—¡Buenos días, Dream! ¿Qué te trae por aquí tan temprano? —La voz de Emily resonó hasta por el último de aquella habitación.
El mencionado, que se encontraba asomado por el marco de la puerta, la observó sonriente para acercarse y averiguar qué estaba redactando en la computadora que tenía frente a sus ojos. Una vez que alcanzó a ver el contenido, apoyó una de sus manos en su hombro, provocando que la chica se retirara los audífonos con curiosidad para escuchar cualquier inquietud que le pudiera expresar el soñador. No solían hablar mucho ya que como él era el secretario de Daristar siempre estaba corriendo de ahí para allá. Dream se quedó pensativo, formulando qué le respondería para no sonar sospechoso, puesto que por horario él tenía que llegar unas horas más tarde.
—Oh, nada, decidí venir más temprano para realizar un formato que Dari me solicitó para sus historias —mintió—. Por cierto, ¿sabes dónde se encuentra?
—Ella está en su despacho terminando de corregir un escrito que salió mal con la ayuda de Zombie y Roxa —explicó confundida sabiendo que configuraron el autocorrector para que no modificara palabras automáticamente—. Quizás podrías echarles una mano con eso.
Este asintió agradeciéndole por su instrucción. Soltó su hombro, se despidió de ella y se retiró de la habitación con un gran destello en sus pupilas. La chica de cabello voluminoso volvió a colocarse los audífonos dispuesta a continuar con su golpe de inspiración, mas al meditar en su extraño comportamiento muchas dudas surgieron en su cabeza. Se desconectó de su mundo lleno de creatividad para buscar respuestas claras a sus nuevas inquietudes, pausó la música y detalló la puerta manteniendo un semblante lleno de confusión. <<Aquí hay gato encerrao' —pensó Emily—. Iré a echar un vistazo sin que se dé cuenta>>. Guardó el documento que había estado editando por alrededor de una hora, se levantó de su asiento, dejó sus audífonos sobre la mesa y salió de aquel sitio siguiendo de lejos al esqueleto de pupilas doradas que entró en su despacho momentos antes.
Dream tarareaba una dulce melodía a lo largo de su camino mientras saludaba a todo aquel que se encontraba en su recorrido. Entre ellos estaba Soske, quien al ver a Emily escondiéndose en cada rincón que encontraba decidió preguntarle la razón por la cual lo hacía. Ella sólo guardó silencio y, sin perder más tiempo, volvió a seguir al soñador, dejando intrigada a la chica que sentía curiosidad por lo que fuera que estuviera sucediendo.
Subió las escaleras hasta el piso de Daristar, que estaba decorado con estrellas colgantes, plantas bien cuidadas y uno que otro poster de concursos disponibles durante ese mes. Cesó su melodía gracias a la música que colocaban en aquellas horas de la mañana y, cuando llegó a la oficina de la de cabello azabache, tocó la puerta esperando su autorización para ingresar. Tan pronto la obtuvo mediante un grito, abrió la puerta, entró y la cerró apoyando su espalda contra esta. Las miradas de las chicas se posaron sobre él, demostrando que rompió el silencio que momentos antes hubo. Gracias a que Nightmare desconfiguró el teclado en venganza por todas las veces en que Daristar lo atormentó, estaban aburridas haciendo cosas diferentes a sus responsabilidades a la vez que la mencionada intentaba a configurar todo de nuevo. Roxa estaba haciéndole una trenza a su mejor amiga porque sabía que le gustaban, Zombie leía con orgullo una copia en físico del primer capítulo de su libro hasta que recordó el diseño inicial que le dieron a Ezra, y Daristar tecleaba sin parar para comprobar las nuevas actualizaciones del teclado. Estaba tan ensimismada en su mundo que ni se daba cuenta de lo que Roxa le hacía en el cabello.
—Sé lo que hicieron —dijo Dream yendo al grano.
Cuando escuchó aquello, Daristar alzó su cabeza dirigiéndole toda su atención. Por supuesto que sabía a qué se refería, pero como era alguien de palabra se negaría a confesarle la verdad a menos que este ya lo supiera todo. Además, no quería meter a sus amigas en problemas por su imprudencia.
—¿De qué hablas? —preguntó haciéndose la loca.
—Cross les pidió ayuda para la cita de anoche, ¿no es así? —inquirió con una sonrisa.
Ante aquella acusación el grupo de escritoras se quedó en silencio, habían olvidado que el adorable esqueleto podía ver auras y que mediante estas las pudo reconocer. Intentaron engañarlo diciendo que tal vez confundió otras auras con las suyas, pero el soñador estaba convencido de lo que había presenciado. Finalmente soltó unas carcajadas para aligerar el ambiente y les agradeció por su esfuerzo en que anoche todo saliera perfecto. No estaba molesto, mucho menos incomodado, más bien estaba enternecido de que personas tan cercanas a él como lo eran ellas hubieran tomado cartas en el asunto. Además, sabía que el monocromático era muy tímido como para realizar estas cosas por su cuenta. Las chicas dieron un suspiro aliviado al ver que no estaban en problemas y Dream se despidió de ellas dispuesto a irse a ensayar. Pero cuando se acercó a la puerta, esta se abrió revelando al monocromático que vino a agradecerles por lo mismo.
—Oigan chicas, les agradezco por su ayu-... —Cross quedó paralizado al ver a su pareja—. ¡Dream! ¿Qué haces aquí?
—Oh, hey Cross, yo ya me iba —dijo con dulzura para besar su mejilla, provocando un fuerte sonrojo lila en su rostro—: Te veo luego, amor.
—¡Eh! ¿No querías que nadie se enterara? —cuestionó girándose hacia su dirección.
—Bueno, ellas ya lo saben. Además, nos ayudaron en secreto, ¿No? —Cross se quedó en silencio aún sonrojado, para entonces sonreír con malicia y salir tras el soñador, dejando la puerta abierta.
—En ese caso... ¡Regresa aquí que te voy a dar unos besotes! —exclamó persiguiéndolo.
—¡Cross, espera, no! ¡El resto no debe saberlo!
Una vez que lo atrapó, lo acorraló contra la pared y lo abrazó con fuerza para impedir que se escapara. El soñador correspondió al abrazo de mala gana y lo empujó contra otra pared en venganza. Así estuvieron por un buen rato, tirando objetos y peleando en juego hasta que sin querer Dream golpeó su espalda contra una mesa. Cross dejó de abrazarlo para llenarle el rostro con muchos besitos cariñosos en busca de distraerlo del dolor, pues sus risas nerviosas denotaron cuán doloroso fue el golpe. Dream opuso resistencia a sus muestras de afecto para evitar que los demás se enteraran de su relación, pero como Cross era muy terco hizo caso omiso a sus regaños.
—¡CROSS, NO!
—¡Cross, sí!
Las chicas se echaron a reír desde la oficina, una de ellas se levantó de su asiento y cerró la puerta para no molestarlos. Emily, por otro lado, veía todo desde la ventilación con una gran sonrisa. ¿Cómo se metió ahí? Nunca lo sabremos. Sólo sabemos que en este monumento del caos llamado "estudio" todo es posible cuando el chisme es bueno. Sólo esperemos que los retoños estén preparados para lo que les deparará el futuro, porque entre besos, flores y batidos sus responsabilidades podrían apagar esa chispa que alguna vez creció fuera de la rutina.
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Amor Fuera del Guión [Especial de San Valentín]
FanfictionDespués de tantos años trabajando en los mismos estudios y cumpliendo miles de papeles en nuevos proyectos, era inevitable que ambos esqueletos de personalidades tan diferentes experimentaran nuevos sentimientos a medida que su amistad y confianza s...