Capítulo cuatro: La carta.

151 7 2
                                    


No es tan fácil como parece escribirle una carta al chico, considerando que no sabe siquiera su nombre, mierda, ¿Por qué jamás se lo pregunto? Ni si quiera le interesa lo suficiente para saber su nombre, es eso.

"Solo ponle que te gustaría invitarlo a salir"

Florence bosteza con la taza en mano, observando el papel vacío que Harry tiene debajo del bolígrafo.

"Si sabes que supuestamente tú eres la que lo invita a salir, ¿No?"

"Puedo manejarlo"

Harry suspira y vuelve la vista al papel... pensando.

Hola, no se tu nombre. Pero noté que eres muy atractivo y me preguntaba si...
Dios, no.

Querido...:
No es una carta formal. No.

Me encanta como el azul de tus ojos me hacen sentir inmerso en un mar de...
Ew. Demasiado cursi, aunque Harry realmente se sienta así muy en el fondo, no.

"Dios mío, Harold, dame eso, a ver" Ella se lo arrebata y escribe algo simple y rápido mientras Harry se muerde con nerviosismo el labio inferior.
Luego, se lo entrega con una sonrisa. Harry lee:
Pensé que podríamos tal vez un día salir a tomar algo, ¿No te parece?

Harry tuerce el gesto. Bien, es simple, fluido, despreocupado. Puede llegar a servir, entonces, ¿No?

Los días hasta que el chico vuelva a pasar por la florería son casi infernalmente largos, considerando que espera todos los días verlo (cosa que no habla bien de él, sinceramente, pero va a ignorarlo, gracias)

Aparece casi dos meses después. Para entonces, Harry prácticamente ya rindió dos exámenes y Florence se cansó de repetirle que posiblemente su gran amor a primera vista había encontrado una nueva florería. Harry comenzó a creer en ello después del primer mes y la primera semana. Mirando con cierto apremio de desilusión a quienes entraban.

Pero entró, y esta vez, tenía un conjunto deportivo de fútbol, manchado y estaba prácticamente bañado en sudor. A Harry se le había caído la lapicera el verlo, y Florence le dio un codazo poco disimulado.

"¡Hola!" él saluda, tan bullicioso y alegre como siempre "Perdonen mis pintas, recién salgo de entrenar"

"¿Que hacen en el entrenamiento, revolcarse en el césped?"

"Florence" Harry dice, petrificado, pero el chico solo suelta una risa divertida.

"Algo así, jesús, suele ser menos intenso"

"Entiendo algo. Tengo una amiga que también juega al fútbol"

"¿En serio?" Sus ojos brillantes, Harry inevitablemente sonríe también "Eso es realmente genial"

"Bueno, ¿Necesitas algo?" ella dice, mordiendo su panecillo que le consiguió Harry al salir de la facultad.

"Las originales, porfa"

"Prácticamente olvidé tu pedido" bromea Florence.

"Él lo sabe, ¿Verdad, Ricitos?"

Harry rueda los ojos con cariño "Las rosas más rojas van a ser tuyas"

El chico le guiña un ojo, y habla de ciertas trivialidades con Florence mientras Harry se encarga de su pedido, prácticamente vibrando por el supuesto plan que van a llevar a cabo. Se siente como si él fuese a invitarlo a salir, y eso lo pone jodidamente nervioso. ¿Qué va a pensar? ¿Y si no vuelve? Podría desaparecer, y Harry no sabe absolutamente nada de él como para volver a contactarlo. Mierda, esto podría ser mala idea. Podría tomárselo mal, podría llegar a verlo demasiado irrespetuoso, inmoral, o también-

"¡Para hoy, ricitos!" Florence usa el apodo con demasiado sarcasmo como para que sea cariñoso, así que avanza a través de la caja para entregar el ramo y la pisa disimuladamente debajo de la mesa. Ella le aprieta la cintura con cariño.

"Perdón. Ando medio descolocado" se disculpa, y el chico de ojos azules le dedica una sonrisa suave.

"No pasa nada, Ricitos. No estoy apurado. Dios, tengo que dejar de comprar estas rosas. Son increíblemente hermosas"

Harry le dedica una sonrisa suave; "Pasa el tiempo que quieras" mientras desliza la tarjeta de Florence en la bolsa, con sigilo para que Louis no lo note.

"No me digas eso, podría llegar a venir cada semana"

"No veo el lado malo, la verdad" se ríe Harry, hoyuelos hundiéndose en sus mejillas como cráteres de luna. El chico suspira como si realmente hubiese considerado pasarse cada semana para conseguir las rosas rojas de Harry, pero acaba diciendo:

"Nos vemos, chicos" antes de salir.

Florence espera a, contados, diez segundos antes de pegar un chillido. Harry la mira con cierto desconcierto antes de que ella parlotee de nuevo "Pude haber cortado esa tensión con un cuchillo"

"Exagerada" pero está sonriendo.

No sabe cuánto espera realmente a Louis, pero no vuelve a verlo hasta mucho después.

n/a: guess who's back, back again

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 06, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Late Night Talking » L.SWhere stories live. Discover now