Jungkook sabe que el niño nuevo es un superdotado, y le lanza papelitos para llamar su atención por que es la única manera que conoce para socializar.
Taehyung tampoco es bueno haciendo amigos, mucho menos en una escuela y ciudad completamente desco...
El sol radiante del mediodía los encontró a los dos bajo un almendro joven, disfrutando de sus almuerzos en silencio.
Bueno... no tanto silencio.
-Una vez cuando yo era pequeño-comentó con gracia, y señaló el contenido de su lonchera-, me comí una bandeja entera de sándwiches de queso y jamón. Tenía mucha hambre, eso creo, pero no lo recuerdo exactamente bien. Mamá dice que me escondí en mi habitación para que no me viera, como siempre hacía cuando era algo malo al igual a la vez que me robe una de sus...-los ojos marrones se clavaron en los del mayor, y sintió la vergüenza pintarle la cara-. Estoy... ¿estoy mezclando las cosas, verdad?
Jungkook asintió, una sonrisa adornó sus labios.
-Lo siento, no puedo controlarlo. No aún, pero mi mama dice que eso es por que cuando yo-... ¡aish, otra vez!-se golpeó la frente con una mano, y prefirió terminar su almuerzo sin mirar a su amigo.
¡Qué vergüenza, por Jesús!
Nunca antes había odiado tanto distraerse o ser hiperactivo como cuando estaba junto a Jeon; y quizá era por que éste era tan tímido que no soltaba palabra alguna.
Jungkook le tocó el hombro para llamar su atención.
«A hyung le gusta mucho verte hablar, Tae. Y a tí te gusta hablar mucho.»
Kim le sonrió.
-A mi me gusta que estés conmigo, Jungkook.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
