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Las luces se apagaron en todo el lugar. La única luz que había provenía de los montajes en el escenario, que brillaba suavemente, mientras Buster los acomodaba con la intensidad apropiada acorde al contexto de cada acto.

Más intensa y de color uniforme para el planeta de guerra, más brillante y en tonos cálidos para el planeta de alegría, tres tonos suaves para el planeta del amor y los tonos blancos y azules fríos para el planeta de la desesperanza.

Estaba casi por terminar de preparar todo para el ensayo de ese día, cuando escuchó como el eco de unos pasos inundaba el silencio del lugar. Después esos mismos pasos se oyeron más claros, y se escuchó como alguien se detuvo detrás suyo. Buster miró de reojo.

-Hola, a quién sea que esté detrás mío.- Saludó con una sonrisa, aún en lo suyo. La persona resopló con gracia.

-Vaya que eres centrado cuando se trata de trabajo.- Dijo sencillamente Jim. Buster se volvió hacia él a saludarlo correctamente, siempre sonriente.

-Ah, señor Crystal. Es un gusto tenerlo aquí, ¿viene a ver el ensayo de hoy?- La calidez y amabilidad que eran marca del koala siempre divertían de cierta manera a Jim. Ver como alguien tan pequeño como Buster Moon trataba a todos como si pudieran alcanzar el cielo con estirar la mano le parecía divertido. Claro que cualquiera puede conseguir lo que desea si sabe mentir adecuadamente y actuar tan descarado como lo hacía Moon.

Jimmy bufó divertido.

-Espero poder verlo, pero antes, ¿tienes un minuto?- Abrió la puerta de la cabina de control, invitando al koala a que lo siguiera. Buster asintió en silencio.

El eco de sus pasos resonó a lo largo de ese inmenso pasillo, que lo llevaba a la oficina del lobo. Caminaba junto al señor Crystal en silencio, mirando todo alrededor suyo. Aunque caminara por el mismo lugar un millón de veces, no se cansaría jamás de contemplar y admirar cada detalle del recorrido. Pero le extrañó no ver a Jerry ni a la seguridad de Jimmy en sus respectivos puestos.

Tuvo repentinamente un mal presentimiento, pero no hizo mucho caso. Era hora del almorzar y pronto sería tiempo del ensayo , así que pensar en eso lo alivió un poco.

Volvió a mirar hacia arriba, deteniéndose brevemente en el lobo que caminaba a su lado. Jimmy Crystal era un macho que incluso con sólo verlo intimidaba, pese a su actitud tan relajada frente a todos, pero que también era bastante atractivo.

Jim miró al koala curioso de reojo, un breve destello cruzó su mirada a la par que sonreía de lado, mostrando sus colmillos. Buster bajó la vista de inmediato, ruborizado.

Al llegar, Jim abrió las puertas de par en par, ofreciéndole entrar al koala. Una vez dentro ambos, Buster siguió su camino unos cuantos pasos, sin percatarse de como el lobo cerraba las puertas con seguro.

-¿Un trago? ¿Qué te apetece? ¿Vodka, whisky, ron?- Inquirió, acercándose al bar que tenía en su oficina.

-Um, la verdad no sé de licores, para serle sincero.- Respondió con un poco de vergüenza. El lobo se mofó.

-Don salido de la nada no conoce de licores, no sé porqué no me sorprende.- Se acercó a escritorio, riéndose por lo bajo y haciendo sentir incómodo al koala en el proceso. Extendió un vaso hacia él.

-Está disuelto con agua. Bébelo.- Dijo para después darle un trago a su whisky. Buster tomó su vaso y lo llevó a sus labios para darle un sorbo a la bebida. Y nada más que eso. Jim lo miraba muy atentamente.

-Si, em, no es un sabor que me agrade, pero le agradezco de todas formas.-Sonrió nuevamente. El lobo se burló.

