Desastre Amoroso

Cuándo me miraste.

El murmullo de la gente, las miradas de todos, aquel corazón roto y las últimas palabras que me dijo aquel rubio de ojos azules.

Todo, se volvió nada, me sentía como un refrigerador desconectado, no sabía que había pasado veinte minutos atrás, osea, si sabía, pero mi cerebro lo ignoró, ¿esta es su manera de protegerse? había leído algo sobre que el cerebro olvida y desecha recuerdos o sucesos traumantes que le hacen daño, bueno, no lo leí, lo ví en una serie, por lo tanto no sabía si había algún dato científico que lo comprobara, pero hoy, lo puedo sentir, lo que no termina de encajar es ¿como un plato de cereal y cepillar mis dientes son datos traumantes? lo que debería de olvidar es está humillación, ésto si lo siento y lo quiero olvidar, esto si es traumante.

Así que, cerebro, actívate ahora.

-¡Maya! -escuche el grito de alguien, lejano, muy lejano.

-¡Maya! -otro grito.

¿Por qué no podía moverme?
¿Por qué siento que los únicos que están trabajando son mi pensamientos?

Mi cerebro no da las alarmas a mis piernitas para moverme, ¿que pasa?

¿Tan mal me dejó, Harry?

Santa mierda, no otra vez. Con esta es la ¿décima? ¿doceava? vez que me termina alguien.

Así que se repite el mismo procedimiento.

Paso 1. Desconectamiento.

Listo.

Paso 2. Hablar conmigo misma por mis pensamientos.

Listo.

Paso 3. Amigos al rescate.

En proceso.

Paso 4. Des.

-¡Maya! -siento los brazos de alguien rodear mi cintura y mis piernas, me carga, y veo pasar rápidamente los casilleros del pasillo, está corriendo.

Pronto el color verde y blanco de los pasillos es sustituido por el color azul marino del salón de música.

Puedo reconocer los lugares pero no moverme, vaya mierda.

-Maya, oye ¿que mierda? otra vez, ya hablamos de esto estúpida -escucho y veo a los ojos a la dueña de esa voz, es Rebecca- no puedes hacer esto cada vez que un desastre amoroso termina.

Intento hablar, pero mi cuerpo sigue sin responder, esto es una completa ridiculez, ¿porque siempre me pasa esto?

-Y-yo -es lo único que sale de mi boca.

-Ya basta -es Nico, está agitado, ¿el me cargó hasta acá?- Maya, debes respirar, no quiero que termines otra vez en un ataque de ansiedad -me mirá.

-Aquí esta el alcohol -otra persona, pero no sé quién es.

De repente siento mi cuerpo pesado, comienzo a abrir y cerrar mis ojos, y los puntitos negros me avisan que es lo que va a suceder.

-No, Maya, no hagas esto -y antes de caer siento los brazos de alguien sostenerme.

Paso 4. Desmayo o Ataque de ansiedad.

Listo.

~~~

El olor a alcohol y los gritos de mis amigos hace que me duela más la cabeza, ni siquiera se que dicen, solo gritan.

-Callense ya -logro articular.

Y al parecer me escuchan, sus voces cesan.