One shots Elsabela

Sospechas... confirmadas

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La princesa Elsa la había conocido durante una de esas fiestas que sus padres, los reyes de Arendelle organizaban cada año por su cumpleaños y a la que prácticamente era obligada a asistir por ser la heredera al trono más próxima.

Apenas con 14 años se le habían inculcado un sin fin de reglas a seguir y protocolos que cumplir al estar en presencia de otros miembros de la realeza, así como frente a sus súbditos.

Aunque sus padres no eran unos reyes bastante estrictos, si solían pedirle muy a menudo que se comportara y diera el ejemplo a su pequeña hermana Anna.

Tan solo unos tres años menor que ella, Anna solía imitar cada acción de su hermana desde muy pequeñas, aunque siendo honestos la pequeña Anna no siempre acataba las reglas.

Pero algo si era seguro, a pesar de toda esa pila de reglas, las hermanas siempre tenían la oportunidad de jugar y ser como realmente eran.

Aquella noche Elsa debía demostrar que era una sucesora digna, así que permaneció en su sitio, con el mejor porte y aquella elegancia que la caracterizaba. Saludando a los duques, ministros, a otros reyes y un sin fin de gente que jamás había visto. Uno que otro joven príncipe que se acercaba a saludar y a tratar de ganar su afecto, pues bien decían que era una futura reina bastante prometedora y esa era la razón por la que algunos chicos eran enviados por sus padres a presentarse con la princesa.

Anna: Hey Elsa ¿A cuántos has rechazado hoy? Jaja - preguntó su hermana con su linda voz infantil

Elsa: Aaaagh, a todos - expresó con exasperación - todos son unos tontos -

Anna: Lo sé jaja, ojalá algún día conozca a uno que no sea un tarado y nos casemos - comentó en tono cursi

Elsa: ¿Cómo puedes pensar en eso? Anna solo tienes once años - remarcó esas últimas palabras

Anna: Eso no importa jaja, yo quiero un príncipe que sea dulce y atento, y guapo, y...-

La mayor la interrumpió antes de que continuara con sus divagaciones del futuro

Elsa: Aaaagh, Anna eres imposible -

Anna: Jajaja lo dices porque a ti no te interesan los chicos, pero si hubiera una chic... -

Elsa le tapó la boca antes de que terminara la oración haciendo que la pequeña pelirroja balbuceara

Elsa: Ssssh, Anna van a escucharte; ay no debí contarte nada  - habló en voz baja

Anna: ¿Y? Yo no le veo nada de malo - respondió susurrando - además no serías la única, tendré once años pero me doy cuenta de todo y yo creo que es muy lindo, serías como Astrid y Catrine - señaló la niña, poniendo de ejemplo a una de las parejas que vivían en el reino

Elsa: Lo sé, pero recuerda que la gente no les habló por mucho tiempo, además yo soy la princesa y... -

Anna: Bla bla la princesa, con más razón, tú podrías hacer que sea diferente - respondió

Elsa: Tal vez, pero no hasta que sea reina -

Anna: Como digas, pero mejor voltea que alguien viene a saludarte -

La chica giró elegantemente hacia donde debía saludar a las personas.

Levantó la mirada y al instante se congeló ante la persona que tenía enfrente.
Una chica que aparentemente era de su edad, cabello largo oscuro y piel morena, ojos como la noche y brillantes.