Aquella silueta espeluznante y llamativa no desaparecía, solo continuaba creciendo hasta el punto de ser aún más grande que el mismo Sol. Los Dioses restantes y la Madre Celestial parecían muñecos en comparación a esa extraña silueta.
De un momento a otro la escena cambió mostrando a Bangchan viendo a los humanos como si fueran juguetes y a su lado Lee Know, quien solo evitaba observar ese inútil juego que tenía su hermano Mayor.
— Bangchan.. ¿No es mejor dejarlos ser? —
"¿A qué te refieres?"
— A que avancen solos, después de todo les dimos su libertad, ¿No? —
Y con esa respuesta Lee Know supo que había metido la pata, ya que la única reacción que recibió de su hermano fue el ver cómo enviaba truenos y lluvias peligrosas a los humanos.
"Repite conmigo, Lee Know. ¡REPITE!"
Asustado de su propio hermano, Lee Know decidió hacerle caso.
— Los humanos nos sirven a nosotros y nosotros a Celestia. Los humanos deben de mantenerse bajo nuestro control hasta el último respiro de Celestia e incluso más allá de este.—
"Los humanos nos sirven a nosotros y nosotros a Celestia. Los humanos deben de mantenerse bajo nuestro control hasta el último respiro de Celestia e incluso más allá de este."
Aquellas palabras sonaban convincentes para el Mayor de los dos, pero para Lee Know sonaban como un discurso erróneo, un discurso que nunca se lo impondría a su Nación.
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Los ojos de Bangchan volvieron a abrirse tras su pequeña "Siesta", lo primero que vió fue el rostro de aquel ser extraño, ese "Lee Know" que se comportaba de una forma tan desquiciada que incluso el estaba asustado de lo que pasaría.
— Al fin despiertas, no despertaba nunca, incluso tuve que acuchillarte varias veces. —
Bangchan solo había movido su cabeza confundido por todo, hasta que noto lo que había dicho el chico y con desesperación movió sus vista hacia su cuerpo buscando aquello que ese "Lee Know" había dicho.
Una risa maniática y llena de diversión se comenzó a escuchar en la habitación, era el chico que se estaba riendo de la reacción del Dios.
— ¿En serio pensaste que te mataría? No puede ser, ¡Si lo pensaste! — Pronunció de una forma tan brillante que asustaba. — Nuestra regla número uno es "No matarnos entre nosotros" Nunca te mataría, hermano mío. Nunca lo haría. —
Fueron las palabras de "Lee Know", mientras se iba retirando de la habitación dejando a un Bangchan totalmente confundido y asustando con cada cosa que había dicho.
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Desde afuera un Dios escuchaba todo, cuando menos se dió cuenta estaba frente a frente con ese ser extraño que se nombraba tal cual como su hermano.
Jisung estaba asustado, su vista estaba clavada en aquel ser, mientras intentaba no temblar ante esa mirada de superioridad y poder.
— Sabes.. el escuchar conversación ajenas es de muy mala educación, Han Jisung. —
La forma en que ese ser había pronunciado su nombre, con una voz tan oscura y rencorosa que hizo retroceder a Jisung, pero sin la capacidad de escapar, ya que a los segundos fue tomado por ese ser.
— ¿Qué tal si te mostramos modales de la forma antigua? —
Jisung rápidamente intento correr o algo esconderse de ese ser, pero fue imposible. De un momento a otro se encontraba mirando fijamente al chico a los ojos con una expresión perdida y asustada.
Esos ojos.. llenos de ira y de rencor le estaban mostrando al pequeño Jisung su mayor terror, el momento donde un simple mortal pudo superarlo, dónde su propio hermano logro llevarlo al nivel de los mortales.. Jisung estaba observando una y otra vez en un bucle cómo era derrotado y casi asesinado por un moral, a quién el mismo tacho como "Débil"..
Miedo número dos de los Dioses.
"Sentirse superados por sus mismas creaciones"
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Por la Gloria de los Caídos...
FantasyCuando los 7 Dioses restantes pensaban que su terror había terminado, que su tortura iba a parar, la misma Madre Celestial les envío a su nueva pesadilla. __________________ - El ver a los Dioses en persona te hace creer en ellos? - "Sí, son tan...