Danmachi - 10 días para sobrevivir...

Prologo.

Antes de la historia quisiera decirles que esta parte está en el vol. 14 y es cuando salen del coliseo, así que si no quieres un poco de spoilers no veas esto. Además de que quise ser un poco más realista en la situación, luego de decir esto, continuemos :3

"...". El reino del silencio dominó el pequeño descanso de los aventureros moribundos. Era tanto el silencio, que el sonido casi imperceptible de la agua cristalina fluyendo por la habitación se pudo oír. La melodía del agua recorriendo las piedras era lo más relajante que habían oído en estos largos y pesados días.

Las orejas de Ryuu emanaban un calor y color rojizo muy peculiar, tal vez era por la alegría de poder beber y escuchar una vez más el agua fresca que les había faltado estos tortuosos últimos momentos. Ese olor peculiar a rocas húmedas daban paso a que pequeñas lagrimas se acumularan en  sus ojos, enrojeciendo sus mejillas con un leve pigmento rosa.

O tal vez era su cuerpo intentando calentarse. Al sentir ese frío acechador, ese que al caer por accidente al río natural de la mazmorra pudo atrapar a sus víctimas y de una forma silenciosa empezaba a penetrar en sus huesos y congelar sus sangres. Y más aún cuando la ropa húmeda los obligó a quitársela ya que era más perjudicial que beneficioso llevar sus trajes mojados, a excepción de lo dispensable para no quedar totalmente desnudos. Ahora estaban atrapados con la presencia que hacía temblar su piel, que hacía que sus dientes chocaran de nervios, y sus brazos se acurrucaran a sus torsos para al menos alargar su vida. Estaban en una carrera contra el tiempo debido al frío.

"B-Bell." La voz cristalizada de Ryuu rebotó por su garganta irritada debido a las malas condiciones en las cuales a estado. "¿El grupo con el cual llegaste al piso 27 habrá tomado una decisión razonable?" Los nervios alrededor de sus labios fueron escuchados por Bell. Su voz sonaba tan débil que confundió a su acompañante.

"Uh... ¿A que te refieres con 'una decisión razonable'?" Bell hablo desde la otra esquina de la habitación, girando su cabeza para poder entender mejor a Ryuu, sin embargo al ver cómo con sus piernas enrolladas sobre sí mismas y sus brazos cruzados eran lo único que evitaban que de manera automática se pueda decir que estaba desnuda, el volteo con vergüenza y temor.

"Me refiero a que... si habrán llegado a la conclusión de que ellos solos no podrán llegar al piso 37 y tomaron la mejor decisión...". Ryuu tomó una bocanada de aire al sentir cómo una avalancha de preocupación resonó por sus cuerdas vocales. "... la cual es subir hasta la superficie y pedir ayuda a aventureros de primera clase que puedan llegar hasta acá sin morir..."

La cara de Bell empezó a tornarse de un color azul o morado, al empezar a entender a Ryuu. Él pensaba que al subir de piso podrían reencontrarse de manera más fácil con su grupo, pero por el momento, complicación tras complicación los hicieron retrasarse en su camino.

Además, ¿Qué harían al llegar a la entrada del piso 37?, esperar no es una opción, ya que la cantidad de monstruos de alto rango acecharían sin descanso alguno a sus compañeros hasta poder bañarse en sus sangres y bailar en sus gritos.

La aterradora idea sólo fue un destello de pensamiento en la mente de Bell, pero fue tan claro que no pudo evitar temer por las vidas de sus compañeros. Bell apretó con fuerza sus manos y rezaba en su interior que ellos no se toparán con la criatura peligrosa que los estaba persiguiendo desde hace 10 pisos.

"Lo siento Bell, no quería preocuparte.", Ryuu con tristeza susurro al ver como su compañero empezó a asustarse por la vida de sus compañeros.

"Yo...". La voz de Bell regresó a la vida, al pensar de manera más clara cómo actuarían sus compañeros. "Yo... yo creo que ellos volvieron y pedirán ayuda lo antes posible...". Ryuu lo volteo a ver mientras él miraba hacia el techo rocosos de la cueva. "Aunque sé que Lili sea la más insistente en venir, Aisha y los demás la detendrán al saber lo peligroso que son estos pisos."