6.- Curación

155 29 1
                                    

Shi QingXuan se arrastró hasta llegar a la cama y se tiró allí boca abajo, aguantando el dolor. Era una desgracia que no pudiera hacer nada sin lastimarse sus fracturadas extremidades, creía haberse acostumbrado a arrastrar ese dolor… pero no.

A pesar de tener varios años viviendo como mortal, no se había acostumbrado al dolor. Sin embargo, desde que había aceptado vivir al lado de cierta calamidad parecía que sua extremidades lastimadas dolían aún más.

He Xuan entró a la habitación con un montón de cosas de curación y sujetó a Shi QingXuan con cuidado, recostándolo boca arriba en la cama.

— No tienes que molestarte— dijo Shi QingXuan con una risa nerviosa.

— Sí tengo— dijo He Xuan—. Es mi culpa que estés así.

— En realidad…

Shi QingXuan calló abruptamente cuando vio a He Xuan sujetando su pierna lastimada y apretó los puños. A pesar de que trató de acomodar el hueso en su lugar con cuidado, el dolor recorrió el cuerpo de Shi QingXuan, que se mordió los labios para no gritar conforme su pierna era curada. De repente sintió la mano de He Xuan sellando algunos puntos de acupuntura y se quedó inmovilizado mientras el fantasma repetía el proceso con su brazo, curando después algunas heridas leves que tenía.

Una vez estuvo listo, desbloqueó los puntos que lo tenían inmovilizado.

— Trata de no moverte mucho— indicó.

Shi QingXuan asintió en silencio, confundido.

— ¿Por qué me estás ayudando?— preguntó—. No es que me moleste, para nada. De hecho te lo agradezco… ¿Pero por qué?

He Xuan lo miró en silencio por unos instantes y después dijo:

— Tú habrías hecho lo mismo.

Luego salió de la habitación. Al principio, Shi QingXuan seguía igual de confundido pero después comprendió lo que quiso decir. De haber sabido, él habría hecho lo que fuera para ayudar a He Xuan y a su familia: habría salvado a su hermana y a su prometida, habría cuidado de sus padres mientras estuviera en la cárcel, incluso lo habría ayudado a salir de allí. Si tan solo lo hubiera sabido…

¿Pero cómo sabría él que su hermano, a quien admiraba en demasía, haría algo tan malvado? Ahora que él estaba muerto, era su responsabilidad cargar con la culpa de lo sucedido.

— Yo no te culpo— dijo He Xuan días después.

— Me culpo a mí mismo— dijo Shi QingXuan—. Si no fuera tan inútil esto no habría sucedido. Pero a partir de ahora me esforzaré más.

El rey fantasma arqueó una ceja.

— ¿Piensas volver a ascender?— preguntó.

— Si eso me permite ayudar a más personas, lo haré— dijo Shi QingXuan con una sonrisa—. Haré buenas acciones por el resto de mi vida para evitar que algo como esto vuelva a pasar. Tal vez Su Alteza quiera ayudarme, él es muy bueno con las artes marciales y quiero aprender. También quiero cultivar seriamente para aprender a exorcizar el mal y…

Shi QingXuan miró el rostro ausente de He Xuan y ladeó la cabeza agitando una mano frente a él.

— He-xiong, ¿me estás escuchando?— preguntó—. Sabes que no me gusta que me ignoren.

— Eres alguien admirable, QingXuan— dijo He Xuan con una leve sonrisa.

El joven se sonrojó un poco al escucharlo. Era el primer elogio sincero que recibía en siglos, y sintió una calidez indescriptible.

Mis vidas contigo (Beefleaf Week 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora