• Acuerdo V

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Un año y medio después...

¿

Qué es peor que una mujer molesta?

La tela se deslizó por si piel y pequeños mordiscos calentaron su cuello en una suave caricia.

¿Qué es peor que una mujer aparte de molesta... sea resentida?

La cama hacia un ruido sordo en compañía con los gemidos de ambos amantes.

Las noches en Santorini eran maravillosas, el pueblo de Pyrgos no era una zona tan turística pero en las fechas correctas se llenaban se abarrotaban sus calles estrechas y confusas.

Era el lugar correcto para una escapada de amantes, de amigos secretos.

Los Agreste en sus inicios habían comprado una propiedad en potencia que daba una excelente vista al mar, la habían transformado en una posada donde los turistas y... parejas, pudieran esconderse y pasarla bien sin la molestia de nadie.

Al ser un pueblo no tan conocido, no muchas personas acudían, solo en las fechas correctas y festivas.

Era un poco complicado llegar, debido a los estrechos, confusos y diversos callejones del pequeño pueblo, con algo de suerte podías si quiera entrarlo, el lugar perfecto.

Ese era el caso de estos amantes.

Ambos querían escapar un rato de sus vidas cotidianas, de la presión que llevaban encima y relajarse ambos. Juntos.

- Eres hermosa - murmura el hombre mientras no dejaba de chocar su carne contra esa zona mojada y caliente - Oh, eres preciosura - murmura ido y besa los labios de su amante.

Esta le contesto apasionadamente y pasó sus manos en aquel cabello sedoso y brillante.

¿Qué tanto daño haría unas copas a la luz de la luna? ¿Era dependiendo del tipo de bebidas y de los individuos?

- Más, más - murmura la mujer dejándose dominar por las sensaciones de su cuerpo.

No recordaba la última vez que se sentía así, tan, pero tan bien... pero muy dentro de ella, sabía que estaba cometiendo un error.

Maldito alcohol...

- Ya casi - gruñó el hombre tomando con sus manos esas piernas que lo volvían loco - Estoy... oh - gime mientras empuja más rápido y demandante.

- Sí, si, si - murmura la mujer y aprieta entre sus dedos las sábanas de la cama con fuerza.

¿Era peor una mujer molesta y resentida?...

- ¡Adrien! - exclama la mujer al llegar a su orgasmo y el rubio sonrió orgulloso.

Una mujer molesta, sentida y celosa... era peor que una mujer borracha.

Adrien beso apasionadatemente a la mujer y miró sus ojos.

Unas perlas más hermosas que el mar.

- Eres hermosa, Marinette - murmura Adrien y ambos se besan tiernamente.

(...)

Marinette despertó con un leve dolor de cabeza, suspiro y estiró su cuerpo sobre las suaves colchas.

Pestañeó algunas veces despertando se y pronto se dió cuenta que no estaba en su habitación. Gruñó y se sentó en la cama cubriendo su cuerpo.

Pasó una mano por su rostro y miró al joven rubio dormido plácidamente a su lado.

Lukanette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora