PREFACIO.

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"Soy la indicada."
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Se levantó de la cama con el cabello revuelto, y aún así seguía luciendo fabulosa. Se estiró un poco y sonrió. —What a nice day.—

The view I have is better. [La vista que yo tengo es mejor.]— La sonrisa se le quitó. Giró su cuerpo desnudo y vio al chico recostado en su cama; juraría que en la noche lo vio más "grande", y ahora, lo veía de no más de veinte años.

¿Quién diría que el mocoso sería tan dócil?

You're right—, volvió a sonreír medianamente antes de responder —I'm going to take a bath, when I return I hope I don't find you. [Me voy a bañar, cuando regrese espero no encontrarte.]

Ver caras de desilusión era su pan de cada día. —What?

I want you to go.

—[Pero dijiste que si me dejaba hacer lo que tú querías, hoy haría lo que yo quería contigo.]— Apeló con ligera esperanza.

Lamentablemente, con ella, esa palabra no existía.

—[Si, pero ya me aburrí de ti... Mmm, ¿Cómo te llamas?]

—[Soy Gibraltar.]

Whatever.— Caminó al baño que estaba fuera de su habitación, y antes de cruzar, le volvió a decir. —[Y no hagas desastre.]

Así, ella abandonó el cuarto.

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Unos momentos después, salió con total calma de su baño con una toalla enredada en su cuerpo, fue a su habitación y vio que efectivamente ya no estaba aquel muchacho. Le dio un poco de ternura y pena, se le veía un tanto desconcertado, apostaría que era un buen tipo.

Pero ya había pasado.

Se puso ropa limpia y cómoda, saldría a comprar algo para desayunar, estaba hambrienta. Sacó a lavar las sábanas de su cama, lavó y limpió perfectamente los instrumentos que había ocupado y, finalmente, colocó protectores nuevos a su extenso colchón.

Reluciente.

USA, una reconocida chica, de rubios y ondulados cabellos; una chica popular, de dinero, atractiva a primera vista, su figura era espectacular, no era precisamente muy delgada, poseía con orgullo unas curvas que hacían alucinar a cualquiera; ésta misma chica estaba a punto de salir, no solo a buscar alimento literal, sino salía para ligar con millones de personas y presumir sus cualidades.

Ropa limpia, perfume atrayente, cabellera suelta y lentes de sol brillantemente oscuros.

Esos condenados lentes que no dejaban ver la hermosura de sus vibrantes ojos azules, tan profundos como el mismo océano pacífico.

Según ella, los ocupaba para disimular sus expresiones, ya que era alguien que gesticulaba cada sentimiento que tenía.

Y sin mentir, le daban mucho estilo. Se había vuelto un tanto soberbia, arrogante y orgullosa; no era su culpa, su entorno social, familiar y amoroso la hicieron así. Claro que nunca iba a admitir sus defectos.

Aunque siendo sinceros, ¿Quién de verdad los acepta?

Tomó su celular, última generación de iPhone, se colocó sus audífonos inalámbricos y dio clic para la reproducción de una sola canción. —Historia verdadera. No hay gloria, vamos.— Queda de más decir que ella sentía que estaba protagonizando el mejor espectáculo, un musical tal vez, uno donde le decía al mundo que era la mejor y nada podía aplastarla.

LIZZO [USAMEX] [The Original]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora