°3°

2.6K 157 38
                                    

-¿Cómo está el agua? ¿Puedes encargarte tú solo?- Preguntó Jimmy, asomándose por la puerta del baño que tenía en su oficina. Buster asintió en silencio, surcando sus comisuras levemente en una pequeña sonrisa de incomodidad.

-Muy bien.- Respondió con un gesto similar, antes de cerrar la puerta y dejar al koala solo.

Luego de ese extraño y grandioso momento entre él y el sr. Crystal, Buster no supo realmente como debía reccionar. Era un koala con demasiado optimismo para el cuerpo tan pequeño que tenía, desnudo y cubierto del semen de uno de los empresarios más ricos y poderosos de Red Shore city, con quién anteriormente solo había tenido desencuentros donde su vida pendía siempre de un hilo.

Sip, no sabía ni que pensar en absoluto.

Todo lo que sabía es que fuera como fuera que se haya dado la oportunidad y el momento de que sucediera aquello, le había gustado.

-Bueno, tendría que estar loco para que tener algo con alguien así no me guste.- Murmuró mientras enjabonaba su cuerpo, eliminando todo rastro que hubiera del fluido de Jimmy de su pelaje.

"Pero fue tan... extraño" pensó mientras abría las llaves de paso y mediaba el agua.

No sabía bien cómo describirlo con exactitud, pero aquello fue toda una mezcla y estallido de emociones y sensaciones, muchas demasiado dispares y contrarias. Temor, intriga, ansiedad, deseo, excitación, su cuerpo enardecía por completo con sólo un pequeño toque de las expertas garras del lobo, y su ritmo cardiaco se disparaba a la par también.

Terminó de enjuagarse el cuerpo. Cerró las llaves y tomó la toalla que Jimmy había dejado para él, sintiendo de lleno la suavidad y la calidez de la tela al comenzar a secarse, aún con ayuda de una secadora que había allí.

Una vez estuvo completamente seco, procedió a vestirse con la misma ropa con la que había entrado, que se encontraba perfecta y sin rastro alguno de lo que había hecho con Jimmy minutos atrás. Como si no hubiera pasado.

Sacudió su cabeza, aclarando sus pensamientos.

-No. Claro que pasó, de lo contrario ¿por qué demonios yo tendría ese tipo de f-fantasía con él? Si, es atractivo y muy apuesto pese a su edad pero jamás he pensado así de nadie que conozca, mucho menos si trabajo con o para esa persona.- Murmuraba con el ceño fruncido, a la par que ataba su corbatín y lo acomodaba frente al espejo. Sonrió a su reflejo al finalizar.

-Bueno, ya pasó. Ahora a seguir.- Alisó sus prendas con sus garras una vez más y salió. Afuera, Jimmy se encontraba en su escritorio, trabajando en silencio en compañía de una taza de café. Buster respiró profundamente y colocó su mejor sonrisa antes de atravesar el lugar en dirección a la puerta.

-Ah, ya saliste bola de pelo.- Dijo el lobo de manera monótona, sin alzar la vista del papeleo en el que trabajaba. Buster se exaltó al oírlo.

-Sí, sr. Crystal.- Titubeó como respuesta. Jimmy lo miró.

-Oye, era broma cuando te decía bola de pelo. No esperaba que fueras una en verdad.- Habló con sorna, sonriente, avergonzando de nuevo a Buster con esa mueca que comenzaba a parecerle brillante antes que aterradora. El koala rió nerviosamente en respuesta.

-Si, mi pelaje se esponja con facilidad.-

-Puedo verlo. Pareces un adorable osito de peluche así.- Siguió molestándole, con su encantadora risita. Buster sacudió levemente su cabeza ante tal pensamiento.

-¿Y bien?-

-¿Y bien qué, señor?-

-¿Necesitas algo? ¿Por qué sigues aquí?- Preguntó sin atención, confundiendo al koala nuevamente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 24, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Complaciendo al lobo (CrystalMoon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora