OO1 : 㒱 ¿Por qué diablos es tan lindo? ིྀ

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Un día como cualquier otro, Félix había despertado en la habitación de invitados en la casa de su mejor amigo, abrió sus ojos con algo de dificultad al oír la alarma para despertar, justamente a las 6:00 a.m ya que debía estar en su nueva escuela no más de las 7:00 a.m, era el primer día. Acostado en una cómoda cama, envuelto en sábanas azules el joven se dispuso a apagar aquella alarma, se puso en pie para abrir las cortinas de la habitación. Con cuidado se dirigió a la puerta de la habitación algo adormilado aún, sus cabellos desordenados.

Al abrir la puerta caminó por el pasillo que daba lugar a la sala de estar, escuchó algunos sonidos raros provenientes de la habitación cerca de la cocina, escucho con más atención y se trataban de unos ronquidos. Claramente eran de la habitación de Chan, así que supuso que aún se encontraba dormido, restandole importancia a eso Lee fue al baño, sus necesidades fueron echas para posteriormente darse un baño, estaba perdiendo la noción del tiempo ya que no se acostumbraba aún a la hora coreana, al salir de aquel baño, secó su cuerpo, colocó su ropa, y se detuvo unos segundos admirando su rostro en el espejo, realmente se veía hermoso. Orgulloso de su propio rostro, vió la hora en su reloj, se sorprendió, ya eran las 6:30.

— Mierda...no puedo permitirme llegar tarde el primer día —dijo el joven para si mismo en voz baja, sentía que si llegaba tarde sus profesores se llevarían una mala imagen de el.

Salió del baño corriendo, alistó sus útiles en una mochila negra, la colocó en sus hombros, tenía una inseguridad de sus pecas, las cuales eran preciosas, aún así a el jamás le gustaron, de pequeño solía rascar su rostro intentando quitarlas, en Australia solían hacerle bullying por eso, y... digamos que su madre no cooperaba, era una total borracha, así que Lee tuvo que arreglárselas desde pequeño solo pues su padre había fallecido por una horrenda pelea en un bar, igualmente, no era tan preocupado con Félix. Así que por su inseguridad, tomó un cubrebocas, color rojo vino, combinaba perfecto con su sedoso cabello rubio, tomo unos audífonos para colocarlos en su bolsillo, sentía que le haría falta.

Una ves echo todo esto, el joven dejó una nota a Chan, solamente se despedía de el, y le deseaba un buen día. Salió por la puerta, se aseguró de haberla cerrado pues era algo distraído. Bajó las cortas escaleras que se dirigían hacia la calle.

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Mientras caminaba, mirando también la ciudad donde se encontraba, chocó con un chico, muy lindo a decir verdad, tenía un rostro de ángel, pelirrojo, se trataba nada más y nada menos que de Hyunjin. El contrario llevaba consigo unos audífonos puestos, solo se detuvo unos segundos apreciando la belleza de el Australiano, y aunque no podía oír debido a su música, se disculpó por lo sucedido.

— Lo siento mucho  — dijo el pelirrojo para seguir su camino, no le dió tiempo responder al joven que lucía embobado por su belleza. Luego de estar pensando unos 10 segundos estacado en la acera, volvió en si para caminar a su escuela, el camino era largo pero sin duda no tomaría un autobús, odiaba eso, tanta gente hacía que Lee se mareara.

El joven llegó a su escuela, dios, era bastante inmensa, giró su mirada inspeccionando el lugar y pudo notar a aquel chico con el que chocó, simplemente lucía como un dios, sus ojos no pudieron evitar mirarlo, y en eso, Félix escucho el timbre sonar, debían reunirse todos los alumnos en el patio haciendo una fila, los del salón A-1 hiban de primeros, atrás hiban los del salón A-2, y así sucesivamente hasta el salón E-5 el cuál era el último.

Félix pertenecía al salón A-2, estaba tranquilamente en la fila hasta darse cuenta de algo...a su lado estaba Hyunjin, pudo notar como arreglaba su cabello en una colita con una liga de cabello color gris, Félix no era un chico de pensar más allá, pero, Hyunjin era jodidamente perfecto y sexy a su vista.

⟡  ❝  a simple teenage  love   ❞  [Hyunlix]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora