Aventuras en lo desconocido

Bienvenido a Amphibia

Sus ojos se abrieron lentamente, le dolía la cabeza, parecía haberse desmayado. Pandora volteo a cada lado viendo un bosque, y un pequeño arroyo.

—¡¿Pero que- ¡¿En donde demonios estoy?! —exclamó Pandora—. Oh, Dios mío, Dios mío, Dios mío, estoy muerta, estoy en el cielo.

Unas libélulas gigantes volaron por el cielo, Pandora las miró asombrada.

—Aunque viéndolo mejor, esto no parece el cielo —dijo Pandora—. Pero entonces, ¿Dónde estoy?

Pandora miró a su alrededor con curiosidad e intriga. Era un bosque, cerca había un pequeño arroyo.

—Bueno, esto es un bosque, pero ¿Dónde exactamente esta ubicado este bosque? —se dijo Pandora—. Otra pregunta sería ¿Cómo diablos llegué aquí?

—Recapitulemos, salí de la tienda, ya había comprado el regalo de Izzy y me iba a casa —se dijo—. Estaba caminando cerca del parque, había unas chicas con una extraña caja... espera, eso es, cuando una de ellas abrió la caja, ¡aparecí aquí!.

—Pero, ¿Cómo esas chicas y su extraña caja me trajeron aquí? Espera, usaron la caja, tal vez estén aquí y si las encuentro, me ayudarán... tal vez.

—Está bien, supongo que tendré que acostumbrarme a vivir aquí —dijo Pandora—. Suerte, que fui a ese campamento donde aprendí valiosas lecciones de supervivencia, y siempre llevo el manual de las Madreselvas conmigo, aquí dice que tengo que construirme un refugio, está bien.

Pandora fue a buscar materiales para conseguir un refugio, encontró un par de hojas muertas, ramas de pino y musgo. Llevó todo en su mochila, bueno, cargó las ramas, encontró una cueva donde puso su refugio.

Al entrar en la cueva, encendió una fogata, frotando dos palos y usando la madera restante.

—Bueno, tengo el refugio y la fogata, así como la comida —dijo Pandora—. ¡Ha! Y me llamaste loco por empacar todo, pues, quien es la tonta ahora Elizabeth.

El único sonido que se escuchaba era el aire, los grillos y el pequeño riachuelo, Pandora suspiró.

—Oh, sí, ella no está aquí, tampoco la Sra. Darknison, Tyler o Izzy —dijo Pandora —. O todos deben estar extremadamente preocupados, le dije a la Sra. Darknison que regresaría a tiempo que solo iba a comprarle un regalo a Izzy, pero estoy aquí, ni siquiera voy a alcanzarle a darle su regalo a Izzy.

Pandora suspiró, luego miró el paisaje que la rodeaba, la noche estaba en calma, era pacífica y hermosa.

—Bueno, este lugar es agradable, puedo acostumbrarme... creo —dijo Pandora.

Pandora sacó una foto de su abrigo. Era una foto de ella, Tyler, Eliza e Izzy, todos juntos y estando felices.

—No se preocupen chicos, estaré en casa pronto, lo prometo —se dijo Pandora.

Pandora bostezó, volvió a guardar la foto en su abrigo y se acostó en su saco de dormir que guardaba en una maleta, estaba lista para todo, nunca está de más estar prevenida. Aunque Pandora no sabía que terminaría lejos de su hogar, familia y amigos, en un lugar extraño con libélulas gigantes.