Oliver's POV.
Doy un suspiro pesado antes de continuar caminando, observo la puerta de la entrada y algo en mi estómago se mueve, creo que tengo náuseas, mi corazón comienza a latir demasiado rápido y mis piernas comienzan a temblar haciendo más torpe mi paso.
-¿Estás bien? —Christoph rie y yo sólo volteo a verlo— ¿nervioso?.
Él me dedica una sonrisa, —emocionado— respondo en mi interior, pero creo que mejor debo decir que ambas, ya que estoy emocionado por el hecho de que después de una larga semana veré a Morgan, pero el hecho de pensar en esto me provoca nervios, de ahí las náuseas que tengo.
-Estoy bien —suelto una risa nerviosa cómo respuesta a su pregunta.
Damos los últimos pasos antes de tomar valor para entrar por aquella puerta, observo a Christoph entrar delante de mi con una gran sonrisa en el rostro, ¿sonreirá por que viene a ver a Morgan?, su ex novia, niego con la cabeza para mí mismo y suelto una pequeña risa nerviosa.
Avanzamos por el pasillo, ya se puede escuchar sonar la batería desde aquí, mi corazón da brincos aún más veloces y mi cuerpo comienza a temblar, no puede ser que ya esté así tan solo con el hecho de escucharla tocar, avanzamos un poco más y Christoph abre la puerta que da hacia donde está Morgan, llamando la atención de mi dulce chica, ¿mi dulce chica?.
Ella voltea a vernos y a pesar de ser Christoph el que va por delante, a quien ve primero es a mi, un pequeño brillo en sus ojos se hace presente, sonríe a lo que a mi punto de vista parece ser una sonrisa de alguien emocionado, yo sonrio devolviéndole el gesto y por primera vez después de aquel encuentro, puedo mantener fija mi mirada en sus ojos, esos ojos tan encantadores que tiene ella.
Para de tocar, levantándose de su lugar y avanza hacia nosotros, poco a poco su fragancia llena mis pulmones y un cosquilleo se hace presente en mi estómago.
-Hola —su dulce voz resuena en mi cabeza para después acercarse a Christoph y saludarlo con un beso en la mejilla, el cual se emociona mostrando una de sus tantas sonrisas de hombre emocionado.
La observo acercarse a mi, trago saliva tomando un poco de fuerza de voluntad.
-Hola Riedel —Riedel, la forma en que pronuncia mi apellido hace a mi corazón dar un pequeño brinco de emoción, pero este aumenta al sentir los labios de Morgan sobre una de mis mejillas.
-Hola Morgan —muy a duras penas mi boca deja salir ese saludo, que a mi punto de vista es un saludo tonto, ¿hola Morgan?, ¿es así como debería saludar a la chica en la que no he podido dejar de pensar desde hace una semana?.
-Sé que ustedes dos quedaron de estar juntos hoy —Christoph llama la atención de ambos— así que solo vine a verte tocar, necesito verte... —se lleva una mano a la boca pensando, Morgan y yo lo observamos fijamente, ¿es enserio lo que dice este hombre?, ¿no será que sólo quería venir a ver a Morgan y ahora mismo se está inventando una excusa estúpida?— necesito ver mejor tus movimientos.—Morgan suelta una risa que me hace voltear a verla— ¿me estas diciendo la verdad Christoph?, ¿acaso te acabas de sacar eso de la manga?.
Hasta ella se da cuenta de que Christoph acaba de inventar una excusa ridícula, él viene a verla, de eso no me cabe duda.
-Bien —Morgan niega con la cabeza, comienza a avanzar delante de nosotros, así que comenzamos el paso para seguirle el ritmo— hey —ella se detiene y nos voltea a ver a ambos— ustedes pueden quedarse aquí, ¿acaso necesitas estar tan cerca para ver mis "movimientos" —hace comillas con los dedos y suelta una risa de burla mientras niega con la cabeza, es inevitable para mí el hecho de reírme.
Christoph y yo nos quedamos ahí parados, él aclara su garganta y se cruza de brazos mientras observa a Morgan sentarse frente a su batería, veré a esta chica tocar por segunda vez, justo cómo cuando la conocí y me enamoré de ella, ¿me enamoré?, ¿acaso estoy enamorado?, nunca había llegado este pensamiento a mi mente, sonrio para mi mismo observando el suelo, el sonido de la batería me hace salir de mis pensamientos y voltear a ver a esa dulce chica y aquí entro en razón.
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𝙐𝙉𝘼 𝙇𝙐𝙕 𝙀𝙉 𝙇𝘼 𝙊𝙎𝘾𝙐𝙍𝙄𝘿𝘼𝘿
RomanceY entre tanta oscuridad yo fuí su luz, yo y nadie más, fuí el único que pudo controlar sus Demonios internos cuando nadie más pudo hacerlo, fuí su ángel, su salvado. Así fué cómo se convirtió en mi alma gemela, en el amor de mi vida y nadie más pod...