Vengo a hablarles de ella...
Ella, la dueña de la locura, la que es feliz con una simple melodía.
La constelación que ilumina mi universo. Ese uno en un millón, que cambio mi vida para siempre.
Ella, es como esa sensación al leer un libro nuevo, como esa canción que puedo escuchar mil veces y aun así me seguiría gustando.
¿Solo mi hermana? No, es mi compañera de vida la creadora de estos escenarios efímeros de alegría la tinta de mi lapicera y la protagonista de mi historia favorita.
No sé si es mi alma gemela, mi otra mitad, o mi mejor amiga, ni si me quiere igual, pero no me imagino un futuro sin su sonrisa.
No sabría qué hacer con ella, pero tampoco sabría qué hacer sin ella.
Cada vez que miro a la luna brillando en lo más alto del cielo, la recuerdo, ya que es muy parecida a ella, es una preciosa luz que ilumina hasta la más aterradora oscuridad.
Y aunque existan miles de colores con un significado diferente, ella es aquel color que refleja el sentir más profundo del alma, ese blanco tan puro y singular. Afrodita nunca envidió la belleza de un ser humano, hasta que llego ella.
Ni el mejor pintor podría plasmar su belleza en un lienzo, ni el mejor escritor podría describir el brillo que hay en su mirada. Solo mírala, es la razón por la que un ángel quisiera pecar y por la que un demonio quisiera redimirse.
Somos dos piezas abstractas que en este sistema desgastado encajan perfectamente. Somos la paradoja que compone al yin yang. Lo mejor de todo... es que en los peores y mejores momentos, siempre permanecimos juntas.
Vengo a hablarte de ti... Eres mi serendipia, no te busque, pero aun así te encontré. Eres arte, y si no sabes que significa, yo te puedo describir.
Cada segundo que sonreí a tu lado valió la vida. Y es que amar tiene un significado tan complejo, pero tu me haces entenderlo tanto que lo adoro. Me encanta la frase de esa canción que dice "I'm here to admit that You are My Medicine" Escribo esto aquí para admitir que tú eres mi medicina.
