Brangie -Biblioteca nocturna.

Capítulo cuarenta y tres.

_Perdón por eso, An.

Susurró Brisa mientras ambas caminaban juntas hacia una cafetería. Angie apretó su mano levemente y se giró para mirarla.

_Fue todo muy... inesperado, pero necesario.

_Lo se, de verdad no quería exponerte.

_Tranquila, Bri. Salió todo bien, ¿no?

_Si, mucho mejor de lo que esperaba.

Estuvo de acuerdo Brisa y se acercó para besar la mejilla de Angie. La peliazul también sonrió.

Algunos minutos después ambas llegaron a una pequeña cafetería y decidieron sentarse en uno de los sillones que estaban en el patio interior, el lugar estaba lleno de plantas y en el patio había un gran árbol.

_Es muy lindo, no había venido aún.

Habló Angie mientras se acomodaba junto a la castaña.

_Lo se, vine una vez con Luli y nos encantó. Hay que pasarle la dirección a Lucia.

_Si, aunque todavía es súper temprano. Podemos ir tomando algo, ¿no?

_Si, me muero de hambre. Aunque quizás me duele el estómago de nervios.

Brisa se rio y también lo hizo Angie, antes de acercarse y pasar un brazo por la espalda de la chica para abrazarla de lado.

_Puedo decirle a Lucia que no venga y listo, no quiero que estés mal, Bri.

Brisa rápidamente negó con la cabeza.

_No, An. Está bien, de verdad.

Brisa tomó el mentón de la chica y la acercó para besarla por unos segundos.

Pidieron un café y medialunas y solo minutos después ya tenían la merienda frente a ellas. Angie le envió la ubicación a su hermana.

_Bri... ¿cómo crees que reaccionará tu padre sobre lo nuestro? Seguro tu mamá le cuenta.

_Si... realmente no se. Los dos estaban muy obsesionados con Nicolás. Pero si mi madre pudo cambiar un poco su forma de pensar, espero que también él. Aunque... sinceramente no me importa mucho, por suerte nunca está en la casa ahora.

Angie asintió con la cabeza y bebió de su café, sin poder evitarlo recordó a Nicolás, Brisa se lo había señalado en la universidad solo para que supiera quién era.

Brisa notó el silenció de Angie y llamó su atención.

_An...

_¿Si?

Preguntó la peliazul mientras la miraba a los ojos.

_¿En qué pensás?

Preguntó la castaña y Angie apretó sus labios en una sonrisa.

_Nada realmente, tonterías. Solo me alegro que hayas terminado con Nicolás.

Brisa no pudo evitar reír ante el comentario y Angie solo le sonrió.

_Yo también me alegro y mucho.

Angie dejó un pequeño beso en los labios de la chica y siguió con su café.

_Anoche me quedé con Luli y estuvimos hablando...

Empezó Brisa decidida y Angie asintió.

_¿De mi?

Preguntó con curiosidad la peliazul y Brisa le sonrió.

_Si y de mi.

_Si... ¿y?

Habló Angie mientras elevaba una ceja y esperaba a que la chica continuara. La peliazul se había sentado en el pequeño sillón de lado, para poder estar frente a la chica.

_Y ya nos alejamos una vez por no hablar y pensar que no era necesario hablar de todo, y como no quiero que eso vuelva a suceder nunca, creo que es necesario que sepas lo que me pasa.

_Bri.. me estás asustando.

Habló ahora Angie un poco nerviosa y dejó el café sobre la mesa para poder tomar una de las manos de Brisa y acariciarla suavemente con su pulgar.

_Podes decirme lo que sea, Bri.

Brisa no pudo evitar sonreír y volvió su mirada a la de Angie y continuó.

_No es nada malo, o no para mí. Quería que supieras que de verdad me gustas y amo estar con vos todo el tiempo y amo como me tratas y amo como me haces sentir y... te amo a vos.

Brisa se sonrojó en cuanto terminó y no tuvo tiempo a decir más ya que ahora los brazos de Angie la envolvían contra ella y pudo sentir como la peliazul besaba su frente y luego su mejilla hasta quedar frente a frente.

_Yo también te amo, Bri.

Habló Angie solo a unos centímetros de los labios de Brisa y luego de recibir una sonrisa en respuesta, sus labios se unieron en un beso dulce y repleto de sentimientos.

Cuando por fin se separaron Angie mantenía la mano de Brisa entre las suyas.

_Te escuché la otra noche...

_¿Qué?

Preguntó Angie y no pudo evitar morderse el labio inferior. Luego agregó.

_Pense que no era el momento y por eso no dije nada...

_Cualquier momento es bueno para que me digas que me amas.

Angie estuvo de acuerdo y se acercó una vez más al rostro de la chica.

_Te amo.

Susurró y besó su mejilla.

_Te amo.

Besó ahora su nariz.

_Y te amo.

Por último besó sus labios y sintió a la chica sonreír.

_Lamento interrumpir, pero ya espere como cinco minutos antes de venir y veo que siguen sin poder separarse.

Ambas se exaltaron al escuchar a la chica y Brisa se sonrojó rápidamente al notar de quién se trataba. Angie se rio mientras se separaba del rostro de Brisa.

_Lu, pensé que avisabas cuando salieras para acá.

_Lo siento, me olvidé de avisarte. ¿No nos vas a presentar?

Preguntó la chica y Angie se puso de pie.

_Lu, ella es Brisa y Bri ella es mi hermana.

Habló Angie y Lucia sonrió mientras se acercaba a la castaña para saludarla con un beso y un pequeño abrazo.

_Un gusto conocerte, Lu.

Saludó Brisa y la chica le sonrió en respuesta.

_Ya necesitaba conocerte, Angie no deja de hablar de vos y tengo que confesar que era un poquito raro escucharla sin saber de quién hablaba.

Ambas rieron y Angie puso los ojos en blanco.

_Sentate y deja de hacerme pasar vergüenza, Lu.

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Solo uno más para el final, ya me da hasta pena terminar la historia jaja.

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