"Quiero jugar a un juego, Hanma Shuji. Tú eliges, vivir o morir."
Basado en la saga de películas : "Saw". Créditos a los autores.
☢️No hace falta haberse visto ninguna película (no contiene spoilers). Solo hace falta que no seas sensible a temas co...
Al escuchar aquello salir de mis labios, noté como la sonrisa de Kisaki se volvía más amplia, a lo que yo también sonreí inconscientemente y sin saber por qué. Le iba a preguntar por qué sonreía, pero justo cuestionó una pregunta a la que simplemente no pude evitar quedarme en blanco.
— Hanma, ¿tú crees en el amor?—Me preguntó, a lo que abrí los ojos, extrañado por su pregunta.
— Antes no.
— ¿Te hice cambiar de parecer, no?—Cuestionó, a lo que simplemente me quedé sin habla. El dio por hecho que era un sí— Lo sabía.
— Me gustas —Exclamé sin miedo al rechazo.
— Te gusta mi cerebro. Estás obsesionado, y sin dudas las drogas te dejaron mal. Por eso te elegí, porque eres fácil de manipular. Yo soy como la mamá pato, y tú mi pequeño patito. Me seguirás a ciegas a pesar de todo, porque para tí, lo único que existe ahora soy yo.
Sus palabras me dejaron sin habla. No pude quitarle la razón por el simple hecho de que todo era verdad, yo le seguiría hasta el fin del mundo si hiciera falta. Me sacrificaría por él con tal de que él sobreviviera.
— Me da miedo que dejes de apreciar la vida después de haberme conocido —Parece que pensó antes de continuar hablando— ¿Tú podrías vivir sin mí?
— No.
— Ese es tu problema. No sirves como aprendiz.
Al escuchar aquello mi piel se erizó. ¿Qué haría conmigo entonces si no le sirvo para nada? ¿Me mataría? No, no creo. Es Jigsaw, no es un asesino en sí. Él solo hace juegos macabros para que la gente luche por su vida. Entonces.. ¿qué me hará? ¿Otro juego?
— Tienes que aprender a vivir sin mí. Lo peor que puedes hacer es enamorarte de mí, así que no lo hagas, o te podrá llevar a la locura.
Asentí, aún no muy convencido sobre lo que acababa de decir. Intentaba entender pero simplemente no podía. ¿Las drogas me habían dejado tan mal? Posiblemente sí. Sentía que ya no tenía la capacidad de pensar por mí mismo. Aunque bueno, teniendo a Kisaki, la verdad es que no creo volver a necesitar el cerebro. Él es el cerebro de todo.
Por eso te necesito, Kisaki. Eres mi cerebro. El cerebro que controla mi cuerpo y manda las órdenes para que yo actúe. Por eso no te puedo dejar ir jamás. Y si tú me ordenas que no me enamore, no lo haré.
No obstante, sé que me miento. Y también sé que Kisaki sabe que me autoengaño.
[ 🩸 ]
Koko Hajime: 14 de febrero de 2015; 7:00 PM.
Mis ojos se abrieron lentamente, sintiendo un leve dolor en la cabeza. Tenía una especie de casco extraño. No le presté importancia. Para mí, tenía más importancia descubrir en qué lugar desconocido me encontraba. Sentía un dolor intenso en el pecho, mi instinto decía que algo iba a salir mal. Miré a mi alrededor y allí estaba, frente a mí en mi misma situación Inupi, mi compañero de trabajo. A ambos nos separaban dos barrotes. Parecía un lugar bastante tétrico.
Él pareció notar mi presencia, a lo que se levantó. Parecía tener miedo de preguntar donde estábamos, así que simplemente no dijo nada. No obstante, yo tampoco dije nada. Tenía miedo de que hubieran cámaras. Miré a mi alrededor mejor y ví una televisión, la cual se encendió en el instante en el que fijé mi vista en ella. Ésta mostraba a un muñequito bastante tétrico a mi parecer, el cual comenzó a hablar sin previo permiso.
Quiero jugar a un juego. Los aparatos que tenéis en la cabeza simbolizan los grilletes que habéis usado durante años en los demás. Prestáis dinero a personas, conociendo sus limitaciones financieras, sabiendo que obtendrán más de lo que ellos podrán pagar. Sois depredadores pero hoy seréis las presas, y es vuestra libra de carne lo que exijo. La balanza es el único camino a la libertad pero solo uno de ustedes pasará y el peaje es el sacrificio ingente: el de la carne. Ante ustedes están los instrumentos con los que podréis extraer la carne pero apresúrense, pues pasados los 60 segundos el que haya dado más carne será el que sobrevivirá, librándose de sus ataduras, mientras al oponente le será perforado el cráneo. ¿Quién ofrecerá más carne para salvar su vida? Tomen una decisión. Vivir o morir.
El tiempo comenzó a pasar. Yo comencé a moverme sin dudarlo. No, no iba a morir allí. No podía. Sabía que tendría que sacrificar a Inui pero, ¿eso qué más daba? Él solo era mi compañero de estafas. No le necesitaba. Solo necesito mi dinero, y ya está. Y así yo, solamente yo, podré quedarme todo.
Deducí que la mejor idea era cortarme alguna extremidad. Un brazo estaría bien. Cogí un machete y comencé a cortarme el brazo sin dudarlo. Inui, el cual aún no había movido ni un músculo, al no verme dudar comenzó a llorar. ¿Por qué lloraba? ¿No iba a pelear por vivir? ¿Tan poco apreciaba su vida?
— Ni lo has dudado, Koko. ¿Quieres matarme? ¡JODER, ESTÁS ENFERMO! — Gritó con miedo, casi a gritos, viendo como ahora yo, con el brazo que me quedaba llevaba el otro a la balanza. 30 segundos, y si Inui no hacía nada por impedirlo moriría. Yo sobreviviría.
Le ignoré. Él permanecía llorando sin control No parecía querer hacer nada. ¿Qué lo impedía, ser amigos de la infancia? Joder Inui, no me hagas reír. Yo no tengo amigos, ¿fuiste tan ingenuo?
— Me gustabas, mucho. Por eso yo quiero dar mi vida por tí. Pero siempre lo único que te gustó de mí es que yo me parecía a Akane. Yo debería estar muerto, de todas formas —Al escuchar aquello me sorprendí, ¿qué demonios estaba diciendo? Miré cuanto tiempo faltaba: 10 segundos — Lo siento. Siento no habertelo dicho antes. El único motivo por el que me quedé contigo en las estafas fue por tí, porque te amo — 3, 2, 1. La cabeza de Inui fue perforada por el casco que llevaba en la cabeza, provocando que su cuerpo cayera muerto en el suelo. Yo por primera vez en mucho tiempo lloré. Lloré por no haberme dado cuenta antes. La muerte de Inui era mi culpa, y solo mía. Y ahora tendría que cargar con ello.
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