¿Café o té? (EN PAUSA)

Capítulo 13 "¿Número equivocado?"

Me observe en el espejo por enésima vez intentado encontrar el atuendo perfecto, esta era la quinta vez que cambiaba mi atuendo, consistía en unos jeans ajustados típicos de mi, zapatos de tacón negro, median aproximadamente seis centímetros, una camisa suelta con tirantes color rojo, bastante sencilla y un suéter largo que cubría hasta un poco más abajo de mi trasero color negro, era bastante casual y la combinación de colores era bastante sencilla, quizás demasiado... Tal vez deba probar con otro, quiza si cambio la cami-

Tres toques continuos en la puerta hicieron que mis pensamientos quedarán interrumpidos, me acerque rápidamente a ella alejándome del espejo cuerpo completo que se encontraba dentro de las puertas del armario color caoba, la abrí y me encontré con un Zayn bastante arreglado, tenía unos jeans algo ajustados pero no al punto de verse afeminado, calzaba unas vans negras bastante características de el, una camisa blanca cuello en "V" que de este ángulo no puedo detallar muy bien debido al saco gris claro que abrocho en medio de su abdomen, su cabello estaba parado en punta como siempre suele llevarlo, su creciente barba habia sido removida dandole un aspecto mas joven y fresco, en pocas palabras el hombre se veía jodidamente hermoso, sencillo pero no al punto de parecer desarreglado y formal pero no al punto de exagerar y he aquí señores cuando vemos las ventajas de ser un jodido dios griego.

Zayn se dio cuenta de mi leve pero indiscreta mirada, observándolo como si quisiera memorizarlo, sentí como el calor subía a mis mejillas poniéndolas de un color carmesí cuando una sonrisa ladeada apareció en sus labios.

— ¿Que opinas?

Le di una mirada irónica, el sabía muy bien que había quedado encantada con su vestuario, solo quería fastidiarme.— Que parezco un trapo viejo y usado vestida así al lado tuyo —me di la vuelta mientras recorría de nuevo la habitación y me adentre al armario buscando alguna prenda que sirva.

Sentí los pasos de Zayn tras de mi, aunque no podía verlo podía sentir sus sonrisa burlona.

— Kelsey, ¿porque actuas como chica? Hasta donde recuerdo lo único femenino en ti, es tu vagina —Su voz estaba llena de burla, rápidamente me gire hacía el mientras entrecerraba mis ojos y arrugaba la camisa que sostenía en mis manos.

— Oh, que curioso, la última vez que me fije tenía más bolas que tu —Le sonreí mientras lanzaba la prenda en su dirección, el la tomo en el aire con facilidad, la llevo a su pecho haciendo una mueca de dolor.

— Touche

Lo ignore mientras me giraba de nuevo en busca de algo, removí un poco más.— ¿Por que no puedo tener el armario de las Kardashian? —lloriquee como nena.

Zayn río, me gire de nuevo hacía el pero ya no se encontraba tras de mi, ahora estaba sentado en la cama con sus brazos estirados hacía atrás sosteniendo su peso, tenía una sonrisa en el rostro, a el le parecía gracioso.

— Imbécil —murmure más para mi que para el mientras volvía a darme la vuelta, para mi desgracia el chico escucho.

— Kels —Escuche llamarme, me detuve y me gire de nuevo encarandolo.— Estas hermosa, y hablo en serio, si no te lo dije antes es porque quería molestarte, pero de verdad estas muy linda, no necesitas cambiarte —sonrió, con esa sonrisa que el tiene.

Supongo que mi cara demostró que no creía sus palabras, así que se puso de pie y camino hasta mi, nuestras miradas nunca perdieron el contacto, el llegó frente a mi y me tomo de los hombros, girándome sobre mis talones, me arrastró un poco más hacía dentro del armario y me coloco frente a uno de los espejos, el estaba tras de mi sosteniéndome de los hombros aún, ambos nos reflejamos.

— Dime ¿que es lo que no te gusta? —Antes de que pudiera responder el prosiguió— te ves bastante bien, no necesitas nada de esto para impresionar a tus padres, ellos conocen todas y cada una de tus facetas, ¿de verdad piensas que ellos si quiera se fijarán en lo que llevas puesto, o en lo muy bien que se te ve el cabello alisado, o en los tacones gigantes que estas usando en este momento? Ellos se fijarán en la mujer en la que te has convertido, en lo mucho que has cambiado y obvio en tu maravilloso prometido —reí ante su mención, el amplio un poco más la sonrisa y siguió— estas siendo la típica adolescente que no tiene que ponerse y se queja hasta llorar, yo no me pienso casar con una chica así, te recomiendo amor que te controles —dijo en tono de burla.