𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 1

6 1 0
                                    

"𝐓𝐮́, 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐡𝐚𝐬 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐯𝐞𝐫 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐚𝐬 𝐚𝐧𝐠𝐮𝐬𝐭𝐢𝐚𝐬 𝐲 𝐦𝐚𝐥𝐞𝐬, 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫𝐚́𝐬 𝐚 𝐝𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐲 𝐝𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐦𝐞 𝐥𝐞𝐯𝐚𝐧𝐭𝐚𝐫𝐚́𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐛𝐢𝐬𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚" 𝐒𝐚𝐥𝐦𝐨 71:20





Escucho gritos a lo lejos, siento muchísimo calor, como si estuviera cerca de una hoguera, trato de moverme pero algo me lo impide, las palmas de mis manos queman y siento un ardor por todo mi rostro, algo escurre de este y cuando siento un líquido tocar mis labios me doy cuenta de que es sangre, los gritos se hacen cada vez más fuertes, pero por alguna razón no logro ver nada; de repente, un intenso dolor viene a mi espalda, se siente realmente horrible, como si mi piel estuviera siendo arrancada.

-Este es el castigo que te mereces por tú traición – escuché la voz de alguien – A partir de ahora cargaras con tus pecados por el resto de tu vida.

"¿Qué mierda está diciendo?"

Poco a poco mi vista empieza a ser más clara, intento moverme pero cuando trato de alzar mis brazos, siento como si algo los retuviera, es ahí cuando me doy cuenta de que están sujetos a los lados por unas cadenas, las cuáles hacían que me ardiera la piel cada vez que me movía.

No lograba entender lo que estaba sucediendo, o de lo que ocurría a mi alrededor, lo único que podía distinguir eran las figuras de varias personas que me rodeaban y se encontraban por encima de mí,  trate de enfocar mejor mi vista y ver bien cómo era el lugar en el que me encontraba, pero lo único que alcanzaba a distinguir era un azul claro, lo cual me lleva a creer que este lugar puede ser el cielo, porque si de algo estoy segura es que en ningún otro lugar existe una vista cómo esta.

Aunque todavía no podía ver bien los rostros de las personas que se encontraban aquí, podía sentir su hostilidad hacía mi, iba a atreverme a preguntar lo qué estaba pasando, pero justo en el momento en que abrí mi boca, sentí el golpe de un látigo en mi espalda, seguido después de un desgarre en mi omóplato izquierdo. No pude siquiera gritar, porque el dolor fue tan fuerte que me dejó sin aliento.

"!¡¿Por qué me están haciendo esto?! "

-Este es tu fin... - dijo alguien a quién no alcance a escuchar el resto de la oración, y sentí como me empujaban y caía hacía al vacío.

La luz se hacía cada vez más lejana e ilusamente extendí mi mano para tratar de alcanzarla, pero mientras más caía, más lejos estaba, y al ir cayendo, poco a poco empezaba a verme envuelta en llamas, y sentía como cada vez más estaba llegando al abismo y el fuego sólo incrementaba, cuando ya sentía que estaba más cerca del suelo cerré mis ojos esperando el golpe.

Luego desperté.



































Sudando y jadeando desperté con el corazón a punto de explotar, la sensación de estar cayendo todavía podía sentirla, junto a un dolor punzante en la cabeza, me llegaban como un torbellino un montón de imágenes que iban y venían tan rápido que no lograba aclarar mi mente,  podía sentir el calor en mi cuerpo y mi espalda picaba al recordar el golpe que recibí por el látigo, mire mis manos para ver si estaban igual de heridas, pero solo tenían algunas magulladuras que estaban cubiertas por vendas todas sucias.

Tenía la frente toda llena de sudor y mi ansiedad todavía no desaparecía. Parpadee para enfocar mi vista y ver en dónde me encontraba, pero estaba algo oscuro, había un poco de luz que sobresalía de unos barrotes que estaban casi cerca del techo de esta habitación, y pude darme cuenta que no era  tan estrecha, pero si muy descuidada y con mucha humedad debido a las goteras que había, se sentía algo de frío, como  si fuera una mazmorra o sótano.

Los Herederos del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora