haunted house. ( finn mikaelson )

06; LA VIDA DE CAMILLE O'CONNELL

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LA VIDA DE CAMILLE O'CONNELL

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El día después de su regreso Vincent la mantuvo en la casa toda la mañana intentando encontrar la forma de eliminar la magia oscura de su brazo, pero no tuvo éxito en ninguno de sus intentos. Para la hora del almuerzo Brooke pudo escaparse del encierro mandatorio, aún cuando claramente podía ver que habían personas siguiéndola, seguramente enviadas por Marcel, se atrevió a regresar a la casa Mikaelson. Una vez más cuando ingresó a la casa se encontró con múltiples fantasmas, todos observándola desde que llegó, pero ella no les prestó mucha atención, no a ellos. Toda su atención se fue a Finn Mikaelson de pie al inició de las escaleras hablando con Camille, ninguno de los dos había notado su presencia por el momento, al menos no hasta que el vampiro que estaba siguiéndola decidió que ese era buen momento para decir algo.

—No deberías estar aquí.

—Tú no deberías estar siguiéndome—Brooke dio dos pasos atrás al verlo acercarse.

—Marcel ordenó protección para ti, deberías estar agradecida.

—Si estás aquí por protección, puedes acompañarme mientras visito el lugar—la castaña extendió su mano—. Soy Brooke.

—Joshua—el vampiro tomó su mano.

Pasos a su espalda le hicieron girar para encontrarse con Finn Mikaelson a dos pasos de ella lo que le obligó a inclinar la cabeza hacia arriba para poder verle la cara. El original estaba mirando a Joshua como si este hubiese cometido el peor de los pecados, pero Camille estaba sonriendo como si Joshua tuviera las respuestas a todos sus problemas.

—¿Estás bien?—Joshua preguntó sacudiendo su mano frente al rostro de Brooke.

—Si, solo estaba...

—¿Viendo fantasmas?—ambos se miraron por unos segundos—Marcel dijo algo sobre eso...

—Claro, si—Brooke dejó salir un suspiro—, estaba viendo fantasmas.

—Esa excusa de vampiro no debería estar en la casa de mi familia—la voz de Finn hizo sobresaltar a Brooke—, y tú no debiste regresar.

A los ojos de Brooke Finn lucía molesto, el aura a su alrededor se tornó frío y la castaña juraba que pudo sentir sus intenciones asesinas, si no fuera por la intervención de Camille seguramente Brooke hubiese huido de la mansión.

—La estas asustando, deja de ser un amargado—la rubia pasó junto al Mikaelson y tomó el brazo de Brooke para alejarla de él—. Discúlpalo, Joshua es parte de los vampiros de Marcel y Finn no lo aprecia exactamente.

—¿A dónde vas?—Joshua comenzó a seguirla cuando la vio alejándose del patio hacia el comedor.

—¿Tu lo conocías?—la castaña ignoró a Joshua para centrarse en Camille.

—Se puede decir que éramos amigos.

—¿Con quién hablas?—preguntó Joshua otra vez.

Brooke lo miró en ese momento pensando bien si debía decirle o no, pero ¿Qué ganaría si no le dice?

—Camille O'Connell—en el segundo que ese nombre fue mencionado el rostro de Joshua se contrajo con dolor—, ¿La conoces?

—Era una amiga—el vampiro se sentó en una silla del comedor—, murió el año pasado.

—¿Cómo murió?—Brooke se sentó en otra silla frente a Joshua, por la esquina de su ojo derecho pudo ver a Camille acomodarse cerca de la entrada.—Solo si quieres hablar de ello.

En la hora que siguió Joshua y Camille le contaron la vida de esta última, como su hermano gemelo fue maldecido por las brujas y asesinó a todos sus compañeros de seminario antes de matarse, y poco después intentaron hacer lo mismo con su tío, pero gracias a una bruja pudieron salvarlo. Sobre su muerte, solo dijeron que un tal Lucien quiso derrotar a los Mikaelson y se convirtió en un super vampiro, lo que era Marcel en esos momentos. También se enteró que Finn murió gracias a la mordida de Lucien, esto sorprendió a Brooke porque según ella sabía nada podía matar a los originales, pero ¿No estaba Klaus Mikaelson enterrado tras una pared en esa mansión?

Regresando a la vida de Camille, Brooke pensaba que había sido una completa tragedia y que ella no merecía nada de lo que sucedió, solo conoció a las personas incorrectas. La rubia compartió algunas historias de su vida con los originales que cambiaron parcialmente su opinión sobre los Mikaelson, después de todo parecía que no eran tan malos una vez los conocías. Pero, por otro lado, Joshua seguía teniendo una muy mala opinión sobre ellos y Brooke no lo culpaba, las cosas que la familia Mikaelson le hicieron pasar no era para tomarse a la ligera.

Durante todo el tiempo que estuvieron en el comedor Brooke no vio a Finn por ningún lado, parecía haberse esfumado. En medio de la conversación Marcel había llamado a Joshua por lo que Brooke aprovechó el momento para buscar al Mikaelson y dar una vuelta por la mansión. Cuando salió del comedor noto que no había ni un solo fantasma, incluso mientras se movía por los pasillos del segundo piso no encontró a nadie que pudiera darle indicaciones, el lugar estaba desierto. Intentó revisar las habitaciones, pero cada una estaba vacía, lo que le hizo perder toda esperanza de poder encontrar a la persona que buscaba. Aunque más bien, al fantasma.

—No deberías estar caminando por la casa sola—la voz de Finn la hizo sobresaltar por segunda vez en ese día—, puede ser peligroso.

—¿Cómo puede ser peligroso con el gran Finn Mikaelson aquí?

—No eres graciosa—fue la respuesta del mayor—, ¿Qué estabas buscando?

—A ti—hubo un silencio que a Brooke le pareció más incómodo de lo que debería—, desapareciste cuando nos reunimos allá abajo.

—No quise interrumpir su reunión de santos—el fantasma comenzó a caminar alejándose por el pasillo.

—Con esa actitud seguro tienes muchos amigos—ella comenzó a seguirlo.

—No tengo tiempo para perder en esas cosas—los pasos de Finn se detuvieron cerca de la escalera que llevaba al patio—, ¿Qué es lo que quieres?

—Me enteré sobre tu muerte—otra vez un silencio incómodo—, ¿De verdad odiabas tu vida?

La castaña notó la tensión en los hombros del fantasma y se dio cuenta que tal vez no debió decir nada al respecto, estaba por decirle que no tenía que responder, pero el sonido de cadenas siendo arrastradas por el suelo la detuvo. Ambos se giraron hacia la habitación más cercana donde vieron la figura que había atacado a Brooke apenas ayer, la castaña sintió el aire ser golpeado fuera de ella por una fuerza invisible y antes que Finn pudiese reaccionar Brooke había sido empujada hacia atrás. Un grito se escapó de la castaña al sentir como era elevada en el aire, trató de agarrarse de algo, pero el empuje la mandó a volar por arriba de la baranda del pasillo haciendo que cayera al vacío.

—¡Brooke!

El grito de Finn le hizo cerrar los ojos mientras esperaba el impacto con el suelo, pero este nunca llegó, en su lugar fueron un par de brazos los que detuvieron su caída. Su corazón estaba latiendo de forma desenfrenada y todo su cuerpo estaba temblando cuando abrió los ojos para ver a su salvador, al ver el rostro de Joshua la castaña no pudo evitar comenzar a llorar. Pensar que estuvo a nada de morir le causaba ganas de vomitar.

—¿Estás bien?—Joshua lucía preocupado.

—Casi muero—fue lo único que respondió regresando su mirada al lugar donde había estado hace unos segundos—, ella está aquí.

Finn aún estaba en el mismo lugar, su mirada fija en el patio donde Brooke aún estaba temblando en brazos de Joshua, la castaña podía jurar que el fantasma se veía preocupado por ella, pero puede que solo se lo este imaginando.

—Necesito llamar a Vincent—Joshua asintió a su petición.

Camille llevó su mirada hasta Finn y este asintió desapareciendo en una de las habitaciones a su espalda, tenían que descubrir quién era ese fantasma antes de que fuese demasiado tarde.