★Primera vez★

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Debía admitir que era algo complicado, si trataba de analizarlo parte por parte la única conclusión a la que llegaba es que era complicado.

Primeramente, para alguien como el que pocas veces en su vida pensó en otras cosas aparte de la escuela o sus sueños a futuro, ya era difícil asimilar algo tan abstracto cómo el romance, no lo negaba en su vida, tampoco era tan desinteresado, pero lo dejaba todo "a su tiempo" y no se preocupo por ello hasta que le pegó.

Y como segundo, dejando de lado lo difícil que fue darse cuenta que era algo parecido al amor lo que empezaba a sentir, lo que realmente le cayó como hielo frío fue darse cuenta a quien miraba con esos ojos.

Tenía que ser una terrible broma del destino.

— Shinsou, Shinsou ¡Ayúdame con mi tarea!

— ¿Otra vez? Kaminari nunca la haces, solo te distraer y me haces perder el tiempo.

— ¡Te lo suplico! — Las mejillas rojas de vergüenza hicieron menos perceptible el latido rápido del corazón del rubio al aferrarse al brazo ajeno.

— ... Ya que, nos vemos en tu cuarto al rato — Con desinterés y hasta molestia el pelimorado lo empujó para que le soltará y dió pasos rápidos para alejarse, el rubio atrás sonrió orgulloso de que había obtenido lo que quería y dió saltitos pequeños.

— ¡Te adoro Shinsou! — Y aunque estuvieran ya separados por un tramo, la sonrisa de Denki brillo más que lo demás y empezó a correr con emoción para preparase para su cita de estudio.

En cuanto dió la vuelta en la esquina del edificio y no se veía ni rastro del rubio fue que el más alto cayó de rodillas cubriendo con ambas manos su rostro.

— Maldición — Dudo al levantarse, su rostro ardía, y cuando vio su reflejo en la ventana del salón noto el color carmín dominar toda su piel.

Era difícil, terriblemente difícil tener tu primer amor, pero era aún más difícil que ese primer amor fuera el de Shinsou Hitoshi, quien nunca había experimentado el romance, y la dificultad subía a un nivel 2 al tener como objeto de su afecto, al tonto y ruidoso Kaminari Denki.

Era una cruel jugada de la vida que su corazón lo eligiera, teniendo tantas personas grandiosas en su entorno, ya no pedía ni siquiera una chica pero ¿Kaminari? ¿Uno de los chicos que menos mostraba pudor y coqueteaba con toda mujer hermosa? Claro...

Estaba jodido.

Ya ni hablar de ser amigos, podía intuir que si él se le confesara a alguno de sus amigos como Midoriya, este le rechazaría pero seguirían su amistad. Kaminari en cambio, si se hacía consiente de sus sentimientos, podría querer buscarle una chica para que no se "confundiera".

No, no, y no, jamas podía dejar que el rubio supiera de sus sentimientos.

Pero en cuanto llego a la hora de su estudio y lo encontró profundamente dormido, recostado despreocupadamente en el piso de su habitación con una sonrisa tonta en el rostro supo que sería difícil, una sonrisa pequeña surgió en su rostro y le contempló algunos minutos antes de volver a regañarse a su mismo.

— Kaminari, despierta — Soltó un golpe en si cabeza para despertarlo, causando que el chico reaccionara asustado y dejara salir un pequeño grito, cuando recálculo donde estaba y que estaba haciendo paso a sonreír a su visitante.

— Perdón, se me olvidó —

Increíble ¿Ese era el chico que robo su corazón? Estaba jodido.

— Ya no importa, estoy acostumbrado a que nada dure en tu cabeza más de 5 minutos, la tarea — Más que pasar su tarde discutiendo y peleando con el rubio por no poner atención, ese día decidió firmemente que prefiera pasarle la tarea ya hecha y regresar a su cuarto a seguir regañandose.

El rubio entendió a la primera, pues tomo la libreta y rápidamente empezó a copiar las respuesta, terminando sonrió cuál niño abrazando la libreta ajena.

— Eres mi héroe Hitoshi, te debo una.

— Me debes muchas.

Tomando su libreta de regreso guardo sus cosas listo para irse en cualquier momento.

— Vamos no seas así, es más, ya que estoy de buen humor pídeme lo que quieras para quedar a mano — La sonrisita traviesa del más bajo junto su mirada divertida era una de las cosas que más aceleraba el pulso del controla mentes, este se sintió algo nervioso sin mostrarlo, pensándolo muy poco ante su tentativa oferta.

— Cuida tus palabras, porque entonces pediré un beso.

Pensó lo dicho hasta que ya se le había escapado, pero también pensó rápidamente en mil maneras de contestar que aquello era una broma cuando el rubio reaccionara, noto un par de ojos dorados verlo fijamente con sorpresa, después estos se relajaron y aunque había pensado mil y un movimientos para después de sus palabras, todo se borró cuando los labios ajenos se posaron sobre los suyos suavemente.

Su mente se congelo, Kaminari Denki lo estaba besando, sus labios estaban unidos y tardaron más de lo debido en despegarse, estaba atonito.

— Listo, estamos a mano.

Tan pronto como sentía el cielo en sus manos, lo regresaba de golpe al suelo, sintió aquello duramente como un ataque al corazón al notar que no había significado nada para el rubio ese beso, quizás hasta estaba acostumbrado con lo rápido que lo hizo.

¿Era en serio? Había Sido besado por su crush y para él no había Sido nada, la sensación gloriosa de hace algunos momentos se volvió terriblemente amarga, callo sus palabras y sintió su pecho encogerse.

Debía irse.

Tomo su mochila para salir huyendo de allí, pero cuando paso su mano por la mesa para tomar lo que faltaba lo noto, un leve rojo en la nuca ajeno, que paso a ser un rojo encendido en poco tiempo que empezo a extenderse hasta sus orejas, para después adornar bruscamente el rostro ajeno haciendo un desentone con su cabello rubio.

Más que esconderse, el rubio estaba más sorprendido que él por esa curiosa reacción en su cuerpo, paso a verlo y volverse aun más rojo apretando sus labios con fuerza tensandose por completo.

— ¿Ka... Kaminari?

— Espera, dame un momento...

— ¿Estás bien? — Aunque trato de acercarse el rubio reacciono cubriéndose un poco el rostro con sus manos.

— Es la primera vez ... Que me gusta un chico, espera, crei me vería más genial.

Con solo esa frase, mientras el rubio parecía tratar de entender como había perdido su faceta de chico genial tan rápido, el más alto sintió el alivio recorrer todo su cuerpo.

— La mía también.

Ambas miradas chocaron aún impresionadas, parpadearon un par de ces de forma lenta y al final la risita nerviosa del rubio quien escondió su rostro por completo en sus brazos fue lo que rompió la tensión, Shinsou suspiro resignado, dejo caer la mochila de nuevo al suelo y se acercó para sentarse a su lado.

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2022 ⏰

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Un par de miradas (Shinkami Month 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora