La empresa saludable

Capítulo 1

Ramón Kutz en...La empresa Saludable

Guión escrito por Juan Cruz

capítulo 1

noviembre 2020

Benny (voz en off y planos rápidos): xanax, ritalin, prozac, litio, benzodiacepina, lorazepam, morfina, buelbotril y así una larga lista Cosas que se pueden entrar a la lista de compras del día, tan solo necesitas una receta de alguien que sin tener idea de lo que sufres por dentro, decide si eres digno de comprar o no. La industria farmacéutica no puede ser más millonaria y tiene mucho sentido que lo sea. Con su nombre seductor, los pasillos blancos y ventilados, alguna persona atractiva físicamente que use una bata blanca y por medio de una promesa de salud y bienestar se han llenado los bolsillos con los problemas de los demás. Todos vivimos en base a los problemas de los demás y está bien que sea así. Si tengo hambre es un problema, pero un supermercado ofrece la solución -la comida-, simple y todos salen ganando. Sin embargo, con los precios altísimos y las recetas imposibles de acceder las farmacias no solucionan todos los problemas que se le piden. Hoy la salud mental está al límite y la gente ya no puede más, no es casi nada fácil conseguir un medicamento y por eso he decidido dar el paso que necesitaban los demás. Así como existen almacenes que venden lo mismo que las cosas de un supermercado, o pastelerías que venden lo mismo que un elegante cafetería de lujo Crearé un negocio donde cualquier persona que lo necesite podrá acceder a un medicamento que permita una mejora en su salud mental

Ramón

Abril 2021

Hombre de las cenizas: aquí tiene los restos de su esposa

Ramón: Muchas gracias, buen hombre

Hombre de las cenizas: lamento mucho lo ocurrido, enviudar joven no debe ser fácil.

Ramón: no se ve fácil, pero un buen trato ayuda.

Hombre de las cenizas: que tenga buen día.

Ramón: no creo que ahora vengan buenos días, pero aprecio el esfuerzo

(ya en el departamento de Ramón)

Vendedor de muebles: ¿seguro que quiere vender todas estas cosas?

Ramón: mi esposa y yo no tuvimos hijos ni nada por el estilo, nadie se interesó por estos muebles de ella. Son todos suyos, vendajes y saque un buen dinero.

Vendedor de muebles : ¿está seguro de eso?

Ramón: solo son cosas, sólo lléveselo y después los vende. No tengo a nadie esperando por estos muebles, nadie esperando afuera del departamento para visitarme. Así que no se preocupe por mí (le muestra el jarro con las cenizas de su amada) esto es lo único real que queda de ella.

Vendedor de muebles: (comienza a recoger algunos muebles, pero de pronto se detiene al ver una pared que tiene medallas y trofeos de karate y boxeo) Disculpe que pregunte, pero ¿son de usted todas esas medallas?

Ramón: sí, son algunas cosas que gané en las artes marciales y en boxeo. Cuando era joven me dediqué a eso. Llévese eso también.

Vendedor de muebles: pero le estoy quitando recuerdos suyos

Ramón: mire lo que hago con mis recuerdos. (va a buscar una caja de madera donde tiene algunos cinturones de karate y la tira por la ventana, acto seguido con una patada de Kung Fu rompe el estante de madera del que cuelgan algunas medallas y que apoya algunos trofeos) Ahora no me queda nada, todo lo que tengo son simplemente cosas. Nada más!!. Avíseme cuando retire y baje todo lo que le pedí, iré a dormir una siesta por mientras (va a su pieza y la cierra)