La selección

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Durante todo el recorrido, los cuatro chicos la pasaron conversando.  Namyoon y Yoongi querían saber más sobre Jungkook así que le estuvieron preguntando de todo un poco.

Al menor le encanto estar en el compartimiento con ambos chicos, eran divertidos y sintió que podía confiar en ellos. Al igual que los mayores, Junkook también tuvo información.

Bim era el nombre del gato gordo de Yoongi, y como le había mencionado Seok, este venia de una familia algo pequeña que vivía en las colinas. Yoongi era el menor de una generación de puro Hufflepuf y no tuvo que hacer muchos gastos en los libros ya que su hermana mayor solo se los heredo. Namjoon en cambio era hijo único, pero el siempre creyó que la razón por la cual no tuviera un hermano, siempre fue el. Siempre paraba causando algún desastre donde iba, y sus padres empezaron a preocuparse tanto que lo llevaron a psicólogo, que según lo que entendió el, era una persona que analiza tu cabeza, por si tenía TDAH, lo cual no entendió tampoco. Pero ahora sus padres están mucho más tranquilos de saber  la razón y el también.

Al llegar al castillo, los cuatro chicos se alistaron para bajar. Yoongi saco una bolsa de tela donde Bim entro sin quejas sacando la cabeza perezosamente, por un lado.

A penas bajados del tren los de primer año fueron separados del resto, para tomar una ruta distinta al catillo. Solo los de primer año iban en barcas, que se movían solas, cruzando el gran lago hasta la entrada al castillo.

La vista al castillo era increíble, todas las luces se reflejaban en el lago, Jungkook creyó que era la vista más hermosa que jamás había visto y sintió una pequeña presión en el pecho.

Entonces oyó decir

-¿Sabías que el lema de Howgwarts es “nunca hagas cosquillas a un dragón dormido”?
Un chico delgado con cabello algo alborotado y con piel clara lo miraba, mientras Jung muy sorprendido y perplejo se voltio rápidamente a verlo.

-No lo sabía – dijo, pero luego lanzo una risa tonta – que frase más tonta ¡quien daría cosquillas a un Dragon dormido!
-Exacto, es súper tonta, a no ser que quieras morir carbonizado.

Ambos chicos rieron un buen rato hasta que el delgado chico miro el castillo.
-Y ves lo hermoso que es el castillo y no puedes creer que esa frase venga de ahí, pero me gusta, me gusta estar aquí.
-¿A qué te refieres?
-Ah…Bueno mis padres querían enviarme a Durmstrang, ya que tienen muchos contactos ahí, pero tengo un primo aquí que es un año mayor que yo y aceptaron que entrara aquí-  el chico hizo una pausa – por cierto, me llamo Tae Hyung

JungKook vio la mano estirada de este, y  alsó la suya para estrecharla. Jk aprecio mucho que el chico nuevo le sacara de la nostalgia que estaba sintiendo en ese momento, quizá estaba haciendo algún gesto o alguna mueca rara, pero no podría saberlo, el hecho de estar frente al castillo, donde sus padres amigos y familiares estudiaron y se desarrolló una de las más grandes batallas en la época oscura, lo hacía sentir tan emocionado.

Ambos terminaron su viaje en bote hablando de trivialidades. En la entrada al castillo, les esperaba un señor de aproximadamente 60 años, algo regordete y cabello rubio.
-¡Hola a todos! ¡por aquí por aquí! Júntense todos por favor- decía sin levantar tanto la voz a un par de estudiantes que pretendían tomar otro camino.
- Soy el profesor Lonbotton, bienvenidos todos – lanzo con una sonrisa mientras levantaba los brazos.
Entonces una ola de murmullos empezó, todos lo sabían, aquel profesor no era cualquiera, era uno de los que acompañaron y lucharon en el colegio y vencieron.
El profesor ante el ruido continuo:
- ahora les guiare rápidamente al gran comedor para su selección, síganme por favor.

Entonces giro en su sitio, con algo de dificultad, y camino hacia el gran comedor. Jk no pudo dejar dejar de admirarse por la estructura del castillo. Había tanto cuadros, y como los de su casa, estos se empezaron a mover mientras todos los estudiantes pasaban.

Al llegar ante unas grandes puertas, el profesor Lonbotton se detuvo, examino con la mirada que  todos estuvieran completos y con una sonrisa, abrió las grandes puertas.

El menor no pudo evitar cerrar los ojos cuando  una inmensa luz salió de aquel salón, pero al frotarse los ojos y ver que la iluminación venían de unas velas que  flotaban debajo de un gran cielo nocturno, no parpadeo ni un momento.

Ya se lo habían contado sus padres, tus tíos y recientemente su mejor amigo, pero era imposible no impresionarse por el encantamiento.
-Vamos chicos síganme – dijo el profesor mientras nos guiaba al gran salón.

Todos caminaron torpemente siguiendo al profesor, inclusive Tae y Jungkook no pudieron evitar tropezar con las capas de unos chicos que se encontraban adelante y chocar con sus espaldas            de los mismos cuando estos se detuvieron en seco, al llegar al pie del estrado.

Jungkook trato de ver a las personas que se encontraban sentadas en el estrado, pero le resulto muy difícil tratar de ver con todos los demás estudiantes algo abrumados. Entonces el menor entro en situación, había olvidado completamente la razón por la cual se encontraba a pocos metros del estrado, esto le llego como una bludger en la coronilla.  Trato de buscar desesperado a su amigo Seok, entre las 4 largas mesas, pero la única mirada que encontró fue la de Taehyung, algo tensa, pareciera como si el también se hubiera dado cuenta que estaban por hacer la selección.

El profesor subió los pequeños escalones y dio la cara a todos los estudiantes incluidos a los de primero que aun miraban de un lado para otro ansiosos.
-Vamos a empezar con la selección, se les llamará a cada uno por su nombre y se acercaran para que el sombrero seleccionador – dijo enseñando a los estudiantes, un gran sombrero, algo percudido y viejo - pueda designarles a la casa que pertenecen, entonces… - abrió un gran pergamino y dio comienzo a la selección.

En todo el gran salón se escuchaban gritos de emoción cada vez que un estudiante era seleccionado para una casa, la lista cada vez se hizo más corta y Jk paso de estar nervioso a eufórico. Realmente esto lo había puesto muy emocionado, las palabras de Seok resonaban en su cabeza “no tienes que preocuparte por nada, estarás en la casa que quieras estar, ya verás” y en la única casa que pensaba en ese momento era Gryffindor.

Miro a su alrededor notando que ya solo faltaban 5 estudiantes más, entre ellos Tae. Su mirada estaba fija al estrado, como si su vida dependiera de no quitarle los ojos de encima al sombrero.

-Oye, ¿estás bien? - susurro Jungkook
-Si si – dijo con voz entrecortada Tae – es solo que, estoy casi seguro a que casa iré, pero aun así estoy… ¿y si no encajo? Igual tengo a mi primo eso lo sé, pero en-
-No No lo digas- interrumpio Jk –no digas la casa, quedémonos así sin saber ¿qué dices? Al final seguiremos siendo amigos ¿cierto?

Para ser honesto consigo mismo JungKook no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba diciendo en ese momento, quizá haya sido la emoción de que estaban a solo 4 alumnos de ser llamados, pero lo que si sabía era que si quería seguir siendo amigo de Tae, le caía bien y entendió lo que le trataba de decir en ese momento, entonces queria seguir hablando con el  aun asi no se encontraban en la misma casa y pudo darse cuenta que su nuevo amigo pensaba lo mismo ya que  con una media sonrisa asintió y luego se alejó de el en dirección al estrado.

¡SLYTLERIN! Grito el sombrero y Tae fue recibido por una gran ovación de estudiantes de Slyterin, mientras Junkook esperaba su turno muy impaciente para que el sombrero lo designara a la casa que lo acompañaría por los próximos 7 años, Gryffindor.

Mi camino a Auror / La historia de Jung Kook en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora