Parte 14

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Xiao Zhan

Mis ojos se entreabrieron algo pesados, la luz del sol impactaron en mi rostro. Intente cubrir mi vista con mi mano, mas lo sentí innecesario al ver resuelto el problema. Sonreí en mi adormecimiento, gire mi cuerpo para seguir durmiendo en aquella superficie cómoda.

-Wei Ying... - Escuche la voz de alguien hablando. - Wei Ying, deja ir al conejo. - Fruncí el ceño ante la voz que irrumpía mi sueño.

Dispuesto a enfrentarme al mismo lucifer en persona, abrí mis ojos y me senté de inmediato. Demore en darme cuenta que no estaba en mi casa, ni en mi patio trasero, ni en el campus de la universidad. Veía un campo verdoso cubriendo gran parte de mi vista, arboles enormes que se veían a la distancia y, no muy lejos, muchos bultos blancos royendo las zanahorias.

Este lugar...

Fue entonces que mi sentido del tacto se activo. Tenia en mis manos una superficie esponjosa que no demore en admirar. - Un conejo. - Hable en alto, mientras lo acariciaba - Eres muy bonito. - Sonreí.

Entonces me di cuenta de un pequeño-gran detalle. Mi ropa no era la habitual.

Vestía una túnica negra, botas negras y, aunque nuevamente demore en notar, llevaba el cabello largo y una cinta roja. - Me veo igual que el chico de la pintura. - Hable nuevamente en voz alta.

Ese sueño... Estoy dentro de ese sueño de nuevo...

-Wei Ying. - Escuche la voz profunda de alguien detrás mío. Mi cuerpo tembló; no sabia si era por el susto de no encontrarme solo o por el sonido imponente del hombre detrás.

Voltee despacio, mas lo primero que vi fue a Wang Yibo vestido igual que el acompañante blanquecino en la pintura de mi abuela; recostado en el tronco de un gran árbol y con un conejo blanco en sus manos.

Su mirada ambarina era hipnotizante; tan brilloso y atrayente; y a la vez intimidante, como la melena fina de un león.

Su rostro tenia una seria expresión, como si no quisiera hablar con nadie o estuviera molesto por algo. Pase saliva antes de desviar la mirada. - E-Estabas hablándome.

-¿Te sientes mal? - Escuche su voz calmada nuevamente.

-N-No se de lo que hablas. - Mi corazón latió desembocado, quería escapar de aquella presión en mi pecho. - Tengo sueño, iré a mi... a donde sea. - Me levante con rapidez, sin notar que había pisado mi túnica en el intento. Antepuse mis manos con fuerza para no caer de cara en el pasto.

Maldición, no es momento de aparecer, torpe Zhan.

Escuche los pasos sobre el pasto y me alerte. Intente levantarme nuevamente, esta vez siendo mas precavido. Hinque mis rodillas y note que mis manos estaban lastimadas, que el pánico había adormecido el ardor de las heridas sucias.

-¿Estas bien? - El hombre, quien se había puesto frente a mi, hinco una de sus piernas para quedar a mi altura. A penas sentí su presencia, un escalofrió recorrió mi cuerpo. No sabia el motivo de mi nerviosismo pero lo atribuía a lo atractivamente sexy que se veía Wang Yibo con ese traje.

-S-Si, solo necesito alcohol y algodón. - Hable apresurado, atrayendo mi mano lejos de las suyas, que querían examinarme. Eleve mi mirada buscando... ¡Aunque sea una expresión amable! pero el hombre tenia una mirada confusa.

-Agua y vendas. - Hablo Wang Yibo. O quien sea que se parecía a el. Asentí en total silencio para no poner mas en evidencia mi torpeza. - ¿Tus rodillas?

Pase de mirarlo a mirar mis rodillas un par de veces, sin entender su pregunta. - Estoy bien.

El hombre entonces se levanto y se puso a un lado mío para ayudarme a hacerlo. Tomando mi cintura, uso una fuerza sobre humana. Yo sabia que un hombre de mi edad no era fácil de levantar pero compare mi peso al de un insecto al ver lo rápido de su accionar.

Deseo del Corazón - YiZhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora