III

682 76 5
                                    

Pov Baekhyun.

Miré la gran mansión donde estaba siendo adentrado, las paredes parecían de una piedra lisa negra con rasgos rojos, como si hubiese lava ardiendo dentro de ella.

-¿Ya puedes bajarme?- Pregunté incómodo de estar tanto tiempo en la misma posición.

Chanyeol me dejó de pie con cuidado, sin soltarme de inmediato, pues sabía que mis piernas podrían fallar por lo acalambradas que se encontraban...

-Bienvenido a tu nuevo hogar- Respondió caminando a mi alrededor acariciando uno de los mechones de mi cabello.

No quería... Pero había como una fuerza de atracción demasiado fuerte entre nosotros, por lo que lo dejé hacerlo...

La mansión de Chanyeol quedaba en un lugar algo apartado de la ciudad, era alejado y privado, habían pocas casas en un radar de 500 metros.

-¿Por qué... Por qué me trajiste a mí aquí?- Pregunté aun confundido con eso.

-Realmente no sabes nada sobre tu historia...- Suspiró con una sonrisa algo burlesca, por lo que me enojé e hice un inconciente puchero arrugando un poco mi nariz.

Chanyeol se paró frente a mi, apenas a centímetros, rozando contra mi torso, estando así pude notar la diferencia de alturas, era casi dos cabezas más alto que yo... Su musculoso cuerpo me cubría por completo... Si me escondiera detrás de él, no me vería definitivamente.

Él pasó su dedo gordo por sobre mi labio inferior que hacía el inconsciente puchero, ante su tacto mis facciones se relajaron y miré la sangre eyectada en sus ojos.

-Baekhyun...- Murmuró haciendo que entrecierre mis ojos extasiado y mi cuerpo tiemble suavemente.

¿Por qué mi cuerpo reaccionaba así a su voz y tacto?

No pude evitar morder el interior de mi labio, el calor lentamente iba cubriéndome, como si el celo fuese mío...

Con uno de sus fuertes brazos rodeó mi cintura y me pegó a su torso sosteniendo con firmeza mi espalda baja con su mano.

Mis manos pararon en sus brazos y mi rostro ardió cuando aquél demonio poseyó mis labios, se encorvó un poco y me tiró un poco hacia arriba por la cintura haciéndome colocarme de puntas de pie y estirarme para poder alcanzarnos cómodamente.

Sus mojados y calientes labios jugaron con los míos y en poco tiempo adentró su lengua en mi boca haciéndome jadear acalorado y sintiendo mi vientre bajo cosquillear una vez más.

Inconscientemente me pegué aun más a su cuerpo buscando más de su tacto, mis manos subieron de su cuello hasta su nuca para jugar una vez más con sus cabellos negros.

Él me levantó una vez más como si realmente no pesara nada, rodeé su cintura con mis piernas y él me sostuvo por la espalda para caminar escaleras arriba sin interrumpir el fogoso beso.

Lentamente sentía que mi cuerpo ardía y tenía la gran necesidad de que me besara más, pero al hacerlo me quedaba sin aliento... Era casi una tortura... No obtenía lo que mi cuerpo pedía a gritos.

Finalmente llegamos a la planta de arriba que solamente era una habitación gigante, con una gran cama y dos puertas más.

Habían sillones, mesas y cosas así, era como una sala de estar pero con una gran cama y varias cosas más que eran parte de la habitación.

Un gran ventanal hacía de pared, lo que dejaba entrar la luz de la lava sobre nosotros y hacía ver todo rojo o anaranjado.

Gemí al ser dejado sobre aquella cama de sábanas negras y madera oscura, era extraño... Chanyeol me trataba con delicadeza, pero al mismo tiempo era agresivo e intenso.

Celo De DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora