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No es frecuente que Ivan visite Puerto Madero.
Odia las áreas abarrotadas llenas de gente y el ruido que las acompaña, porque nunca fue muy extrovertido y prefería la tranquilidad de su departamento. Pero a Rodrigo, su amante, o ex-amante, le encantaba, y siempre le ha gustado la emoción desbordante que gira en torno a la atmósfera animada. Muchos recuerdos se formaron por aquí, el recuerda cada detalle de ellos. El único momento en que tolera a la gente es durante el gran festival, cuando las luces de las linternas y los fuegos artificiales iluminan el cielo, y siempre se ha divertido mucho con todas estas tecnologías que los humanos han llegado a crear.
La suave brisa del rio le recuerda a su sonrisa, tan cálida, tan despreocupada y tranquila, como si cuando él estába con el, las cadenas que lo ataban todos los días de alguna manera se desvanecian mágicamente.
El calor estruendoso del verano, caliente y ardiente, como el color que emitian sus ojos verdes. Le recuerda la visión que siempre llevaba consigo, siempre tan feroz, astuto y apasionado, un reflejo de su personalidad conmovedora.
El aire fresco del otoño le recuerda su toque fresco, tan suave y gentil, acariciando sus mejillas llenas de lágrimas. Oh, cómo extrañaba su consuelo cuando las pesadillas venían y lo perseguían. El le trajo tanta alegría que en mil años de existencia solo pudo soñar.
Y luego llega el invierno. Quizás ahora es cuando más lo extraña. Lo recuerda muy bien como si fuera ayer, el día en que el rojo fresco de la sangre, de su sangre, se filtro en la nieve, su cuerpo vulnerable contra el duro frío del invierno.
A la reminiscencia siempre le sigue el arrepentimiento. Lamenta no haber venido a salvarlo antes y la culpa que ahora lo devora junto con su karma de cómo fue demasiado lento para responder a sus llamadas. Pero prometió que no llorará. El siempre le había dicho que sonriera, incluso en momentos como este, y aunque le resulta físicamente imposible imaginarse a sí mismo con una sonrisa, lo hace de todos modos, si es por el, haría cualquier cosa.
"Dejaré este mundo mucho antes que tú, pero cuando lo haga, sonríe para mí, porque eso significa que te estaré esperando en un universo mejor, donde se encuentran nuestros finales felices".
Conoce bien el sabor amargo del duelo, y se siente tan perdido a veces, cuando todos los que había amado lo dejaban lentamente uno por uno. Su hermano, sus hermanas, oh, y cómo extrañaba tanto a sus amigos en momentos como este. Tomas haría una broma o dos y tal vez Alejandro prepararía su plato favorito para consolarlo, con la esperanza de animarlo.
"Te preocupas demasiado por los demás, mírate Ivan".
Tal vez lo hace, pero debería haber sido él quien le dijera eso. Si no se hubiera arrojado imprudentemente para salvar a los demas, tal vez todavía estaría aquí con él, Rodrigo seguiria aqui con el. Se sacrifico para salvar las vidas de simples humanos, él siente que la sangre hierve en él, lo enfurece tanto que quiere culparlo por lo que su mente podría estar pensando en el momento. Pero también era propio de el considerar la vida de otros seres por encima de si mismo. Los humanos son seres que en su vision no merecen misericordia, de tantos seres extraordinarios que existen estos son los que dominan el mundo.
"Una vida es una vida, ellos merecen vivir tanto como nosotros Ivi".
Ivan tiene todo el tiempo del mundo para estar con Rodrigo, incluso si dentro de siglos el será solo un recordatorio de quién fue él una vez y a quién amó. Es una de las muchas otras cosas que teme, olvidarlo, ¿y si un día todos sus recuerdos de Rodrigo no son más que alucinaciones e imágenes inventadas? Así que se asegura de cortar girasoles recién cultivados todos los días y colocarlos en un bonito jarrón pequeño como recordatorio de su amor por el.
Los girasoles se marchitan rápido, tan rápido como su vida. No importa cuántos ramos de flores haga o cuántos platos capelettinis coma, nada se comparará con Rodrigo. Todo esto será para siempre solo un vistazo de lo que solían ser, de lo que él era para Ivan y del futuro que les depara su amor. Tal vez estaban destinados a estar en una vida en la que él no le debe nada al mundo y tal vez entonces, su amor fugaz florecerá.
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