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Ya era de noche y la lluvia no paraba, Tomura estaba con Dabi, que ahora es su pareja, estaba jugando un juego que se descargó en el móvil, y el pelinegro lo miraba jugar.

—¡Joder!.— exclamó el peliceleste, pues había perdido. Dabi solo pudo reír en voz baja.

Estuvieron así durante 15 minutos, Tomura insultando al juego y Dabi riendo de sus fracasos.

—¡TOMAAAA, TE JODES HIJO DE PUTA!— Dabi se sobresaltó al escuchar ese grito. Tomura al fin había ganado.

—Y luego me dices a mi "boca sucia".— dice Dabi.

—Shh, calladito estás más bonito.— responde Tomura.

—¿O sea que antes me veía feo?— pregunta Dabi fingiendo tristeza.

—¿Eh? ¡Claro que no idiota!—

Dabi rió por la reacción del peliceleste y luego le acarició el pelo.

—Era broma.— dice Dabi sonriendo.

Tomura parpadeo tres veces y luego le dió un golpe suave en el brazo de su pareja insultando lo "cariñosamente".

—Eh tortolitos.— los dos dieron un mini salto al escuchar la voz de Hanna. —La cena ya está lista.—

—¿Por qué no tocas antes de entrar?— preguntó Tomura molesto.

—Por que la puerta ya estaba abierta, tontito.— respondió la mujer.

Tomura solo giró los ojos y se levantó para ir a cenar.

—Te olvidas a tu novio.—

Tomura al escuchar eso fue corriendo a la habitación y agarró a Dabi.

—Perdón.— dice, y luego mira a su pareja sonriéndole nervioso.

Tomura se lo lleva hacia la cocina mientras que la pelinegra los sigue.

Se sientan y empiezan a cenar.

—Esta deliciosa la comida suegra.— dice Dabi.

—Ay muchas gracias yerno.— responde la madre.

Hanna se ríe y ve a Tomura un poco rojo de la vergüenza.

La cena fue agradable y tranquila.

Después de cenar la pareja se fue hacia la habitación del peliceleste.

—Dormiré contigo.— Tomura asiente y el pelinegro sonríe.

—Tengo sueño, ¿Y tu?— pregunta Tomura.

—Sí.— responde el otro.

Tomura se fue al baño a ponerse el pijama y Dabi se quitó la camisa, estando solo en pantalones, pues a este le gustaba dormir sin camisa.

Tomura sale y ve a Dabi sin camisa parpadea tres veces y se pone rojo al ver el buen abdomen del pelinegro.

—¿Te gusta lo que ves?— pregunta pícaramente Dabi.

—Debo de admitir que sí.—responde el peliceleste aún con la cara roja.

Dabi ríe y se acerca a Tomura.

—Estas más rojo que un tomate.— dice Dabi riendo mientras toca la mejilla roja del otro.

—Ya vayamos a dormir.— dice Tomura y luego va hacia la cama y se acuesta. Acto seguido, Dabi también hace lo mismo.

—Buenas noches.— dice Dabi dándole un beso en la mejilla al peliceleste u este se pone un poco rojo otra vez.

—Buenas noches.— dice Tomura un poco nervioso.

El Chico PopularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora