Hace un par de días mi madre, despidió a nuestra sirvienta, no duró ni dos semanas.
Para mí madre, aquellas Mucamas deben de hacer todo perfecto.
¿Lo perfecto existe? No lo sé.
Solo tardó un día encontrar a otra mujer para hacer los quehaceres de la casa. Rosa, la nueva mucama está por llegar.
Mis padres jefes de una compañía de empresas millonarias, dónde la mayoría de tratos, Son sucios.
Jamás están en casa, solo para la cena. Y si están de día libre, todo el tiempo en su oficina, haciendo tratos u otro tipo de trabajos.
La verdad, muchos piensan que mi vida es perfecta, pues no lo es.
¿Solo por tener padres millonarios? Jamas en mi vida eh sentido un mínimo cariño por parte de mis padres, que no haya sido a través del dinero.
- ¿Aún no te vas? - pregunto a Julia, mi madre.
- No. Esperare a que llegue la Nueva mucama y luego me iré - Responde a mí pregunta sin despegar la mirada del celular.
- Bien - subo las escaleras para llegar a mi habitación, dejándola sola en la sala de estar.
Voy al clóset y de allí tomo una camisa color negro, unas calzas del mismo y un chaleco de lana blanco. No pretendo salir, así que quizás me quedé viendo películas o alguna serie.
No está en mis planes hoy usar zapatos así que opté por usar unas medias gruesas, con rayas negras, grises y blancas.
Quizás duerma. O quizás no.
Aún no estoy segura de que es lo que hare hoy.
Introduzco un cassette dentro del reproductor de cassette.
Detroit Rock City de Kiss comienza a sonar en mis oídos.
Me acuesto en la cama por encima de las sábanas mientras tarareo partes de la música. Mis ojos de a poco comienzan a cerrarse y un bostezo se escapa de mi boca.
Intenté contener el sueño pero fue un intento fallido.
No fue mucho lo que descanse, ya que mi madre abrió la puerta y apagó la música para luego despertarme, haciéndome pegar un salto en la cama.
- Vamos, La mucama ya llegó - Dice mi madre con un tono molesto. Su tono normal.
- Mierda, ¿Cuanto dormí? - Pregunto.
- Ashley - reprocha mi madre.
- Lo siento. - respondo.
- Ahora, respondiendo a tu pregunta. 30 minutos.
Ella se voltea y cierra la puerta al salir.
Creo que deberé de salir a conocer a la nueva sirvienta.
Pensé.
Me levanto de la cama y voy hacia el baño de la habitación. Lavó la cara de muerta que tengo siempre al despertar y bajo rápidamente.
Escucho voces que provienen de la cocina, a si que me dirijo hacia allí.
Al llegar observó a un mujer y un chico. La mujer habla con mi madre y el chico a su lado.
- Hola - saludo haciendo un ademán con mi mano -. Soy Ashley, un gusto.
- Ashley Clarke, mi hija - corrige mi madre.
Me acercó un poco más a dónde están y puedo observar perfectamente al chico. Es lindo, no voy a mentir.
Es alto, cabello largo y más o menos corto, tiene unos ojos verdes muy bonitos. Lleva puesto una camisa verde y unos jeans normales.
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El hijo de la mucama || ©+16
Romans"Quédate un poco más que un para siempre..." - Ashley Clarke "Eres todo aquello que le da calma a mi corazón" - Jonathan Smith