abba

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"Mi primer error fue pensar que Harry estaba aislado del mundo. Que no sabía nada que no tuviera que ver con su pequeña vida en el campo. Bueno, probablemente no fue mi primer error, pero por ahí estaba.
Cada mañana, los trabajadores saludan a Harry con un buenos días y un pedazo de noticia que creen que podría interesarle. No me importa si no puedo hacer nada al respecto, me dijo, quiero saber qué está pasando allí afuera.
Harry no tiene teléfono celular o internet porque es la forma en que sus padres lo criaron y así siempre fue feliz, no entiende por qué arruinaría la armonía con la que vive cambiando eso ahora. Pero aún así, necesita no ser ignorante. Necesita saber.
Harry es una persona muy inteligente y curiosa. Sabe qué le duele a sus caballos con tan solo una mirada. Reconoce a sus ovejas (a las cuales nombró como a los personajes de diversos libros que ha leído en su vida) aunque luzcan (para mi) todas iguales.
'No entiendo cómo alguien podría vivir en un lugar que no sea así', me dijo mientras me llevó en una caminata por sus tierras que duró unas dos horas. 'Aquí tienes toda la libertad que puede existir. El aire es puro, los únicos sonidos son de los animales' Lo tuve que detener allí, riéndome ante el comentario del aire puro. Entiendo a lo que se refirió, pero no pude dejarselo pasar. '¿Acaso no hueles el aroma a heces de tus queridos caballos? ¿O ya te acostumbraste?' Cabe destacar que Harry ya sabe que esta es mi forma de hablar. No va a enfadarse, como yo tampoco me enfadé cuando me respondió: 'Prefiero olor a heces de animales que de personas, neoyorquino'
Touché. Él ganó esa ronda."

Esta mañana comenzó un poco diferente.
El café aún no había ingresado a su sistema cuando ya sabía que no iba a ser un buen día.
Harry no estaba en la cocina cuando bajó por las escaleras pero sí dos de sus trabajadores, que lo estaban buscando.
"¿No lo has visto?" Ni siquiera le dijeron su nombre, pues a quién otro iban a estar buscando.
Louis negó con la cabeza y se cruzó de brazos. Era una mañana fría de verano, al contrario de las anteriores. "Recién me despierto. Bajé y no está en la cocina"
Uno de ellos asintió. "No te preocupes. Cuando lo veas dile que los de la Corte Suprema están pensando en volver a quitar el derecho del matrimonio igualitario" El otro trabajador lo miró mal y le hizo seña de que se callara, pero este lo ignoró. "Son unos idiotas" Se dio la vuelta y los dos se fueron de allí como si no acabaran de empujar a Louis contra una pared de clavos, como si no acabaran de arrancarle los pulmones o de clavarle diez cuchillos en el pecho.
En ese momento hubiera deseado seguir ignorante al respecto. No le hubiera molestado esperar tres meses más hasta saber esa noticia. O no saberla nunca.
"Hey, hola" Harry lo saluda con la sonrisa mas inocente de todas. Y Louis quiere arrancársela y pegársela en su propia cara. O borrarse la memoria de los últimos cinco minutos. Quiere responderle, quiere decir algo, pero si abre la boca va a soltar un sollozo y no tiene ganas de explicaciones incómodas con alguien que, a pesar de todo, sigue siendo un extraño.
Carraspéa y lleva las manos a los bolsillos de sus shorts, donde puede apretar sus uñas contra su piel y concentrarse en ese dolor por un rato. "Buen día" Miente con una sonrisa que espera sea creíble. Es bueno mintiendo, así que Harry no nota nada extraño. Pero Louis tiene que decirle. Porque si no lo hace él, los otros lo harán y luego le preguntará por qué no le dijo nada.
Entonces lo hace.
"La Corte Suprema" Comienza y se detiene rápidamente. Controla su respiración y vuelve a empezar. "Dos de tus trabajadores querían que te avise que La Corte Suprema está pensando en rebocar el derecho al matrimonio igualitario" Espera que su voz y su semblante sean parciales. No quiere que sus expresiones delaten lo mal que se siente por dentro. No quiere hablar de eso con Harry. Le da terror lo que este le puede decir. No sabe qué piensa al respecto y, por su bien, tampoco quiere saberlo.
Harry deja una bandeja con huevos sobre la mesa. "Oh"
Louis se apresura a cambiar de conversación antes de que su corazón salte de su pecho. "Voy a preparar mi café"
Harry lo mira en silencio por unos segundos para finalmente asentir. "De acuerdo. Yo voy a..." Toma lo que dejó en la mesa y se acerca a la cocina. "Prepararé el desayuno"
Louis asiente pero no le dirige la mirada. No quiere pensar en la corta respuesta a lo que le contó. No quiere imaginarse por qué no dijo más nada. "Yo no tengo hambre" Soltó, aún sin mirarlo. Harry frunce el ceño ante eso. "Sólo tomaré mi café, si no te molesta"
Harry niega con la cabeza pero Louis puede sentir una pizca de confusión en su presencia. Luego asiente repetidas veces y murmura un: "Sí, no hay problema"
Louis lo mira por un instante para regalarle una sonrisa fugaz, que ni siquiera sabe si es capaz de ver.
"¿Cómo vas con el artículo?" Harry intenta hacerlo hablar, es probable que haya notado un cambio en su humor esa mañana.
Louis toma un trago de café y apoya los brazos sobre la mesa. "Oh, bien, sí" Se acomoda el cabello tras la oreja pero no dura mucho ahí. Aún no se acostumbra a no tenerlo tan largo como unos meses atrás cuando decidió cortarse varios centímetros. "Ya sabes..." Harry lo mira como esperando mas información. Louis no tiene mucho para decir, a decir verdad. "No puedo mostrártelo hasta terminarlo, pero...va bien, no te preocupes" En realidad siente que va más que bien. No pensó que tendría mucho para decir de un lugar así.
Pero puede que se haya equivocado.
Harry asintió y le dio un mordiscón a un pedazo de bacon. Louis se levanta de la mesa luego de decirle que va a subir a su habitación a escribir un rato.
"Oye, espera" La mano de Harry es tan grande que, cuando la apoya sobre la suya, la envuelve por completo, escondiendo hasta el último rastro de que la mano de Louis existió. Demás está decir, que ese toque lo toma por sorpresa. "Puedes escribir en cualquier parte de la casa" Quita su mano recién luego de acabar esa oración. Louis no debería haberlo notado, pero lo hizo. Así como notó el cambio en su voz. "No solo tienes que encerrarte en tu cuarto a hacerlo. Puedes escribir aquí en la cocina o en la hamaca" Señaló hacia afuera. "O en cualquier parte de la casa. Lugares son los que sobran"
Louis le agradeció con una sonrisa y una pequeña reverencia que hizo que Harry largara la risa mas tierna que había escuchado. Sonó como un bufido, en realidad, pero Louis lo definiría como una risa tierna.
"De acuerdo, te tomaré la palabra" Louis comienza a subir las escaleras cuando Harry le dice: "¿Quieres que te guarde bacon por si luego te da hambre?"
Louis lo observa por unos segundos antes de responderle. Realmente lo observa. Decide que asentir varias veces es respuesta suficiente. Harry hace lo mismo.
No puede evitar sentir el calor de la mirada de Harry siguiéndolo mientras sube cada escalón.
Durante el resto del maldito día, sólo pudo pensar en una cosa.
¿Harry estaba siendo bueno con él o le estaba coqueteando?

Querida Luna ▪︎ Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora