Capitulo 26

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Narra Lucas

¿Y este dolor en mi pecho? Estoy vacio, sin nada, me hace falta todo, supongo que ella era lo que hacía que mi mundo siguiese girando, lo que hacía mi mundo un poquito mejor, con ella me sentía feliz y ¿ahora qué? Como sigo sin ella, como sigo sin el engranaje más importante del reloj que mueve las agujas, esas agujas que mueven mi mundo. Ya ni la vida pasa, ni el tiempo, sin ella no soy nada.

Tengo ganas de verla y decirla lo que siento, ver esa sonrisa inocente y tímida que siempre la conseguía sacar, todavía ocupa mi mente, últimamente intento distraerme porque a la mínima su recuerdo invade mi mente y su risa mis oídos, su pelo rubio... Esas camisetas anchas que no me gustaban nada... Y no hablemos de sus pantalones... Soy patético. Ahora mismo me muero por hablar con ella, pero supongo que seguiré muriéndome porque eso no sucederá, no sucederás Luccia, no sucederás.

De repente entra mi madre y la imagen de Luccia se me borra.
-Hijo, ¿tienes que hacer la compra recuerdas?
-Sí mamá.
-Pues venga, ¿y qué te pasa? Ultimamente estás...
-Pues claro que me pasan cosas mamá, una sola palabra, Luccia, pero paso de hablar más porque tú nunca has estado cuando te he necesitado y no creo que vayas a empezar a hacerlo ahora.
-Hijo...
-Dame el dinero.

Después de esa conversación incómoda voy a hacer la compra y su recuerdo vuelve, que pena que ella no lo haga... Te echo de menos...

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