-Bueno, no cualquiera aguanta el sabor de un buen whisky.- Soltó con sorna. Buster rio, con la intención de destensarse. Algo en el particularmente buen humor de Jim lo ponía en alerta.

-Tranquilo hombre, sólo quiero hablar.- Todo en él era inusual de cierta forma. Su postura y actitud relajadas le hacían que un escalofrío le recorriera por la espalda.

-Si quiere saber del trabajo de Porsha, déjeme decirle que tiene una voz y seguridad increíbles. Es un buen elemento para el show y tiene potencial que si se encamina de manera adecuada le asegura una carrera musical fenomenal. Además.- Su perorata se vio interrumpida por la repentina cercanía del otro. De un segundo a otro, el lobo estaba a tan sólo centímetros de su rostro, mientras Buster se encontraba suspendido en el aire. De nuevo, Jim lo había cargado como ya era peculiar costumbre entre ellos.

-Ay, ¿sabes qué? Mejor te soy directo.- Su sonrisa hizo que Moon tragara saliva.

-¿S-señor Crystal?- Habló con una mueca tratando de pasar como sonrisa, pero muy forzada y nerviosa.

-Quiero cogerte.- Soltó sin más. Buster lo miró.

-Eh, ¿q-qué?- Preguntó con temor. Quizá había escuchado mal o algo así. Jim respiró profundamente.

-¿Cómo te suena más: acostarme contigo, tener sexo, follarte, acurrucarnos, hacerte mío? Elige la que quieras, el punto es el mismo.-Habló con simpleza, como si no fuera algo serio o importante. Lo que probablemente fuera así, teniendo en cuenta quién es Jimmy Crystal. No le sorprendería en absoluto enterarse que no es la primera vez que le hace este tipo de "propuesta" a alguien. Moon se ruborizó.

-P-pero se-señor Crystal, y-yo.- Replicó torpemente, divirtiendo al lobo con su reacción.

-N-no lo entiendo señor, ¿p-por qué?- Jim soltó leves carcajadas, caminado hacia el sofá de la oficina mientras aún cargaba al koala. Se sentó.

-Te lo dije ¿no es cierto? Si tienes la oportunidad de complacerme, tienes que tomarla y hacerlo.- Dijo sin más, sentando al koala a su lado, pero sin soltar su agarre. Buster aún no paraba de procesar que todo aquello estuviera pasando.

-Señor, em, e-este tipo de bromas no son lo mío. M-muy buena pero ya lo descubrí así que por favor déjeme ir que se me hace tarde.- Rio con nerviosismo, intentando zafarse del agarre del lobo para irse del lugar. Jim lo soltó, sorprendiendo un poco al koala.

-Jaja, sí, me atrapaste.- Se carcajeó levemente. Buster imitó su acción.

-Pero, aún no acabo de comprender ¿qué te hace creer que estoy bromeando?- Antes de que se diera cuenta, Buster ya estaba acorralado en el sofá, sin posibilidad alguna de escape. Su respiración se aceleró ante el susto, y lo hizo aún más al bajar la mirada un poco y notar el nada pequeño bulto que se asomaba en los pantalones de Jim. Buster tragó saliva.

-¿Te sigue pareciendo que brome con esto?- Lo tomó con una inesperada suavidad del rostro, obligándolo a mirarlo a los ojos. Unos ojos feroces, que lo desnudaban por completo y lo hacían sentir vulnerable. Más no tenía opción, y eso lo sabía.

-No señor.- Titubeó brevemente al responder, haciendo el máximo esfuerzo para no resaltar su obvio nerviosismo. Cosa que Jim claramente notó.

-Bien, nos vamos entendiendo.- Su sonrisa ladina y su mirada intensa y voraz debilitaban enormemente las piernas del koala. De no ser porque estaba de rodillas y con la espalda contra el respaldo del mueble, no podría mantenerse en pie de ninguna forma.



Nota: No prometo actualizar muy seguido pero actualizaré, lo aseguro.

Gracias por leer <3

Complaciendo al lobo (CrystalMoon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora