Brangie -Biblioteca nocturna.

Capítulo treinta y tres.

Angie y Brisa habían cenado en un restaurant que no quedaba muy lejos del bar/boliche al que irían luego. Al salir del pequeño lugar caminaron unas cuadras tomadas de la mano, mientras charlaban. Brisa le había contado a Angie que su relación con sus padres nunca había estado mejor, Angie no podía estar más contenta por la chica a su lado. En tanto ella le había contado que tenía planeado ver a su hermana pronto, aún no había decidido si iría a Rosario o si la chica vendría a su departamento, de igual forma la noticia la tenía bastante emocionada.

Al llegar al local entraron y se sorprendieron por lo bien ambientado que estaba. La música no era muy alta y si bien había mucha gente, no estaba repleto.

_¿Vamos a tomar algo?

Preguntó Angie y Brisa estuvo de acuerdo. Ambas caminaron a la barra donde pidieron un trago para cada una.

_¿Las chicas no salían hoy?

Preguntó Angie nuevamente y Brisa negó con la cabeza.

_Están de aniversario, deben estar en lo de Luli o la que tenga casa sola.

Brisa se rió levemente y también lo hizo Angie.

_Bueno, me alegro por ellas entonces.

_¿Y Mica?

_La verdad no sé, solo se que iba a lo de Kevin. Otros que deben de estar pasándola re bien.

Murmuró Angie bromeando, pero Brisa la escuchó.

_¿Y vos no estás pasándola bien?

Preguntó bromeando, pero algo de verdad había tras aquella pregunta. Angie lo notó y de inmediato se corrigió.

_Claro que si Bri, muy bien. Estando con vos no puedo pasarla mal.

Brisa sonrió ante las palabras de la peliazul, sabía que hablaba con sinceridad por lo que se acercó a ella y rodeó su cuello con uno de sus brazos, en la otra mano sostenía su bebida.

Angie también le sonrió y tras tomar su cintura para acercarse, besó sus labios dulcemente.

_Bri, me gustas mucho.

Volvió a confesar Angie y Brisa se sonrojó antes de esconder su rostro en el cuello de la chica.

_Vos también, An.

Murmuró aunque no estaba segura de si la peliazul la había escuchado.

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Bailaron la mayor parte de la noche y el resto lo pasaron en la barra, cerca de las 3, aunque era temprano, decidieron que era hora de irse. Ambas estaban agotadas y Brisa sentía que había tomado de más. Cómo no estaba acostumbrada a beber alcohol, unos pocos tragos ya le ponían su mundo de cabeza y aunque no quería hacer el ridículo con Angie, las palabras se le escapaban.

_¿Vamos, bebé?

Preguntó Brisa y Angie rápidamente la miró mientras elevaba una ceja sonriendo. Aquél apodo era nuevo y claramente le gustaba, aunque también era conciente de que quizás a Brisa se le había escapado de los labios. Asintió con la cabeza y tomó la mano de la chica para guiarla a la salida.

_¿Bebé?

Preguntó Angie bromeando y Brisa se sonrojó.

_Shh.

Murmuró y Angie no la dejó continuar ya que dejó un beso sobre sus labios.

_Sólo si queres, podríamos dormir en mi departamento, así no vas sola a tu casa. Mica no está y mañana podríamos desayunar juntas. Sin presiones, solo si queres, Bri.

Habló Angie rápidamente y Brisa no pudo evitar reírse ante el divague de la chica.

_Esta bien, An. Me quedo con vos.

_¿Si?

_Si, claro.

Angie sonrió ampliamente, estaba sorprendida y contenta por la respuesta de Brisa y se lo hizo saber a la chica. Luego de un viaje de solo unos minutos en taxi, llegaron al departamento en la universidad.

_Me duelen los pies, An.

Exclamó Brisa en cuanto entró y se quitó sus botas. Angie le sonrió mientras dejaba su abrigo junto al de Brisa. Le gustaba ver qué la chica ya se sentía en confianza junto a ella y en su casa.

_Voy al baño y arreglamos para dormir. ¿Si? Podés pasar a mi habitación o esperarme acá. Lo que quieras.

Habló Angie y Brisa estuvo de acuerdo, le sonrió a la chica y se dirigió al sofá aunque rápidamente cambió de rumbo y entró por primera vez a la habitación de la escritora.

Observó cada pequeño detalle con curiosidad pero sin llegar a ser entrometida. Cuando Angie regresó la vió observando unas fotos que tenía pegadas en su pared, dónde salía con su familia y algunos amigos. Se acercó a Brisa y rodeó su cintura por detrás. La chica frente a ella se estremeció por la sorpresa pero enseguida giró su rostro para sonreírle a Angie.

_¿Son tus papás?

Preguntó la castaña refiriéndose a una foto.

_Si, y mi hermana y su novio.

_Me imaginé, sos igual a tu hermana, An.

_Un poco si.

Sonrió Angie y Brisa se dió la vuelta para quedar frente a ella.

_Me imagino que los extrañas.

Angie asintió con la cabeza mientras mantenía sus manos en la cintura de la castaña dejando pequeñas caricias allí.

_Si, siempre. Aunque creo que termine acostumbrandome. No a no verlos, sino a extrañarlos.

Habló Angie y Brisa apretó sus labios y asintió. Pasó sus brazos por los hombros de Angie para rodear su cuello.

_Lo bueno es que vas a verlos en breve, o al menos a tu hermana.

_Si, espero que todo vaya según lo planeado.

Brisa sonrió levemente y se acercó para dejar un pequeño beso en la comisura de sus labios. Angie le sonrió en respuesta y atrajo a la chica contra ella para volver a unir sus labios. Está vez el beso no terminó de inmediato y ambas pudieron disfrutar de los labios de la otra.