34

755 119 5
                                    


Todo fue mortalmente rápido, ese día todos estaban ocupados por alguna razón excepto dos chicas y dos chicos en especial.

Lance había matado su espalda en favores para el entrenador cuando pidió prestado por unos minutos el gimnasio para su gran revelación, Marcy había ayudado con mucho gusto como siempre colgando globos, inflándolos y quejándose de que se le iba el aire todo el tiempo. Wanda estaba preparando a Walter mental y físicamente para que se viera todo precioso para Lance (lo cual el moreno no entendía porque Walter se veía magnífico con lo que se pusiera o con lo que no se pusiera).

—Concéntrate viejo pervertido—Marcy lo golpeó en la nuca viendo de reojo los ojos brillosos del moreno.

—Hey, no soy un viejo pervertido ¡Soy solo un año y medio mayor! —Refunfuño tontamente. Marcy le dio una mirada divertida viéndolo seguir quejándose y lanzando serpentinas rojas y blancas por el lugar, ella pensaba que con tanta decoración bien pudieron esperar un mes y unos días más para que se hiciera en San Valentín.

—Si sacas cupidos en pañales de tu mochila voy a pegarte con esa silla de allá—Amenazó la chica señalando la dichosa silla de metal, Lance frunció el ceño

—¿Debí haber comprado cupidos? —preguntó, Marcy se quejó.

—Dios, no—Ella palmeó el musculoso brazo de su mejor amigo. —Solo se tú mismo y espera lo mejor Lance, te apuesto a que Walter no va a mirar demasiado en las decoraciones. Le importas tú. —Lance pudo haberse sonrojado, pero giró tan rápido que Marcy no estaba segura

—Si bueno, vi ese dorama anoche. El de la actriz coreana—Marcy apretó los labios diciéndose que su amigo era un bobo sentimental—Y él chico hacia todo esto por ella—Lance señaló alrededor a los globos, la pancarta y las serpentinas—Creí que sería apropiado—Marcy negó suavemente, su cabello balanceándose.

—No puedo creer que realmente vieras esa cosa—Lance se encogió de hombros de nuevo, no lo diría en voz alta para ella, pero casi no había dormido nada porque sabía que este día era él día y todo eso lo puso aún más nervioso y acabó buscando a la actriz esa lo cual lo llevó a ese dorama romántico y cursi que al parecer le gustaba a Walter. —¿Fue bueno al menos? —Lance no respondió.

Marcy miró a su amigo y lo encontró con los ojos fijos en la pequeña figura temblorosa parada en la puerta del gimnasio.

—Oh—Ella sonrió dulcemente y se alejó para encontrarse con Wanda y sentarse lo bastante cerca para verlos y escuchar, pero lejos para no ser muy entrometidas.

—Hola—Saludo Walter cuando finalmente llegó hasta Lance

—Hola—Devolvió el moreno con nerviosismo

—Uhm, ¿Llegue muy pronto? —Lance ladeo la cabeza un poco, mirando abiertamente como un enamorado

—¿Lo hiciste? —Pregunto medio registrando lo que el chico le decía. Los nervios se le habían ido desde el segundo que lo vio. —Quiero decir—Lance se aclaró la garganta—No, no lo hiciste. Estás justo a tiempo—Walter sonrió, le echó una mirada al cartel y se mordió el labio.

—Oh no, él realmente vio el dorama—Walter se veía hermoso sonrojado. Lance inflo el pecho con orgullo.

—Claro que sí—Walter se rió leyendo las palabras que, aunque no eran exactas todavía tenían el toque de su admirador secreto.

—Entonces—Walter se balanceo en sus talones—¿Dónde está él? —Lance estaba a punto de acercarse a besarlo, pero se detuvo a tiempo para mirar los inseguros ojos de Walter.

Lance sonrió un poco, culpable y con el corazón martilleándole en el pecho. Estaban tan cerca que Lance pudo poner sus manos en las manos blancas de Walter, las sostuvo tiernamente hacia arriba y empezó a hablar.

—Yo te vi el primer día que pisaste esta escuela—Dijo Lance—Traías una ridícula playera estampada con un hombre barbón de pelo blanco—Walter dijo "Einstein" en voz baja y Lance sonrió con ternura—Yo estaba caminando hacia mi casillero cuando te tropezaste justo a tiempo para que yo te notara, tirado en el pasillo con todos tus libros tirados—Walter hizo un vergonzoso ruido mirando hacia abajo.

—No puedo creer que me vieras caer así—Lance se rió de su cara avergonzada.

—Te he visto caer más veces a lo largo del tiempo, créeme. —Walter con su inteligencia pareció de repente muy interesado en esa declaración—Así que no te ayude, eso hubiera sido reaccionar más rápido de lo que podía en ese momento. Tú eras simplemente el ser humano más espectacular y raro que había visto en mi vida. —Walter tenía los ojos brillantes, estaba mirando a Lance como si fuera el sol saliendo en un horizonte pintado en acuarela, totalmente cálido y emocionado.

—Torpe, raro, flaco y con un montón de ideas de inventos extrañas...—Comenzó diciendo Walter recordando esa primera nota con facilidad, la había leído ya tantas veces desde que la recibió, Lance le acarició el rostro con ternura.

—Así que por favor haz que deje de estar tan perdidamente enamorado de ti—Walter tenía los ojos empañados, los labios temblorosos y se sentía como montado en una montaña rusa. La voz de Lance era tan cálida y su toque tan amable, el moreno aun parecía un poco avergonzado por sus palabras cursis pero también estaba recto y sus ojos mostraban toda la seriedad necesaria para hacerle saber al castaño que no estaba bromeando.

—Eres mi admirador—dijo Walter con una gran sonrisa.

—¡Acosador! —añadió Marcy en un grito, Wanda la codeó para que no interrumpiera.

—Lamento no haberme acercado a ti como las personas normales hacen—Dijo Lance en voz baja, Walter se rió

—¿Bromeas? Eres del equipo raro, nosotros no hacemos las cosas como las personas normales—Y para declarar su punto Walter se colgó a su cuello y lo beso.

Hubo aullidos de las testigos, flash de cámaras y un montón de gritos, pero a ellos no les importó. Manos que se aferraban al otro, cuerpos acomodándose juntos y labios encontrando la danza y el movimiento correctos para encajar.

Eran ellos y solo ellos enamorados, tontos, perfectos y raros.


Walter: 

Eres hermoso y te quiero como no tienes idea. Me haces reír, llorar, sentirme celoso y me ayudas a mejorar, pero lo más importante que me haces sentir es amor.

Por favor acepta a este admirador raro en tu vida.

Perdidamente enamorado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora