Triton On Vue! || [ °Taekook° ]

01.

El bullicio y todo el gentío parloteando, festejando y hasta apostando sus más mínimas riquezas por quién sería el ganador del concurso, no fue molestia para el joven capitán, quien iba de camino a su barco con la frente en alto, su típica sonrisa de victoria y su tripulación siguiéndole el paso, ganándose a la vez una que otra mirada de algunos a su alrededor.

Al llegar al astillero donde yacía su embarcación, le dio unas pocas monedas de oro al encargado de su barco, importándole en absoluto las quejas del mismo al no haberle dado lo suficiente como para cubrir el tiempo del atraque de su propiedad.

"¡Todos a bordo!" ordenó.

"¡Sí, capitán!" respondió la tripulación en coro, yendo rápidamente a sus posiciones ya asignadas en la nave.

El joven Jungkook apenas y esperó un par de segundos para continuar con sus órdenes.

"¡Leven anclas!"

"¡A la orden, capitán Jeon!" respondieron los tres hombres con mayor edad de la tripulación.

Tomaron la palanca y ejercieron fuerza en ella para traer de vuelta la pesada ancla que mantenía en su puesto la nave. Las cadenas chocaron entre sí, provocando un estrepitoso ruido que ensordeció a varios, pero que no duró mucho.

"¡Icen las velas!"

"¡Listo, señor!" las dos únicas chicas del barco deshicieron de forma inmediata los nudos que mantenían cautivas las enormes velas del barco.

"¡Timón, el timón!"

"¡Girando y saliendo de esta pocilga, capitán!" contestó el primer pirata de su tripulación.

"Perfecto."

Orgulloso de su pequeño, pero gran equipo, puso sus manos detrás de sí y caminó por la embarcación, manteniéndose atento a cualquier cosa que pudiera impedir el buen funcionamiento del viaje.

Unos segundos después, el pensamiento de que se olvidaba de alguien pasó como un rayo por su cabeza y tomó aire antes de llamar a gran voz.

"Es cierto, ¡Chiquitín! ¡Bam!"

Esperó un poco al oír la vocecita del niño y los ladridos de su canino. El animal fue el primero en hacer presencia en la cubierta de la nave, corriendo por todos lados hasta llegar a su amo; detrás de este, el más pequeño apareció con sus cabellos rojizos revueltos y un trapo viejo en la mano.

Jeon miró al perro e instantáneamente este entendió que debía dejar sus ladridos para después, guardando silencio mientras se sentaba a su lado.

"¡Acá estoy, capitán tío Jeon"

El chiquillo paró frente al dueño del barco, con una sonrisa faltante de dos de sus dientes delanteros, sus escandalosos rizos rojos bailaban en su cabecita por la brisa, y su mirada brillaba al ver a una de las personas que más admiraba.

"Ratón escurridizo, ¿Dónde diablos estabas metido?" le cuestionó mientras lo alzaba en sus brazos.

"En los camarotes del barco, como me dijiste, tío." contestó el pequeño y el otro mostró sus dientes en una sonrisa.

"Excelente" felicitó "Aún estás demasiado chico para convivir con un montón de piratas malolientes."

"Pero capitán tío Jeon, ustedes son piratas y también huelen mal"

"Sí, pero somos piratas educados y bien formados. Además, el único que huele mal es Yugyeom." susurró eso último, ocasionando que el niño pelirrojo riera "Tu madre me cortaría la mano si te dejara por ahí, tendría que usar un horrendo garfio de por vida"