𝙿𝚘𝚛𝚌𝚎𝚕𝚊𝚒𝚗 𝙳𝚘𝚕𝚕 - 𝙳𝚛𝚊𝚔𝚎𝚗𝚞𝚒

Chapter Tree

El joven rubio no recuerda mucho después de eso más que haber caído en los brazos de Takemichi, su vista tornándose borrosa para al final desmayarse preocupando a los presentes.

Al despertar los recuerdos le invadieron como un remolino, su vista tornándose borrosa mientras sentía como las lágrimas le invadían, porqué no era tan cercano a sus padres pero aun así los quería, deseando estar en esas épocas en donde todo era solo un mal sueño de un niño pequeño en donde al final sus padres le abrazarían cesando su llanto, pero eso no pasaría.

Pará ese punto no le importa si alguien le escucho oh no, solo lloro con todas sus fuerzas hasta que se sintió agotado como para seguir pero las puertas de su habitación se abrieron y pudo ver a su hermana entrar a la habitación, froto sus ojos ardiendo el simple tacto de lo irritados que estaban, pero no era una ilusión la verdadera akane en carne y hueso se encontraba ahí y sus brazos lo rodearon en busca de un confor mutuo, no era muy unidos y tenían sus diferencias pero al final se criaron juntos y se tenían un gran aprecio.

–Akane.. Yo - sollozo sintiendose mucho mas débil que antes.

La nombrada negó, posando su dedo en su labio en forma de guardar silencio, –No te sobre esfuerces Seishu, no tienes que decirme nada, ya estoy aquí, hermano mío - murmuró la rubia.

Inui solo se dejó abrazar por ella mientras sentía como algunas lágrimas caían del rostro de akane pero comparado al suyo no era nada. Y descanso, sintiendose mucho mejor al tener a su hermana al lado

La rubia salió pues a pesar de su embarazo tenía cosas que arreglar, claro no sin antes pedir a los sirvientes que se encargarán de su hermano y aclaro, que apenas tuviera tiempo volvería con Inui, el nombrado en cambio no hizo mucho durante esos tres días, la perdida fue dura, tan traumante que lo dejó en shock pero en vez pedir ayuda pidió y prefiero tener su espacio, a veces venía akane pero no hablaban solo se hacían compañía hasta que Takemichi decidió intervenir.

–Sabes Inui, entiendo como te sientes, no te obligare nada pues es un estado tan complicado cuando alguien a quien aprecias se ah ido, pero no estas solo, tienes a tu hermana y aun hermoso sobrino que te aguarda, me tienes a mi, necesitamos al heredero de black dragons pero sobre todo a Seishu, ahorita necesitamos que pienses con la cabeza fría porque si te dejas llevar por tus sentimientos y no lo hablas empeorará - el rubio iba a seguir pero la puerta fue golpeada y una sirvienta entró haciendo una reverencia

–Mil disculpas su majestad, se que nos pidió un momento a solas con el príncipe pero se le necesita en la oficina de su majestad, la reunión con los ministros está por empezar y hay muchos temas por debatir -

Un suspiro sale de los labios de Takemichi, para dicho asentir, se despide de Seishu y sale de la habitación

El rubio lo piensa, sinceramente era algo molesto, pero el encierro lo estaba enloqueciendo así que al final decide salir, toma un baño que le ayuda a relajarse y al ponerse su ropa siente un mal sabor en la boca, se siente como su hogar a pesar de todo.

Camina por los pasillos del castillo, llegando al jardín del ala oeste encontrándose con un mini laberinto que lo condujo a una fuente y ahí se encontró con la joven albina de tez igual o mas blanca que la suya, un vestido simple pero por el diseño de una falda demasiado levantada o llamativa si no mas estilo campesino, sus detalles son blancos y se nota el lujo en las joyas, al esta voltearse hace una reverencia tomando los volantes del vestido haciendo una pequeña inclinación

–Disculpe mi falta de modales y el echo de no haberlo notado antes su alteza, soy Joane Jacquelinr Lefebvre Girard, reina del reino del otro continente -

–No se preocupe, soy Seishu Inui, su majestad - responde y de igual forma con una reverencia

La albina sonríe y su mano pasa por su cabello arreglando lo un poco y ahí nota el parche que cubre su ojo dejando solo a la vista uno