El Vecino Rizado & El De Pecas|| fack

Capítulo XV

•El final de un lamento. •

El final de los lamentos de dos enamorados corren junto al sol dorado.

Miremos su andar hasta llegar al corazón de su amado.

Árboles danzantes, que con los luceros renuevan las almas rotas.

Le miro marcharse con la lluvia en los ojos, la Luna guardaba su pecar.

{... }

Aquella hoja era un sin fin de palabras sin formular. La voz faltaba para solo, simplemente hablar. Querría gritar y salir corriendo.

'¿Dónde mierda vas?' escucho el grito de su padre, mismo que el viento se llevó en las mareas.

Correr. Huir y gritar junto al sol y junto a la Luna.

Y correr por la vereda de las lágrimas derramadas.

Un motor que retumba por detrás de su caminar, pero no es tan veloz para alcanzar los corazones rotos que vuelan con alas gigantescas.

Toques incesantes en la puerta del de pecas.

Drogados hasta el alma de sus anhelos. Huir será una opción, huir de los lamentos y darles un final.

Drogadaa sus almas al ver frente a sus ojos miles de corazones rotos.

{... }

El mar lleva sus entrañas, los corazones se inflan,la música resplandece del cielo, infinitamente infinitos, como los vientos del amar, infinitamente infinitos, como alguna vez soñaron ser.

Sus ojos parecían dos luceros perdidos en la arena, han escapado junto al andar de un rizado.

Mareas melosas de miel, melancolía y amor puro aquel que decida hablar primero es aquel gran capitán aventurero navegante.

Un mustang recorre los valles, los montes , incluso vuela junto a las aves.

De la mano juntos, un pecoso y un rizado recorren los vientos. Huyendo del pasado para dibujar un mundo nuevo.

Las flores tienen muchos colores, como los matices del anochecer.

Las estrellas te miran con tus pecas por doquier. Tomaste mi mano y pronunciaste 'oh, dulce miel', correremos con el cantar de las aves una y otra vez.

Corazones rotos, ya no vuelen más, hoy han sanado con tu dulce cantar.

Las mejillas rosadas se han quedado y volare de tu mano hasta que llegué el amanecer y así escapar.

Tus ojos me miran mientras conduces.

Después de todo, creo que sí hay un después.

El final del lamento se encuentra en un silbido que brinda el viento al amanecer, corremos, siendo infinitos, como las estrellas que observan mis mejillas y los Verdes pastos observan tus dulces cabellos.

Corriendo... Siendo infinitos como el mar... Siendo solo tu y yo en nuestro mirar... Tomados de las mano sin soltar el presente, ese en el que corremos como corazones sanadós con las olas de tus ojos al mirarme, con el brillo de tus pecas. Con el olor de tus rizos.

Como comenzó la historia de un feliz final, como término con nuestros labios unidos como dos verdes ramas en un árbol, así como nuestras manos unidas como el sol y la Luna.

Como comenzó aquella historia que hoy no dejó de contar, cantando junto a tu guitarra, soñando en tu pensar.

Un vecino rizado y el de pecas...

{... }

Las historias terminan, no siempre tiene un final feliz, es afortunado aquel que tiene el final de cuentos de hadas, decía una araña al volar.

La sabiduría lo cuenta todo y así es como les regalo un tren lleno de emociones a cada uno de ustedes mis amores, mis lectores.

Gracias por acompañarme hasta el final de un lamento...

Con amor y dulce miel en los corazónes.

Att:Marijo Tozier Kaspbrak.