𝘁𝗵𝗿𝗲𝗲

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Día 3

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Día 3. Viernes.

JungWon había corrido a abrazar a Sunoo cuando lo vio salir de su casa, se sentía relajado mientras apretaba sus brazos alrededor de su amigo, quien intento alejarlo en vano.

Dongju lucia molesto, todo el día había estado enfermo del estomago y su amigo lo había sacado de la cama en cuanto llego de clases. Solo para decirle lo mucho que lo había extrañado.

Yuna se unió a ellos después de unos minutos, desde la ventana de su habitación había mirado a sus amigos abrazados, y no dudo en bajar.

— Fue horrible.— estaba diciendo o más bien lloriqueando JungWon cuando Yuna llego. — eran como moscas molestas, incluso me siguieron hasta el baño.

Dongju rio cuando Won cubrió su rostro con sus manos, en un gesto muy exagerado.

— No es gracioso. — se quejo Yang. — casi me orino encima.

Sin soportarlo más, Yuna también comenzó a reír.

— Debe ser la magia del beso. — hablo Yuna, aun con la respiración acelerada por la risa.

—No hay nada mágico cuando mojas tus pantalones.

En esta ocasión los tres amigos comenzaron a reír, y JungWon olvido por un momento su horrible día en la universidad.

Día 4. Sábado.

Yuna llamo a sus dos amigos, no era ni medio día, pero ella ya estaba planeando lo que harían esa noche.

— Es de zombies. — explico la tercera vez que JungWon dijo que no quería ir al cine. — será genial.

— No me gustan esas películas, son asquerosas. — apretó el celular contra su oreja mientras se levantaba de su cama. — además de ridículamente exageradas.
Sunoo bufo a través de la bocina, pero guardo silencio.

— Vamos chicos. — Yuna suplico. — realmente quiero verla.

— Sunoo y tu pueden ir. —Won sé un hombre.

— ¿Eso que tiene que ver? —se detuvo a mitad de su habitación, mirando con molestia hacia la pared, como si su amiga estuviera parada ahí mismo— además, Sunoo tampoco quiere ir.

— A mi no me metas. — Sunoo rompió el silencio en ese momento, sintiéndose ofendido. — yo si iré.

— Bien, ya está. — Yuna dijo antes de cortar la llamada, sin darle oportunidad de negarse otra vez.

Con un suspiro resignado, dejo el teléfono a un lado. Sabia que Yuna no lo dejaría ir tan fácilmente, pero el realmente no estaba muy interesado en ver una película sangrienta llena de gritos y malas actuaciones.

Y esa tarde, Yuna estaba impacientemente en la entrada de su casa, con su bolso colgando del hombro y luciendo un lindo vestido verde, mientras Sunoo la miraba con aburrimiento.

maldigo a cupido  𖠇  𝐰𝐨𝐧𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora