Las almas más oscuras pueden ser salvadas por los corazones más puros

Sálvame

Eran casi las seis en punto cuando Elena pasó por las puertas del cementerio para visitar la tumba de su mamá y su papá. Tenía dos rosas rojas en la mano que planeaba colocar en sus lápidas. Una vez que estuvo allí, se arrodilló y estaba tan perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta ni escuchó que alguien se le acercaba por detrás.

De repente, un extraño encapuchado la agarró y la arrastró hacia el bosque, sujetándola con una llave en la cabeza. Elena gritó mientras el vampiro no identificado hundía sus dientes en su yugular y comenzaba a drenar su sangre. Sintió que su ritmo cardíaco se ralentizaba y rápidamente estaba perdiendo la capacidad de luchar. El vampiro la soltó y dejó que su cuerpo cayera al suelo antes de girarla sobre su espalda con el pie.

"Estarás muerto en poco tiempo", esa risa sonaba amenazadora. "Lástima que no serás la reina del baile este año. Adiós Elena", el asaltante encapuchado sacó el teléfono celular de Elena de su bolsillo y lo aplastó en su mano, riéndose cuando las piezas rotas cayeron al suelo.

Su voz sonaba tan familiar, pero Elena estaba demasiado débil y demasiado fuera de sí para tratar de averiguar quién era. 
El trueno se estrelló y los relámpagos zumbaron en el cielo cuando un fuerte aguacero cayó sobre su frágil cuerpo mientras se desangraba. No era así como imaginaba su muerte, pero no podía moverse. Elena miró hacia el cielo oscuro antes de que todo de repente se volviera negro.

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Klaus estaba en medio de una reunión muy importante con algunos de sus híbridos dentro de la mansión de la sala de estar, cuando Rebekah entró de repente. Llevaba una gabardina larga que estaba empapada.

"¿Y dónde has estado querida hermana?"

"De compras-"

"¿En serio? ¿Dónde están tus bolsas de la compra? Parece que acabas de ir de excursión al bosque".

Hizo una pausa y luego se encogió de hombros. "No pude encontrar lo que estaba buscando, y luego tuve algunos problemas con el auto. Está lloviendo afuera".

"No desperdiciaste dinero por una vez, y cambiaste un neumático pinchado", se rió por lo bajo. "Qué diferente a ti, Rebekah".

Ella puso los ojos en blanco y arrastró los pies escaleras arriba.

Klaus siguió hablando con sus híbridos, cuando de repente sintió un tirón magnético en su cuerpo. Estaba sucediendo de nuevo.

"Oye, ¿estás bien?" preguntó uno de sus híbridos.

"Estoy bien", Klaus trató de ignorarlo, pero solo se hizo más fuerte. Y luego escuchó la respiración lenta y superficial de Elena mientras imágenes de ella yaciendo casi muerta en un área boscosa parpadeaban en su mente. El pánico llenó su corazón. "Me tengo que ir", salió corriendo por la puerta en un abrir y cerrar de ojos.

(POV Klaus)

No tenía ni puta idea de por qué estaba pasando esto, pero sabía que no podía fingir que no lo sentía. Las visiones nunca habían sucedido antes. Para mí era la primera vez que veía a Elena en mi cabeza, y estaba casi convencido de que debía haber sido una alucinación, excepto que no podía descartar el hecho de que no lo era. Tuve que venir y ver por mí mismo.

La visibilidad en el camino era bastante mala, así que aumenté la velocidad de los limpiaparabrisas y corrí hacia ese destino que tenía grabado en mi mente. Ella estaba en el bosque. Cuanto más me acercaba a ella, más fuerte se volvía el tirón. 

Estacioné mi Jaguar en un claro en medio de un área boscosa y apagué el motor. Elena estaba cerca. Podía sentirla. Abandoné mi auto y seguí esa fuerza invisible que me tiraba hacia ella. Respiración superficial y dificultosa ... eso es lo que estaba escuchando cuando me detuve por un momento. Podía oler su sangre. Era tan fuerte que casi provocó que el vampiro en mí saliera.