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Creo que tu grito es un sí. En la cancha en media hora.


Cuando una muy sonriente Wanda le dio a Walter la nota que Marcy le paso a escondidas Walter casi se mata en sus saltos y gritos de emoción.

—¡Oh por dios! Yo...—Walter miró a Lance a la distancia, su corazón se desboco irremediablemente bombeando un sentimiento cálido por sus venas.

—Vamos, almorcemos y te preparo para tu encuentro—Walter sentía el estómago revuelto, sus empañados ojitos aún puestos en el alto moreno que estaba riéndose de algo ajeno a la emoción de Walter y a metros de distancia.

Como movido por sus pensamientos Lance giró a mirarlo, su sonrisa calentó el corazón del castaño y cuando lo saludó agitando la mano Walter se dio cuenta de lo mal que estaba.

Oh dios, él realmente se había enamorado de un par de papeles absurdos, un hombre sin rostro y... Lance, su dulce, dulce Lance.

Perdidamente enamorado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora