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Se encontraba viendo a la nada en aquella pequeña y rosa cafetería del centro cuándo su teléfono comenzó a sonar.

–Louis Tomlinson?– escuchó una voz grave y severa al otro lado de la línea
–Sí, quién habla?– Contestó un tanto extrañado al no reconocer esa voz.
–Oh, bien. Soy el jefe del buffet de abogados que contactó para llevar acabo su defensa en el juicio de su divorcio, le llamo para citarlo en nuestras oficinas para el día de mañana antes de las 12 del día para asignarle nuestro mejor abogado, puede asistir?– El tipo hablaba de una forma tan golpeada que Louis sentía que le estaba llamando la atención.
–Claro, ahí estaré. Hasta mañana– colgó la llamada justo después de escuchar una despedida de aquel hombre. Sintió un escalofrío subir por su espalda y disiparse en su cuello, todo el tema del divorcio lo ponía mal, no podía creer en la clase de persona que el hombre que creyó el amor de su vida se había convertido.

Mucha gente habla de sus ex parejas y los llama locos, psicópatas, desquiciados, pero ésto era real en el caso de Louis. Había conocido a Evan en su último año de universidad, Evan estudiaba para enseñar literatura en preparatorias y grados menores, mientras Louis estudiaba diseño de modas, pues desde pequeño acompañaba a su abuela cuando cocía o hacía alguna prenda para él o sus hermanas. Claro, ahora ya no tenía contacto con ella y muy poco con sus hermanas, no aceptaban del todo la orientación sexual de Louis, el siempre supo que era gay, no necesitaba analizarlo mucho para darse cuenta; desde que era un pequeño niño de 7 años sentado en el sofá de su abuela mirando la televisión mientras comía unas pequeñas galletitas que ella preparaba, se daba cuenta que le parecían muy lindos los hombres que salían en la pantalla, claro las chicas son muy bonitas, pero definitivamente el podría casarse con un príncipe azul al igual que las princesas, aún el siendo también un principe.
Solo que a los 18 años, cuando le explicó esto a su abuela y le contó sobre un chico con el que llevaba saliendo algunas semanas, ella no estuvo de acuerdo, intentó llevarlo a una "terapia de reversión" por suerte, su madre lo apoyaba y salvó a Louis de esa situación tan denigrante y estúpida, pero tanto Louis como su abuela no volvieron a hablar, no volvieron a tener esas agradables tardes de aprendizaje dónde ella le enseñaba todo lo que sabía, y el aprendía, no volvieron a tomar el té mientras Louis le mostraba los primeros diseños que lograba hacer. Él realmente la extrañaba, y era justo eso en lo que pensaba mientras a través de la ventana veía como comenzaba a caer la lluvia, así empapando las lindas calles del centro de Londres, decidió que era hora de volver a casa, terminó de beber su té y pagó la cuenta para después salir del establecimiento, aún sin una sombrilla con la cuál poderse cubrir de la lluvia que pronto se convertiría en una gran tormenta, quiso caminar de regreso a casa y justo pasó por fuera de las oficinas que tendría que visitar el día siguiente, pudo ver salir a alguien que le parecía bastante familiar, pero solo lo dejó pasar y continuó su camino.

Trás llegar a casa tomó una rápida ducha caliente, y reanudó su trabajo con un vestido que una marca bastante grande le había encargado, sabía que sí hacía bien este trabajo iba a tener una gran recompensa, y estaba realmente esmerado en ese vestido, tanto que olvidó la existencia del tiempo, sin darse cuenta ya eran las 4 A.M. Tenía que dormir si pensaba llegar a tiempo a la cita para conocer a su abogado. Sin muchas ganas se dirigió a su habitación, la cuál se encontraba en el piso de arriba de esa no tan pequeña casa, se dió cuenta que faltaban algunas cosas de la mesa de noche de Evan. Había ido a recoger más cosas. Louis no entiende porque lo hace tan lento y tedioso ¿Por qué no llevarse sus cosas en uno o dos viajes? ¿Por qué no aceptar y firmar el divorcio de una vez por todas en vez de llevarlo a juicio? 

☁︎

Esa desesperante y aguda alarma comenzó a sonar, indicando que eran las 8 A.M. Y para Louis, hora de despertarse. Salió a correr, pero le fue casi imposible seguir el rumbo de todos los días, le traía más recuerdos y le hacía pensar en lo mucho que ha cambiado su vida. Él nunca fue de las personas con miedo al cambio, al contrario, para él, el cambio era bueno, pero toda la vida había estado rodeado de personas que no se sentían comodos ni con el más minimo cambio, cambios voluntarios, claro, los temporales son inevitables. 

Después de llegar, desayunar y ducharse, tenía que arreglarse, aunque fuera un poco, no podía llegar con ropa deportiva a la reunión por más que quisiera. La lluvia había estado un poco más fuerte durante la última semana, era un pretexto perfecto para usar más capas de ropa, cosa que él amaba.
Salió de su casa unos cuarenta minutos antes de las 12, para poder pasar por un café y aún llegar a tiempo. Tomó el autobus para el centro y bajó frente a la cafetería en la que había estado el día anterior, y muchos días anteriores a ese. Tras pedir, recibir su café y mantener una pequeña plática con la chica de la caja, Louis salió caminando de tal lugar hacia las oficinas.
El lugar se veía bien, una fachada antigua por fuera, pero moderno por dentro, aunque tenía algunas emociones mezcladas en su estómago, lo ponía nervioso estar ahí, pero de nuevo, el tema del divorcio es lo que hace con él.

Preguntó al recepcionista a dónde tenía que ir, el cuál le indicó que al piso 4, y ahí estaba ahora, apretando la mano del hombre con el que había hablado el día anterior en forma de saludo y regalandole una cordial sonrisa. Este hombre tenía un aspecto formal pero descuidado a la vez, con una pequeña barba de un par de días, olor a cigarro y una corbata muy ajustada. Hizo a Louis sentarse mientras esperaban a su abogado.
Cuando este llegó, Louis quedó paralizado, tenía tanto tiempo sin verlo, sus ojos verdes aún tenían ese brillo, su sonrisa y los hoyuelos causados por ésta, sentía su corazón acelerarse. Aunque el contrario tampoco podía olvidarlo, sus ojos azules combinando con el fondo, las arruguitas formadas a los lados de sus ojos ocasionadas por su hermosa sonrisa, sentía que las piernas le fallarían y caería ante el, pero tenía que contenerse.

Parecían haberse puesto de acuerdo telepáticamente, pues ambos fingieron no conocerse hasta quedarse solos.
















Estúpido capitulo corto, te amo cómo no tienes idea. Siento que voy encontrando mí tipo de escritura, amé escribir esto, espero gusten de leerlo.

𝑳𝒐𝒕𝒔 𝒐𝒇 𝒍𝒐𝒗𝒆, 𝑪𝒂𝒍 𝒙𝒙.

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⏰ Última actualización: Jul 16, 2022 ⏰

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