Souya mecía una pluma entre sus dedos con ímpetu, como si tratase de centrar toda su frustración en el. Pasó el último par de horas tratando de averiguar como haría para estar en dos lugares al mismo tiempo.
Por un lado, estaba el evento que llevaba esperando más de dos meses, donde se reunirían los cirujanos más prestigiosos del país; los mismos que él consideraba sus ejemplos a seguir. El evento era exclusivo, ningún residente podía asistir a dicha reunión, pero Souya se consideraba en extremo afortunado al conseguir una invitación exclusiva del director del hospital donde trabajaba.
Sólo que su tan esperado evento coincidía con la fiesta de bienvenida del nuevo cirujano en jefe, dicha fiesta donde tenía la obligación de asistir.
No podía negarse de ningún modo, y aunque no le importaba la llegada del nuevo jefe en absoluto, todos los residentes estarían allí, no podía ser el único en faltar. Además, había recibido amenazas del actual jefe de cirujanos, si no quería ganárselo de enemigo en sus últimos días en el hospital, debía asistir.
-¿En que tanto piensas? -La voz de Hakkai sonó baja y profunda, provocando un leve sobresalto en el joven. Souya dejó caer la pluma de entre sus dedos y se enderezó sobre su asiento rápidamente, dirigiendo su atención hacia su amigo.
-Hakkai, ¿Qué haces aquí?
-Mi guardia terminó, así que vine a ver si vamos a casa juntos.
Souya soltó un suspiro y asintió en respuesta. Hacía horas que había acabado su trabajo, pero no quería ir a casa antes de hallar una solución a su dilema. Pero en ese momento tenía a su mejor amigo en frente, y como dice el dicho: dos cabezas piensan mejor que una.
Souya le platicó sobre sus angustias durante el trayecto a casa, y como era de esperarse, Hakkai escuchó atentamente a cada una de sus palabras. Hakkai sabía cuán importante era para su amigo aquella reunión con sus grandes ídolos y todo el tiempo que había esperado por una oportunidad como esa. Entendía mejor que nadie la frustración que sentía y deseaba poder decirle que dejara de lado la fiesta de bienvenida y fuera tras sus sueños; pero necesitaba la recomendación del jefe y este había sido claro, si Souya no se presentaba en la fiesta, no sólo no tendría la recomendación, sino que lo tendría de enemigo.
-Esto apesta, ese viejo te dejó sin opciones.
-Lo sé, supongo que tendré que ir a la dichosa fiesta, aunque yo realmente deseo ir a la charla. Como sea, no es como si pudiera estar en dos lugares al mismo tiempo.
Tras sus últimas palabras, Hakkai detuvo el carro abruptamente y exclamó con alegría. -¡Angry, eres un genio! -Sus ojos parecían brillar de la emoción por lo que Souya lo miró atemorizado, él parecía tener una idea y por lo general sus ideas eran siempre alocadas.
-Tengo miedo de preguntar que se te ocurrió ahora. -Hakkai simplemente sonrió mientras ponía nuevamente en marcha el vehículo-. Pero habla.
-Si puedes estar en dos lugares al mismo tiempo, tienes un doble exacto. -A Souya se le iluminaron los ojos como si hubiera descubierto la manera de solucionar el calentamiento global, ¿cómo no se le ocurrió antes? Su hermano Nahoya podía suplantarlo.
-¡Smiley! Claro, él puede hacerlo. ¿Por qué no pensé en eso antes?
La risa de Hakkai se hizo presente, llenando de alegría el carro y su vista viajó hasta el rostro de su amigo, a este le brillaban los ojos de la emoción; y Hakkai podría descifrar a través de ella toda la felicidad que Souya sentía por dentro. Eran pocas las veces que podía apreciar la alegría en ese rostro usualmente inexpresivo, y aunque nunca antes lo había visto sonreír, era capaz de detectar sus emociones a través de sus ojos.
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Sweet Liar (Angry x Rindou)
Fanfiction"¿No se trata de hipocresía, Souya? Alegas odiar las mentiras, sin embargo, desde el momento en que nos conocimos, no has hecho más que engañarme, mi dulce mentiroso."