luego de darme una ducha, Justin estaba trabajando, asique esta era mi oportunidad para irme de una vez por todas.

Luego de empacar toda mi ropa, zapatos, y demás cosas recibí una llamada.

- ¿Hola? – Conteste insegura.

- Hola amor – Contesto Justin del otro lado del teléfono – Solo llamaba para asegurarme de que estuvieras bien – Me dijo, a veces era tan bipolar.

- Estoy bien Justin, tranquilo – “Tú eres el único que me hace daño” pensé.

- Esta bien, así estaré más tranquilo…¿Sabes que te amo verdad? – Pregunto con un tono que me enterneció hasta las entrañas.

- Lo se Justin – Conteste conteniendo las lagrimas.

- Suspiro - Abby prométeme que siempre estarás conmigo, prométeme que nunca me dejaras – Contesto Justin con temor.

- Nunca te dejare Justin – Dije con la voz quebrada, le estaba mintiendo, pero era por mi bien, no podía seguir así.

- Gracias Abby, te amo – Dijo para luego esperar mi respuesta.

- Adiós Justin – Conteste y corte, me dolía tratarlo así, pero se lo merecía.

Cuando llegue a la casa de mi hermano, me recibió su esposa, Danielle, ella me caía muy bien, pero nunca llegamos a ser amigas, ya que Justin no me dejaba salir de la casa.

- Hola Abby - Me dijo sonriendo ampliamente – Liam se alegrara de verte por aquí.

- Hola Danielle… ¿Esta él en casa? – Pregunte, tenía miedo de que me viera así, llena de moretones.

- No, tenía una reunión, volverá tarde… ¿Estás bien? - Me pregunto.

- No Danielle…Se que no somos amigas, pero necesito contarle a alguien todo, y no pude ser a mi hermano, él enloquecerá si se entera – Conteste sollozando.

- Claro Abby, pasa por favor – Me dijo preocupada dejándome la entrada libre.

- Gracias Danielle – Le dije mientras entraba y me sentaba en el sofá blanco que había en la sala, era una casa muy bonita.

- ¿Qué pasa Abby? Puedes confiar en mí – Me dijo sonriéndome tiernamente.

- Danielle…Justin me pega – Susurre con lagrimas.

- ¿Qué? – Grito preocupada.

- Si Danielle, Justin me pega – Dije ahora llorando.

- Oh Abby - Rápidamente me abrazo. - ¿Por qué no nos dijiste nada? Sabes que Liam podía sacarte de ahí – Contesto triste.

- Tenía miedo, además no quería dejarlo ,yo lo amo, pero entendí que él lo único que hace es dañarme, mírame, estoy hecha un asco – Conteste separándome de ella y mostrandole los moretones que estaban tapados por mi ropa.

- Tranquila…Te prometo que Justin no te volverá a lastimar – Me alarme, estaba segura de que tenía pensado decirle a Liam todo.

- Escucha Danielle, no quiero que le digas nada a Liam, le diré que discutí con Justin, solo eso, tú sabes cómo es él, si se llega a enterar de algo de esto lo matara, lo único que quiero es olvidarme de Justin, dejarlo en el pasado – Hable rápidamente.

- Está bien, está bien, no se enterara de nada – Me contesto comprensiva.

- Gracias Danielle, me tengo que ir, necesito buscar un Hotel, me quedare ahí hasta encontrar algún trabajo para comprarme una casa, no pienso volver con Justin – Le dije mientras agarraba mis dos valijas dirigiéndome a la puerta.

- Claro que no, de ninguna manera, tú te quedaras aquí, no iras a un Hotel – Me contesto acercándose a mi tomando una de mis valijas.

- No Danielle, no quiero molestar – Conteste apenada.

- No molestas, estoy segura de que tu hermano estará muy contento de recibirte, te ah extrañado mucho – Dijo sonriendo-

- Esta bien, pero ayudare en la casa, y con los gastos – Acepte, quería pasar tiempo con Liam.

- Bien, Liam estará muy contento de verte – Sonriendo ampliamente.

Después de estar hablando un rato con mi cuñada, escuche la puerta abrirse.

- Ya llegue amor – Grito alguien desde la sala, Danielle se levanto y sonriendo se acerco a Liam para darle un corto beso en los labios, así éramos antes Justin y yo.

- Hola hermanito – Dije a sus espaldas, él rápidamente volteo sorprendido.

- ¿Abby? ¡Abby! – Grito sonriendo para luego abrazarme fuertemente.

- ¿Cómo has estado Liam? – Dije luego de alejarme con dolor en el cuerpo.

- Bien, pero te extrañe, trate de llamarte al celular pero nunca contestabas, pensaba ir a visitarte esta semana – Contesto con una sonrisa. – Que raro encontrarte aquí, ¿Paso algo? – Preocupado.