Prologó.

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Sukuna estaba muy enojado, tenia que ir otra vez a la escuela aun después de haber ido una semana antes porque su papá quería ver si le gustaba. Obvio no le gusto pero era la mejor opción según su padre y hoy no estaba de buen humor para que el pudiera hacer rabietas de no querer ir.


Todos los niños eran molestos y sucios, parecía que ni siquiera sabían donde estaban o porque no le hacían caso a la única autoridad del pequeño salón.


Quería irse pero escaparse no era una opción y todavía faltaba una hora y lo mas importante, lo único que valía la pena: el recreo.


Pero incluso cuando llego el recreo, solo maldijo en su pequeña mente al ver de lejos un niño todo feo molestando a otro. ¿Quién se creía el para imponer respeto?


Los únicos que podían eran el o su padre.


Así que a pasitos firmes y seguros, fue a devolverle el golpe al niño feo y darle una advertencia al niño que estaba hecho bolita para que el otro no le pegara. 


_Oye mocoso_ Y cuando el niñito alzo su cabeza para verlo con ojos lagrimosos se dio cuenta de que su corazoncito iba muy rápido y sintió cosquillas en su pancita.


_¡Gracias por ayudarme!_ Y unos bracitos calientitos lo rodearon.


Ahí es donde Sukuna se dio cuenta de que quería feliz al niño bonito.



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Jeje esta es mi segunda historia.


Lo sé, todavía no acabo una pero ya estoy en proceso de otra.


Bueno nimodo, las ideas vienen y yo digo va.


Se cuidan bandamax :D

Lifelong Love (Sukuita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora