You.

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A veces me preguntó si realmente llegué a conocerte. Supongo que fui ingenuo al pensar que nuestro amor podría abarcarlo todo, todas las heridas y los vacíos que cada uno tenía se podían curar a base de besos y caricias.

Pero, ¿quién podría culparme?

Aquella noche de lluvia, donde fue la primera vez que nuestros cuerpos coincidieron. Me acuerdo aún perfectamente el sonido de tu voz, siendo acompañado de las gotas de lluvia alrededor, aunque hasta el día de hoy sigo sin saber si lo que había en mi rostro eran gotas de lluvia o lágrimas. No dijiste mucho aquel día, solo un "¿Estás bien?" fue suficiente para que te diera un lugar junto a mí y me cubrieras de la fría lluvia gracias a tu paraguas, junto con tu cálida personalidad. Una pequeña pregunta de tu parte, que me abrió muchas puertas.

Pensé que no íbamos a volver a cruzarnos, sin embargo, no te olvidaste de mí tan rápido, ni yo de ti. Verte por los pasillos de mi universidad sin duda fue una sorpresa y hasta me sentí algo asustado por los caminos que toma el destino sin que los sepamos. Pronto me enteré que compartíamos lugar de estudio, tal vez por eso se me hizo más fácil pedirte tu número en el receso, y pedirte una salida. Nuestro siguiente encuentro fue en una pequeña cafetería, y acompañados del murmullo de las personas, disfrutamos un café y compartimos por primera vez nuestros nombres, creo que fue la forma en la que dijiste el mío la que me hizo sentir especial.

— "Jungkook. Es un lindo nombre"

Aquello me ruborizó y sin darme cuenta, un precioso sonido llegó a mis oídos: tu risa. Era limpia, y bonita, aún no puedo creer que me fijara en esos detalles tan pronto pero así eras de lindo.

Poco a poco comenzamos a estar cada vez más juntos, tenía dentro de mí todo el tiempo las ganas de verte, de escucharte o simplemente de admirarte. Era fácil pasar el tiempo contigo, nos gustaban las mismas cosas y aún si no fuera así, hubiera sido capaz de encontrar estas, solo para poder seguir junto a ti.

Hubo muchos momentos en donde mi mente se hundía en la confusión, de no saber realmente que era lo que sentía por ti. ¿Era amistad? ¿Era amor? no sabía explicarlo al principio, porque yo nunca había amado a alguien antes, nunca había tenido tanta devoción por una persona. No conocía el sentimiento que me rondaba el corazón, y eso me asustaba, pues era algo desconocido.

Mi primer amor... ¿es justo llamarte así? creo que si. Puedo adjudicarte ese título y sé que siempre te pertenecerá, aunque después vengan miles de personas en tu lugar.

Fue una bella tarde de primavera, en donde las flores largaban sus primeros colores, que decidí confesarte mi amor. No lo aguantaba más, y aunque era capaz que sufriera un rechazo, el mantener dentro mis sentimientos solo iban a generar que de un momento a otro explotara, y tal vez no en el lugar correcto.

Habíamos caminado hasta el parque cerca de tu hogar, me acuerdo de haberte comprado un dulce y las manos me sudaban tanto que cada dos por tres me las tenía que limpiar en mi ropa. Mi confesión no fue la mejor de todas, tampoco la más organizada o la más linda, pero no pareció importarte. Recuerdo ver tus mejillas ruborizarse al punto de parecer un tomate, para después simplemente abrazarme con fuerza, al mismo tiempo que me susurrabas tu respuesta al oído.

— "Jungkook-ah, ¡si! Adoraría ser tu novio."

Después de eso fue cómo subir a una montaña rusa de emociones, emociones que me hacían sentir totalmente eufórico. Cada segundo que pasaba a tu lado era un segundo para atesorar en mis recuerdos, estar juntos era estar en aquella montaña rusa y no detenerse jamás.
Los meses pasaron rápidos, entre los "te amo" más las sonrisas cómplices, los regalos, las salidas y demás, no fui capaz de controlar el tiempo, ni tampoco apreciarlo cómo siento que debería haberlo hecho.

¿Who are you? | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora