Capítulo 26 ✨

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Tal vez esta poquito 🔥

Santiago estaba empapado y se quedó parado en la entrada de la casa. Mayte fue a buscar una canasta para que se deshiciera de su ropa mojada y evitar un resfriado. Mientras Santiago se despojaba de su ropa ella lo miraba de reojo, amaba a ese hombre y anhelaba abrazarlo y protegerlo, lo que menos quería era que por estar tanto tiempo bajo la lluvia se enfermara, así que mientras subía a darse una ducha y cambiarse de ropa, ella fue hasta la cocina a preparle un café. Pero aún no entendía que hacía justo ahí si ella estaba enojada y no habían hablado hace algunos días. Decidió avisarle a su hermana que Santiago estaba con ella, Isabel insistió para que viera el dichoso vídeo y esta vez si lo hizo, Santiago nunca se había besado con Sandy y ella se sintió triste al haber dudado de él, el vídeo reflejó la distancia que marcaba siempre con la joven. En ese momento solo esperaba arreglar el malentendido con Santi.

Santiago te preparé un café -dijo pasándole la taza- yo no oí el timbre, por suerte Isabel me llamó si no estarías afuera aún - agachó la mirada-.

Gracias mi amor por el café -le sonrió- hablé con Isabel y decidí venir a pedirte otra oportunidad, hablemos porfavor -tomó un sorbo de café y luego acomodó la taza en la mesita-

No me digas así al menos hasta que arreglamos las cosas, pero yo también quiero hablar contigo -se cruzó de brazos-.

Pero afuera me dijiste mi amor, bueno yo también quiero hablar y lo haré primero, yo te necesito a mi lado mi amor, tú y mis hijos son mi vida el solo hecho de pensar estar lejos de ti me volvía loco, estaba desesperado nadie me quería escuchar ni me permitía hablar, jamás te haría daño a ti mi amor -entre lágrimas- Isabel tiene un vídeo -quiso continuar pero Mayte lo interrumpió-.

Debí haber confiado ti, pero el coraje me ganó y no razoné hasta ahora que vi el vídeo, discúlpame por no creerte Santi, el miedo de que te enamoraras de alguien mas joven me invadió y mis miedos e inseguridades volvieron a mi, yo te amo por sobretodas las cosas y quiero que sigamos juntos, pero si tú no quieres yo lo voy a respetar.

Mi amor pensé que no habías visto el vídeo y ya no querías saber nada de mi -dijo secando sus lagrimas- siempre te lo he dicho contigo quiero todo, tú eres mi complemento perfecto, mi alma gemela nunca nos vamos a separar, no tengo nada que disculparte, discúlpame tú a mí nunca debí permitir la llegada al restaurante de esa chica con Alicia sólo quisimos ayudarla pero ella lo malinterpretó -bufó-.

Tú también eres mi alma gemela mi amor -dijo levantándose para ponerse a horcajadas de Santi- nunca mas nos vamos a separar mi amor, extrañaba tanto sentirte así de cerquita -lo abrazó por el cuello- que me abrazaras, me podrías besar por favor -sonrió-.

Los besos que tú quieras y lo que desees, siempre voy a estar para complacerte May -acarició su mejilla- te amo.

Un beso volvería a sellar nuevamente su amor, ambos se necesitaban, los días sin estar juntos fueron eternos. Los besos se volvieron más intensos, Santiago bajaba sus besos al valle de sus senos haciendo que la respiración de Mayte se acelerara, mientras con sus manos acariciaba toda su espalda, caricias que comenzaron alborotar a Mayte.

Santi vamos a la habitación porfavor -susurró entre el beso-.

Lo que mi señora ordene, pero antes dame otro besito -le sonrió-.

Mayte le sonrió y lo volvió a besar, el aprovechó de tomarla por los muslos y con mucho cuidado se puso de pie, ella abrazó el cuerpo de Santiago con sus piernas, cuando llegaron a la habitación el pelinegro bajó de su agarre a Mayte y volvieron a juntar sus labios hasta que su respiración comenzó a faltar, Santiago fue dejando besos por el cuello mientras con mucha delicadeza comenzaba a desatar la blusa botón a botón, dejándola solo en ropa interior de encaje color blanco. Por su parte, Mayte le quitó la camiseta a Santiago dejándolo con el dorso descubierto, se abrazó a él y dejó un beso en su hombro para luego mirarlo, una mirada llena de deseo y lujuría, necesitaba sentir a Santiago junto a ella y sin mas lo besó y lo guió hasta la cama; se acomodó en medio y ella quedó a horcajadas de él, Santi llevó sus manos y delicadamente acarició sus senos, y ella hábilmente desató su brasier y él terminó de retirarlo de su cuerpo. Mayte comenzó a moverse lentamente dominando la situación, en un movimiento Santiago la dejó bajo su cuerpo y nuevamente besó el valle de sus senos, siguió bajando sus caricias y llenó de besos su vientre ya abultado, ella le dio espacio entre sus piernas mientras se deshizo de la ultima prenda que quedaba en el cuerpo de su mujer dejándola a su merced para amarla; ella le hizo espacio entre sus piernas y él siguió con sus caricias.

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