I.

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Bajamos de aquel lugar, después de esa larga conversación. Las palabras de mi madre sobre aquella misteriosa canción habían hecho mella en mí; no paraba de pensar en ellas. Me había olvidado de cuál era mi problema actual y no paraba de intentar descifrar de qué era yo heredero.

Una vez llegamos al salón, mi padre comenzó la ronda de historias y canciones. Este año fue especialmente mágico. Empezó a contar la historia de dos lobos que cazaban juntos, pero uno de ellos fue capturado y domesticado por los indios, y pasó de mano en mano hasta llegar a unos buenos dueños, pasando por historias de la Santa Compaña, a espíritus guardianes del bosque y sus experiencias con el Guardián del Mar, al día que yo sin querer con mi enfado invoqué al guardián del trueno, montando una tormenta horrible en la zona...

Todos se acuerdan de ese día. Alda y yo estábamos jugando entre las montañas cuando teníamos doce años y me enfadé horriblemente porque mis prismáticos favoritos se rompieron. Sentí tal nivel de ira que dejé al rayo emerger de mi. El guardián nos dejó una espectacular, luminosa y sonora tormenta aquel día, como si aquella oscura tarde estuvieran bombardeando nuestro valle.

Y llegó la hora de las canciones. Como todos los años cantábamos canciones tradicionales de distintas tierras.

Fueron pasando canción tras canción dejando un ambiente maravilloso y festivo. Rozando la medianoche, la fiesta se iba a dar por desconvocada; Alda y sus padres volverían a la ciudad y la amiga de mi madre se iría a casa. Llegó el momento de escuchar una canción que nunca había escuchado. No tenía un ritmo definido ni una rima contundente; pero sus letras me cautivaron, me pillaron por sorpresa y me agarraron el corazón hasta el punto de casi dejarme sin respirar. Ese era el destino que me esperaba. Un largo viaje venía tras esta canción:

"Bajo la luz de la brillante luna

Con el levante soplando entre los árboles,

el eterno canto sonará

Y de la oscuridad la luz surgirá

Dos seres destinados

Perdidos en su mente ahogada

En la levedad de un claro

Al fin se conocerán

Les espera un largo viaje

Hacia los confines de la tierra

La única luz conocida

entre los dos surgirá.

Los búhos cantarán

Bajo el rumor de la luna llena

Mientras el manto de naranjas hojas

En el corazón aguarda

La canción de otoño que cantan

Familias a sus jóvenes hijos

Cuentan que es hora

Del viaje del destino

Sobrevivirán los valientes

que en su mente perdidos están

Encontrarán su verdadero ser

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2022 ⏰

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