Capítulo 49: Calor

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ㅡ42, Lisa, perfecto. Tienes 42 de fiebre ¿Pero se puede saber por qué demonios no llevaste tu paraguas esta mañana? ¡Lisa, estoy hablándote! ㅡreclamó Junghwa mientras agitaba el termómetro y observaba a su hija debajo de una pila de frazadas con su nariz y rostro de un color rojo y sus ojos intentando no cerrarse.

ㅡLo olvidé ㅡsusurró Lisa con la voz desgarrada y tapándose cada vez más arriba para subir su cabeza pero Junghwa le quitó las frazadas y la volvió bajo su cuello.

ㅡUn martes, Lisa. Estamos a casi mitad de la semana y por un capricho deberás ausentarte a clases seguranente en resto de los días.

ㅡMañana voy a estar bien. Además el viernes Yuna cumple los años y hará una fiesta por lo que...

ㅡPor lo que nada. Estás volando en fiebre y yo no sé como demonios no te dio pulmonía... ¿Por qué te acostaste con la ropa mojada?

ㅡTenía sueño ㅡmurmuró Lisa efectivamente casi durmiéndose.

ㅡNo tienes 10 años, Lisa. Sabes lo que tienes que hacer y haberte dejado toda esa ropa durante el día iba a llevarte donde estás ahora... ¿Me estás escuchando?

ㅡAja... ¿Dónde está mamá?

ㅡSalió hace unos minutos de la clínica de tu prima y pasará por la farmacia... Voy por un vaso de agua y te prepararé sopa... Oh, que bien que llegaste ㅡmurmuró Junghwa al ver a su esposa ingresar a la habitación con una bolsa y pasar directo a Lisa.

ㅡHola, cariño ㅡla saludó Minya agachándose al lado de la cama y tomándole la frenteㅡ ¿Ha estado todo el día así? ㅡpreguntó volteando a ver a Junghwa.

ㅡDesde que llegó del instituto

ㅡSon las ocho, Junghwa. Deberías haberme llamado antes, entonces ㅡle reclamó Minya poniéndose de pie y sacando los medicamentos de la bolsa.

ㅡAh, no. A mí no me culparás, eh... No la escuché llegar y cuando vine a recoger ropa sucia la vi tendida durmiendo toda mojada. Es grande y sabe lo que hace

ㅡComo sea. Trae una jarra con agua, un vaso y una cuchara ¿puede ser? ㅡle ordenó Minta abriendo un jarabe y quitando luego una pastilla de una cajaㅡ Lisa ㅡla llamó moviéndole apenas el hombroㅡ despierta, hija, tienes que tomar esto para que te recuperes.

ㅡ¿Y Jennie? ㅡpreguntó la pelinegra totalmente dormida y acostándose más contra la cama.

ㅡ¿Cómo? ㅡpreguntó Monya acercándose otra vez a ella y sacudiéndola un poco másㅡ Lisa... Lisa... ¿qué fue lo que dijiste?

ㅡYa le pedí perdón y no quiere escucharme ¿puedes llamarla?

ㅡLisa ㅡalzó la voz la mujer con seriedad y la tomó por debajo de sus brazos para recostarla contra el respaldar de la camaㅡ Lisa estoy hablándote, despierta.

ㅡ¿Qué sucede? ㅡpreguntó la pelinegra refregándose los ojos y tosiendo al instante. Quiso volver a acostarse pero Minya se lo impidió y tiró las frazadas hacia atrás.

ㅡMantente despierta ¿está claro? Voy a darte unos medicamentos... ¡Apúrate Junghwa! ㅡle gritó a su esposo al ver que la pelinegra volvía a dormirse y cada vez estaba más colorada.

ㅡAquí estoy, aquí estoy ㅡllegó Junghwa con las cosas en su mano y acomodó rápidamente todo en la mesa de luz.

Minya fue la encargada de tomar nuevamente la temperatura y verificar la hora. Así como llevar ma cuchara a la boca de su hija llena de jarabe y obligarla a tomar luego una pastilla.

Ella misma también volvió a acomodarla y taparla para que el frío no la molestara y mantuviera bajo las frazadas el calor que necesitaba.

Ambos dejaron un beso en la frente de Lisa y bajaron a la cocina a cenar.

Profesora Kim | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora