Nueva división

Capitulo 9

27 de marzo de 1998.

Bill y Fleur se habían mudado a una pequeña cabaña con vista al mar después de casarse. Shell Cottage era un lugar hermoso, pero tranquilo y solitario. Dondequiera que Harry fuera en la cabaña, podía escuchar el mar, pero las paredes eran lo suficientemente gruesas como para ahogar los ruidos de los otros ocupantes. Harry puso muchas excusas en los días que siguieron a su escape de Malfoy Manor para evitar a sus amigos y compañeros de casa. Prefería con mucho sentarse afuera, con las piernas colgando del acantilado incrustado de conchas, y pensar en silencio; el único ruido era el reflujo de la marea, un poco más suave que el sonido de los ronquidos de Ron.

A veces pensaba en la Varita de Saúco, y si Dumbledore había querido que él la consiguiera o no. Hermione, una vez que decidió que era real, había insistido en que Harry nunca podría haber irrumpido en la tumba de Dumbledore por eso, pero Harry sabía en el fondo que podría haberlo hecho, lo habría hecho, pero ¿debería haberlo hecho? ¿Era eso lo que Dumbledore quería? ¿O el hombre se había llevado la varita a la tumba a propósito, sabiendo entonces que Harry nunca sería su amo?

Otras veces pensaba en Anathema.

Fue uno de esos momentos en los que estaba pensando en su vida, en la vida de un niño muerto, cuando Hermione salió y se sentó a su lado.

"¿En qué piensas cuando estás aquí solo, Harry?" Ella le preguntó, su voz pequeña y sus manos retorciéndose en su regazo. Has estado actuando de forma extraña desde... bueno, ya sabes.

"¿Desde que aprendí la transfiguración de cuerpo completo en menos de un minuto? Sí", suspiró, "puedo ver por qué pensarías que eso fue extraño". Hermione dejó escapar un pequeño resoplido, pero cuando miró a Harry, estaba sonriendo burlonamente en su dirección, la mitad de su boca se levantó y sus ojos se arrugaron en las comisuras. "¿Puedo preguntarte algo?"

"Por supuesto, Harry", dijo sin pausa.

"Bueno... principalmente solo quiero hablar, y que me escuches. No es realmente una pregunta, no hay mucho que quiera preguntar, pero ¿me escucharás?

Hermione asintió lentamente, estirando una mano para apretar ligeramente el brazo de Harry. "Estoy escuchando", susurró ella.

"Comenzó justo antes del sexto año. Empecé a tener estos sueños, y al principio no pensé en ellos, porque pensé que tal vez Voldemort estaba soñando y que me atraía accidentalmente. Pero cuando Voldemort sueña, los sueños son diferentes. He tenido tantos que puedo notar la diferencia ahora. Voldemort no empezó a soñar hasta mediados del sexto año. Alrededor de la época en que el profesor Dumbledore comenzó esas lecciones conmigo. Los sueños se han vuelto más y más frecuentes a medida que se destruyen los Horrocruxes". Hizo una pausa y se pasó las manos por las perneras del pantalón para secarse el sudor. Harry tragó saliva nerviosamente y se aclaró la garganta. "Hay un niño en mis sueños. Muere, eventualmente, pero no sé cómo todavía, no he soñado con tanto tiempo. Tom Riddle está fascinado con él".

Hermione soltó una carcajada sin aliento. -Ese pobre y desafortunado muchacho -murmuró, bajando los ojos por lástima-.

"Él solía ser capaz de convertirse en un Grim también, y se veía igual que yo. Puedo lanzar algunos de los mismos hechizos que le he visto lanzar, ¿sabes? Al principio pensé que era una coincidencia, ¡pero ha sucedido muchas veces! ¡Incluso en la clase de Encantamientos el año pasado, no creo que me hubiera ido tan bien si no hubiera estado soñando con este chico!

Hermione frunció el ceño, mordiéndose el labio inferior mientras pensaba. Harry la observó en silencio, su mente giraba en torno a todas las otras cosas que podía decirle, cosas que debería decirle. Pero no lo haría. No hasta que supiera cómo terminó la historia de Anathema, no hasta que supiera cómo había muerto.